El equipo de Mauricio Larriera comenzó la Superliga con el pie izquierdo. En su presentación en Tucumán perdió ante El Decano por 2 a 1 en un partido que, en la previa, se postulaba como uno de los más parejos de la fecha. Sin embargo el conjunto de Ricardo Zielinski fue muy superior durante gran parte del encuentro y se quedó con una justa victoria.

El partido arrancó trabado en la mitad de la cancha, ambos intentaban llegar a posiciones de ataque salteando líneas con pelotazos. La primer situación de peligro llegó recién a los 13 minutos y fue para Godoy Cruz, tras un centro de Abecasis que atravesó el área sin ser desviado y encontró sin marca al Morro García, pero el 9 no pudo definir con comodidad y desperdició una gran oportunidad de poner a Godoy Cruz en ventaja. Tres minutos más tarde, un pelotazo largo de Lucchetti parecía fácil de controlar para Abecasis, pero el ex River se complicó sólo y la envió al córner. Justamente de ese tiro de esquina vendría la apertura del marcador a cargo de Franco Sbuttoni, que se anticipó a toda la defensa tombina y le cambió la dirección a la pelota con un gran frentazo al segundo palo. 1 a 0 para el Deca. 

A partir de entonces, la diferencia fue abrumadora a favor de los de Zielinski, que le daban funcionamiento a la posesión de la pelota y lastimaban a Godoy Cruz por ambos costados de la defensa. Lo extraño es que el segundo gol de Atlético no fue producto de ninguna elaboración de juego, sino que llegó a traves de las propias complicaciones defensivas del equipo de Larriera. Entre Leonardo Burián y Sebastián Olivares se repartieron la responsabilidad de una fallida salida desde el fondo, en la que le regalaron la pelota a Barbona para que asista sin problemas al Pulga Rodríguez, máximo ídolo de la institución tucumana que está a 5 goles de convertirse en el máximo goleador de la historia del club.

Por cómo se estaba dando el partido, se podía suponer que se venía una tarde demasiado negra para el equipo mendocino, que no encontraba el camino para lastimar a su rival, a excepción de un tiro libre lejano ejecutado por Gastón Giménez y conectado de cabeza por Olivares, pero Lucchetti respondió con seguridad y la desvió al tiro de esquina. 

Así se fue el partido al descanso, y continuó de la misma manera en el segundo tiempo. Trabado al principio al igual que en el arranque del partido, pero destrabado nuevamente a través de la pelota parada. Esta vez a favor del Tomba, pero con polémica incluida. Desde un tiro de esquina a los 12 minutos, Gastón Giménez la movió para Felipe Rodríguez, quien detuvo la pelota y se la volvió a dejar al 10, en posición adelantada, para que saque un centro de zurda que, luego de una serie de rebotes, desembocó en el gol de Olivares. Descontaba Godoy Cruz y le sumaba incertidumbre al partido. Pero en lugar de tornarse interesante, el encuentro bajó su nivel y no quedó demasiado por destacar. Los tucumanos se acomodaron bien defensivamente, y los mendocinos no encontraron la forma de lastimar. 

La última situación de peligro que le quedó al partido fue para el Decano, a través de Gervasio Núñez, que lució su gran pegada de zurda desde afuera del área y exigió una buena respuesta de Burián. Pero el partido no terminó sin otra mala noticia para Larriera. A tres minutos del final, Fabricio Angileri cometió una infracción innecesaria en la mitad de la cancha y recibió la segunda amonestación por parte de Jorge Baliño. El Tomba terminó con 10, volvió a Mendoza con las manos vacías y dejó una mala impresión desde lo futbolístico.