Dos entrenadores iniciaban una nueva aventura en Granada y Villarreal. Paco Jémez, tras descender con el Rayo Vallecano a la Liga 1,2,3 la temporada pasada, se mudó de Vallecas a La Alhambra este verano para dirigir los designios del cuadro nazarí un curso más en Primera División, sexto consecutivo del Granada en la máxima categoría. Por su parte, la llegada de Fran Escribá al Submarino Amarillo ha venido envuelta en la polémica, debido a la sorprendente destitución de Marcelino y sus circunstancias, y las urgencias debido a que se produjo su aterrizaje una semana antes del encuentro de ida de la fase previa de la Champions ante el Mónaco. Condicionantes que han dificultado su adaptación y la implantación de su filosofía de juego.

Mientras que para el Granada era su primer partido oficial, el Villarreal venía más rodado físicamente pero tocado anímicamente. La derrota ante el Mónaco el pasado miércoles ponía cuesta arriba la eliminatoria para la vuelta en el Estadio Louis II. Así, ambos conjuntos entraron en el tapete del Nuevo Los Cármenes con el objetivo de empezar con pie derecho la temporada liguera y cargarse de moral para los próximos encuentros.

El cansancio físico y el encuentro de vuelta en Mónaco condicionaron el primer once liguero de EscribáPara este encuentro, Escribá aprendió de los errores cometidos en defensa ante el cuadro monegasco, trasladando a N'Diaye desde el centro de la zaga a la medular junto a Manu Trigueros poniendo en su lugar a Musacchio como jefe de la zaga, acompañando el argentino a Víctor Ruiz. Arriba, Pato y Sansone serían los encargados de llevar el peso del ataque amarillo escoltados por Castillejo y Roberto Soriano en los extremos. Así, a falta de tiempo para implantar definitivamente su esquema y filosofía, el nuevo comandante groguet hizo algunas rotaciones pensando en el encuentro de vuelta de Champions ante el Mónaco y siguió manteniendo el clásico 4-4-2 de su predecesor en el banquillo castellonense. 

Por su parte, Jémez dejó ver su mano y su apuesta por el juego ofensivo desde el primer once como entrenador nazarí con un 4-2-3-1 con Cuenca, Boga y Toral por delante del doble pivote escoltando a Ezequiel Ponce, referencia en ataque del cuadro granadino, con el fin de llevarse el gato al agua en el estreno de ambos técnicos en liga con sus nuevos clubes.

Sin tiempo para asentarse en el verde, el Villarreal dio el primer susto del encuentro. A los dos minutos, un centro de Soriano fue cazado por Pato pero el cabezazo del delantero brasileño se marchó desviado de la meta de Ochoa. 

El Granada disfrutaba de una posesión estéril mientras el Villarreal se encomendaba al contraataque Poco a poco, el partido entraría en una fase descafeinada que se prolongó hasta el final del primer tiempo. El Granada, desde la posesión, intentaba montar la ofensiva pero la presión del Villarreal dificultaba la salida del balón nazarí, lenta y poco fluida. Por su parte, con poca posesión, el Villarreal lo intentaba con un juego asociativo y de pocos pases para plantarse en la meta de Ochoa. Sin embargo, la circulación poco fluida y lenta de ambos equipos impidieron ver un bonito espectáculo en el primer tiempo en el Nuevo Los Cármenes.

Alexandre Pato fue el jugador castellonense más destacado en la primera mitadPasaban los minutos y el Villarreal disfrutó de la ocasión más clara del encuentro en el minuto 13. Un tiro de Pato, el mejor de los amarillos en el primer tiempo, fue atajado por Ochoa siendo lo más destacado encuentro hasta entonces. El Submarino , con muchas bajas y rotaciones, daba mayor sensación de peligro que el cuadro de Paco Jémez que veía muy lejano el arco de Sergio Asenjo.

El Villarreal empezaba a sentirse más cómodo y a llegar con menos dificultades al área nazarí. Un chut envenenado de Roberto Soriano impactó en un defensa rojiblanco despejando a córner. A partir de ahí, el dominio villarrealense fue a mayor pero sin ser aplastante ni efectivo en el encuentro. Las defensas se imponían a los ataques en unos primeros cuarenta y cinco minutos donde la falta de intensidad y físico y la espesa circulación del esférico fueron protagonistas destacadas.

Segundo tiempo y misma tónica

El comienzo del segundo tiempo marchaba por los mismos derroteros. El Granada era dueño de la posesión y el Villarreal de las ocasiones más claras.

Roberto Soriano rozó el primer gol para el VillarrealAsí, en el minuto 10, Roberto Soriano armó la diestra impactando el esférico en el palo derecho de la meta de Ochoa. El Submarino Amarillo llegaba con más peligro y rozaba el primer gol con más frecuencia que un Granada que se perdía en el toque en propio campo.

Inicia Samu y culmina Ponce

Y así, Samu Castillejo, en el minuto 61, abrió la lata. Una falta botada por el extremo malagueño, conjugando potencia y colocación, se escurrió por la izquierda de la meta de Ochoa, siendo el primer tanto del encuentro y del Villarreal en Liga que le acercaba a un estreno exitoso en competición doméstica.

En dos minutos, el partido subió de revoluciones

El tanto espoleó los ánimos del Submarino Amarillo que, desde la tensión defensiva y del contraataque, estaba viviendo sus mejores minutos. Un disparo de Sansone sería el precedente para la respuesta nazarí. En el 65, un cabezazo de Ezequiel Ponce a la salida de un córner, aprovechándose de un despiste defensivo de los amarillo, sirvió para devolver las tablas al Nuevo Los Cármenes.

El partido entra en ebullición

En pocos minutos, el encuentro se rompió, producto de la eliminación del rigor táctico de ambos clubes, viviéndose los mejores minutos del encuentro. El Granada, desde la posesión, intentaba llegar con más asiduidad a las inmediaciones de Asenjo. 

Sin embargo, el Villarreal seguía llegando con más peligro y, en el minuto 69, entró en escena la conexión italo-alemana del Submarino, rozando el segundo de los castellonenses. Roberto Soriano puso desde la derecha un centro magnífico para Nicola Sansone cuyo testarazo fue escupido por el cruceta del arco de Ochoa, dejando para los últimos veinte minutos todo por resolver.

El partido, totalmente roto, entró en una fase de intercambio de golpes 

El ritmo rápido del encuentro favoreció los intereses del Villarreal que aumentó su dominio. Una jugada por banda derecha de Samu Castillejo fue acabado por el propio Castillejo cuyo disparo se marchó desviado por poco. Sin embargo, el Granada tampoco se quedaba como espectador. Ponce estuvo cerca del segundo tanto nazarí pero el delantero argentino la mandó cerca del palo de Asenjo.

Ofensiva final del Granada sin fortuna

Siendo la tónica en estas fechas, el físico llegó al suelo y el Granada, en ese escenario, empezó a moverse mejor desde ataques estáticos y largas posesiones. Una jugada de Boga fue prolongada por Tito, quien encaró sin éxito. El asedio granadino continuaba y Ponce no llegó a rematar un centro de Isaac Cuenca.

Sin embargo, el marcador no se movió, finalizando un encuentro que fue de menos a mas por ambos contendientes y que dejó en el debut de Jémez y Escribá en liga como técnicos de Granada y Villarreal, a ninguno sin llevarse el gato al agua.