En 2008, Las Pastillas del Abuelo, reconocida banda argentina, dedicó la canción "¿Qué es Dios?" a Diego Armando Maradona. En ella, lo representan como la misma divinidad. Desde la explosión de Lionel Messi y su consagración como mejor del mundo, mucha gente comenzó a transformar su significado y apuntarla al astro del Barcelona. En ella, el autor (Alberto Sueiro) habla que ese Dios "hizo posible el milagro". Si trasladamos eso al día de hoy, en el partido contra Brasil, se esperaba que quien lo hiciera fuera la Pulga. Pero no pudo ser: Edgardo Bauza planteó un 4-4-1-1, Messi terminó jugando casi de número '5' para buscar la pelota y la Selección Argentina fue aplastada por su par de Brasil.

El partido no dejó mucho que desmenuzar: esa formación defensiva buscaba aguantarle el partido a los locales y buscar aprovechar algún contraataque para lastimar con la velocidad de Messi y Ángel Di María y con Gonzalo Higuaín como único ariete. Pero había algo que el Patón Bauza no anticipó: Brasil le dejó la posesión a Argentina, que no sabía qué hacer con ella, la perdía fácil y el que aprovechaba las contras era el rival, con jugadores rapidísimos y un Neymar en óptimo nivel. 

Al término de los primeros 45 minutos, la Albiceleste ya caía por 2-0, con una imagen paupérrima, sólo una chance clara de gol (gran jugada de Lio y remate de Lucas Biglia que el arquero Alisson logró desviar) y una aproximación (otra apilada del delantero zurdo y Enzo Pérez que no pudo definir). En esa etapa inicial, los brasileños llegaron dos veces y fueron efectivos: primero a través de un remate lejano de Philippe Coutinho y, luego, con la gran figura, Neymar.

La segunda parte fue aún peor, si eso era posible. Bauza sacó de la cancha a uno de los que mejor jugaba, Enzo Pérez, para dar lugar a Sergio Agüero, formando un 4-3-1-2 que dejaba, nuevamente, a Messi relegado en el ataque, con tres mediocampistas de los cuales dos eran de contención, con uno con vocación ofensiva (Di María) y una defensa muy estática. Conclusión: la zaga y los volantes centrales no dejaban espacios entre sí, dejando un gran campo sin conexión entre delantera y el resto del equipo, lo que hacía que Messi se mantuviera en el círculo central, casi sin incidencia en la ofensiva.

El partido quedó definido con el tercer tanto, el de Paulinho, que llegó tras un grosero error defensivo, con Emmanuel Más dejando viva una pelota que debía terminar lejos del área. 

Ya con el resultado puesto, sólo quedó tiempo para una jugada: otra apilada del '10' por derecha que terminó con tiro de esquina a favor; lo más cerca que estuvo Argentina de anotar. Con esta derrota, sin embargo, el panorama no es muy distinto: la Albiceleste está a un punto de Chile (en repechaje) y Ecuador (último clasificado), y a dos de Colombia. Lejos se ven Uruguay y Brasil, claros candidatos al primer lugar de las Eliminatorias para Rusia 2018. Y Jesús dijo "Me voy; de tácticas ya no hablo". Esperemos que no, que no se vaya de nuevo, porque no puede resolver todo solo, pero es aún más difícil sin él.