El combinado de Rusia está ante la oportunidad más grande de hacer historia en el fútbol nada más y nada menos que en su país. La Copa del Mundo está a la vuelta de la esquina y el seleccionador Stanislav Cherchésov debe estar pensando en la propuesta de juego de su equipo.

El actual técnico del país anfitrión cuenta con un amplio recorrido en la Liga Rusa, por lo cual se ha buscado que el DT sea un conocido del fútbol ruso.

Su idea de juego tiende a cambiar en virtud del rival. El contraataque por los extremos y la perfecta ejecución de los volantes interiores, resultan ser las armas más eficaces que busca Cherchésov.

Una de las grandes virtudes que se le destaca al entrenador es que busca jugadores del fútbol local, aludiendo a que allí todos se conocen. Salvo casos especiales, los futbolistas salen de potencias rusas como CSKA Moscú, Zenit de San Petesburgo, Rubin Kazán, Lokomotiv Moscú, Spartak de Moscú y Krasnodar, entre los principales aportes. El que sale como una de las excepciones es Denis Cheryshev, atacante con pasado en Real Madrid y de buen presente en el Villarreal de España.

El técnico intentará hacer un buen milagro y hacer que el conjunto ruso pueda desplegar su mejor fútbol en base al gran desempeño de su medio y la determinación de su ataque. En cuanto a su defensa, es conocido por su trabajo duro aunque por el momento los amistosos no han demostrado eso.

Otra particularidad del sucesor de Fabio Capello es la disciplina. El ex entrenador del Legia Varsovia no ha tenido problemas en sacarse de encima a los jugadores problemáticos de un plantel o incluso de la selección, donde Alexsandr Kokorin estuvo sin ser convocado por el lapso de un año por salir a un boliche.

Con mucho trabajo pero quizás no con mucho reconocimiento a nivel de clubes, Cherchésov tratará de realizar un buen papel para que Rusia esté aunque sea en los octavos de final, instancia a la que no arriba desde el Mundial de México 1986.