Garra y corazón de tigre

Godoy Cruz obtuvo una buena victoria con poco juego y contra un rival durísimo; sin embargo, el árbitro otra vez fue protagonista.

Garra y corazón de tigre
Twitter Oficial de Godoy Cruz
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Por Alejandro Bustos

Godoy Cruz ganó esta tarde frente a Tigre por 2-1 en el estadio Malvinas Argentinas en un partido que, sobre el final, tuvo un condimento muy picante.

El Expreso entró dormido al campo de juego, más atento de discutir con los jugadores rivales que otra cosa. Ambos elencos salieron con un 4-2-3-1 bien definido pero el que mejor interactuaba entre líneas era el elenco de Pedro Troglio. Desde la salida fue superior la visita y los nervios crecieron en el plantel de Méndez. El Expreso aguantaba bien hasta que al minuto 12 una pelea de Nico Sánchez dejó el balón en medio del área, rodeado de tigres para Ángel González que de derecha la mandó al arco, imposible para Ibáñez. Ganaba Godoy Cruz 1-0

El gol iba a ser un bálsamo para el elenco local que iba a generar mayor juego entre líneas. La visita seguía siendo superior pero iba mermando y Godoy Cruz se daba cuenta.

Al contrario de muchos juegos, el costado izquierdo del ataque mendocino era el fuerte con un Benítez intratable y un Ángel González que después del gol, iban a salirle todas.

La confianza iba incrementándose y el segundo estaba al caer, en 23 minutos ya era superior el Bodeguero. Y así iba a ser, a los 24 minutos, dejaron solito y solo a la referencia bodeguera, le cayó la pelota a la cabeza y Ayoví, si Ayoví marcaba el segundo. El Malvinas ya era una fiesta y le llegaba el sexto gol a la Yoya en el Expreso en este torneo.

Y Tigre ya era totalmente otro desde el inicio. La presión alta del elenco de Méndez le brindaba un vértigo que hacía mucho no se veía. Ya promediando los 30 Silva volvía a llevarse el título de figura del partido y un tercer gol no iba a mentir la realidad del juego.

Pero el fútbol tiene una ley que nunca falla: los goles que no se hacen en un arco, se sufren en el otro. Y así se dio. A los 43 minutos, le quedó solita a Ayoví para el tercero y salvó el ex Tomba Nelson Ibáñez, y de ahí, la pelota escaló posiciones y llegó al área mendocina. Atajó Rey, dio un rebote que le quedó al interminable Carlos Luna que no perdonó. Ahora las cosas se ponían 2-1. Merlos pitó y concluyó la primera mitad.

Segundo tiempo discreto

El segundo tiempo iba a comenzar como analizándose el uno al otro, pero el Bodeguero no perdía la atención y seguiría siendo superior. Silva seguía siendo la figurita del partido, la más importante en el diagrama de Méndez, recuperaba, barría, peleaba, apretaba. Era el dueño del mediocampo.

Dos llegadas mendocinas marcaban que Godoy Cruz iba en busca de engrosar el tanteador. Ya se rumoraba que era el mejor partido del semestre.

Troglio no pensaba en relegar puntos, asique metía todo lo que tenía al campo de juego, llenaba la delantera con jugadores goleadores y pasaba al 4-3-3, con tres referencias que ya empezaban a inquietar a Rey. Además poblaba el mediocampo y con esto igualaba a Godoy Cruz en mediocampistas: 5, lo que hacía que el local perdiera la pelota.

Yoya por Morro

A los 24’ de la segunda parte, Méndez iba a sacar a uno de los autores de un gol. El ecuatoriano Jaime Ayoví iba a salir e iba a ingresar el Morro García, quien otrora fuera compañero de zaga delantera de la Yoya. Méndez se daba cuenta del poco peligro que generaba y mandaba al moreno y a Carabajal (entró por Ángel González), en un claro intento de liquidar el pleito, de una buena vez.

Merlos desastroso

El árbitro del partido merece, decididamente, un párrafo aparte. El réferi sanrafaelino tuvo una tarde para el olvido, polémico como siempre, se colmó de groseros errores arbitrales que terminaron desviando la atención de la gente por el juego.

Primeramente colmó de amarillas a ambos equipos, siendo lo más grosero cuatro faltas una tras otra, que resolvió con una sola amarilla, cuando al menos era para roja.

Sobre el final cobró un tiro libre indirecto adentro del área de Rey y no sancionó una clara falta sobre García en la mitad de la cancha.

Una vez más lo que hizo este árbitro terminó siendo un papelón, que claramente deberá ser analizado por el colegio de árbitros de AFA. Para llorar.