Por si alguien no lo conoce, Chad Le Clos nació en Sudáfrica hace 24 años. Desde pequeño se interesó por el mundo de la natación y empezó a competir tras cumplir los diez años. Hasta aquí una historia normal, como la de muchos niños que tienen la ilusión de rememorar las viejas hazañas de Mark Spitz o las más recientes de Michael Phelps. Pero Chad no era un niño cualquiera.

Irrupción en el panorama mundial

Sin creerse la hazaña lograda / Fuente: Olympic Games
Sin creerse la hazaña lograda / Fuente: Olympic Games

Ya tenía un nombre en África, aunque su carta de presentación al mundo entero no llegó hasta el 2010. Ese año consiguió dos hazañas que le permitieron hacerse conocer más allá de los seguidores del deporte acuático: Le Clos consiguió hacerse con el oro tanto en los mundiales de piscina corta como en los Youth Olimpic Games. Su explosión en ese año no fue efímera ni se debió al azar de una semana o la mala suerte de los rivales. El nadador sudafricano consiguió vencer en los Commonwealth Games y se trajo varios suvenires de India como las medallas de oro en 200 metros mariposa y 400 metros estilos; la medalla de plata de 4x100 metros estilos y los dos bronces en 4x100m y 4x200 estilos.

La consagración llegó en Londres

A partir de ese momento, Chad ya no llamaba a la puerta con un habla entrecortada por la juventud y el respeto: había irrumpido en el panorama internacional por la puerta grande y no había quien pueda lograr que se callara. Su aceptación en el olimpo de los nadadores le llegó en Londres.

Derrocó a su ídolo Phelps en los 200m mariposa

En las olimpiadas de 2012 consiguió batir nada más y nada menos que al todopoderoso Michael Phelps: con un tiempo de 1:52.96, dejó al campeón norteamericano sin el oro en 200 metros mariposa, una disciplina que le viene como anillo al dedo. Consiguió una hazaña que traspasaba lo ordinario: Le Clos acababa de sobreponerse al que era su ídolo y su modelo a seguir. Días después, volvió a subir al podio para recoger el metal plateado en la prueba de 100 metros mariposa.

Aproximación a la cita olímpica

A partir de su exhibición en el 2012, Chad ha sido el gran dominador a nivel continental en su África natal: cuatro oros en los Juegos de África de Brazzaville en el 2015 y otros dos oros el año anterior en los Commonwealth Games y,

Sin rival en la piscina corta y en la modalidad de mariposa

el mismo año, en los Campeonatos del mundo de piscina corta de Doha consiguió enfundarse otros cuatro oros más. El mundo de la natación lo considera como uno de los mayores especialistas en mariposa de la actualidad y no hay nadie que pueda ponerlo en duda. Por si todo esto fuera poco, en los mundiales de 2013 (Barcelona) y 2015 (Kazan) volvió a demostrar que está atravesando unos años dulces, logrando obtener la victoria en tres ocasiones de nuevo en la modalidad de mariposa. Todos estos resultados le sirven como aval para presentar una candidatura más que seria al oro olímpico en Rio.

Chad - Phelps / Fuente: www.rio2016
Chad - Phelps / Fuente: rio2016

El más que probable cara a cara entre Le Clos – Phelps es una de las citas más importantes que vivirán las piscinas olímpicas. El joven campeón sudafricano intentará volver a batir al depredador norteamericano. Phelps quiere vengarse del oro olímpico que le fue arrebatado en Londres y no cesará en su empeño.

Llega en uno de los mejores momentos de su carrera deportiva, ya no haciendo referencia a unos resultados más que espectaculares sino también por su preparación que, desde que consiguiera el oro en la edición del 2012, se ha basado tanto en revalidarlo como en conseguir quitarle los récords mundiales que posee su ídolo.

Infortunio pre-olímpico

Chad siempre se ha caracterizado por tener una mente y una concentración digna de elogios para afrontar las citas importantes pero, lamentablemente, dicha concentración y preparación pueden verse afectadas por una de esas historias que nadie debería vivir jamás: confesó que sus padres sufren cáncer. Una lucha que la familia Le Clos deberá ganar, ya no sólo en el agua de Rio, sino también fuera de ella.