No pudo ser. El Racing de Santander no pudo brindar a su sufrida afición una victoria en su vuelta al fútbol profesional. La lectura que se saca del encuentro es clara: no se puede alinear de inicio en la categoría de plata a nueve jugadores de la pasada campaña en Segunda B. Y se se hace, los revulsivos no pueden ser jugadores en edad juvenil cuya experiencia es nula. La cantera es muy importante en un club, lo más importante quizá, pero hay que saber cuando y en que circunstancias utilizarla.
Paco Fernández alineó de inicio a nueve jugadores titulares la pasada campaña
El partido arrancó con un Racing quetriendo tomar la iniciativa, adelantando peligrosamente las líneas y buscando constantemente a los jugadores de arriba. Gracias a este arrollador inicio, el conjunto de Paco Fernández gozó de los dos primeros disparon del partido. No obstante, Orfila y Borja Granero enviaron muy desviados sus respectivos tiros. Se empezaba a notar la ausencia de los delanteros. Tras unos primeros compases en los que los montañeses dieron la sensación de que podían hacer daño a su rival, el dominio del juego cayó del lado gerundense.
Los locales comenzaron a tener el balón, y a buscar con serenidad espacios en la endeble zaga verdiblanca. No les fue muy difícil, pues la mala colocación de los hombres de atrás, unida a las innumerables pérdidas de balón de los visitantes, permitieron que el Girona gozase de dos buenas ocasiones para perforar la portería cántabra. Sin embargo, Mario Fernández estuvo muy atento para desbaratar las embestidas de un Girona comandado por Felipe Sanchón. Sin embargo, a la tercer fue la vencida para Felipe.
Sanchón anotó el único gol del partido tras un error de Mario
Tras una pérdida de balón racinguista en tres cuartos de campo, y un gran pase entre líneas de Lejeune que, una vez más, cogió la espalda a la defensa santanderina, Sanchón se quedó solo ante la portería. Su primer disparo, muy flojito y escorado, inexplicablemente no fue atrapado por Mario, dejando el cuero rechazado en el área pequeña para que Sanchón, prácticamente a portería vacía (había dos jugadores visitantes sobre la línea), fusilara y consiguiese el único y definitivo tanto de la noche. Tras este mazazo, el Racing trató de rehacerse.
Sin muchas ideas, pudo igualar la contienda en un peligroso centro-chut de Borja Granero, quien en labores de mediapunta envió su disparo con rosca muy cerca del poste derecho de Becerra. Javi Soria estuvo a punto de llegar para empujarla. Tras esta ocasión, se disputaron diez minutos de tanteo, en los que se pudo ver un partido plano y aburrido. Pasada la media hora, el Racing probó fortuna de nuevo a balón parado, pero el remate de Concha a centro de Iñaki no encontró portería.
Justa ventaja parcial de los gerundenses
La última de la primera mitad llegó del bando local, y en ella Juncá trató de poner, tras una buena jugada de calidad, un pase de la muerte que fue repelido por la zaga cántabra. Al descanso se llegaba con una justa victoria parcial de los gerundenses, los cuales no habían pasado excesivos apuros para mantener la ventaja en el electrónico. Por su parte, los verdiblancos (este domingo de verde por el estreno de la segunda equipación) debían mejorar mucho en ataque si querían sacar algo positivo de Montilivi.
El primer cuarto de hora de la segunda mitad no tuvo trascendencia alguna, y fue nuevamente el conjunto local quien dominó ligeramente el juego. Probaron fortuna con dos tímidos disparos de Juncá y Granell, los cuales no entrañaron problema alguno para Mario, quien estuvo muy correcto durante los 90 minutos (excluyendo la jugada del gol). Ya entrada la última media hora de encuentro, Paco Fernández comenzó a mover ficha para tratar de revertir la situación. Dio entrada a Fede San Emeterio, que si bien no aportó a una mayor actividad ofensiva, si que proporcionó estabilidad en el centro del campo.
El Racing solo inquietaba a balón parado
Con el paso de los minutos, el Racing se fue echando arriba. Pero nada, hoy no era su día. La ausencia de un delantero fue una losa mortal. Tan solo a balón parado conseguían inquietar mínimamente a la zaga local y a Becerra, quien no tuvo mucho trabajo en el día de hoy. Fruto del cansancio y de ese adelantamiento de líneas, el Girona pudo sentenciar el choque en un nuevo error defensivo montañés. Esta pérdida propicio que Lejeune se quedae solo en el áre, pero por fortuna para los de Paco Fernández su disparo no fue el esperado y acabó en las manos de Mario.
La falta de un '9' fue para los cántabros un hándicap decisivo
Se entraba en la recta final del encuentro, los últimos diez minutos. El partido tomó un tono brusco por las numerosas faltas que se empezaron a cometer por parte de ambos conjuntos. Mientras tanto, el Racing seguía sin mordiente arriba, pese a que lo intentaba una y otra vez. Algunos lo llaman falta de ideas, otros simplemente ausencia de calidad. Lo que es seguro es que a este equipo le falta mucho por madurar para competir con seriedad en el segundo escalafón del fútbol nacional. Con un par de jugadas a balón parado de los visitantes (sin mayor trascendencia), finalizaba en encuentro.
Continúa la maldición de la primera jornada para un Racing que no gana en esa fecha desde 2003, cuando se impuso en El Sardinero al Mallarca por 2-1 gracias a los tantos de Javi Guerrero y Yossi Benayoun. El Girona, demostranto muy poco, se lleva unos valiosos tres puntos que pueden resultar claves allá por junio. El Racing, demostrando menos todavía, tiene una importante asignatura suspensa en el gol, que espera recuperar con la vuelta de Koné y Mariano y la llegada de nuevos fichajes.