Partido de alto nivel en Sarandí, con dos equipos que tienen el objetivo de consolidarse en esta B Nacional, y la ilusión de volver a Primera división lo más rápido posible. Hablamos de Arsenal y Quilmes. Sin embargo, las historias de uno y otro son muy diferentes, y eso se pudo ver claramente reflejado en el partido del pasado lunes.
Comienzo brillante de Arsenal
Tanto el Arse y el Cervecero querían sumar, pero fue el equipo local el que mostró las intenciones de hacerlo desde un principio. Y es que superado el primer cuarto de hora, Arsenal vencía 2-0 a Quilmes, y con dos goles idénticos. La misma fórmula para llegar al gol, con la subida del lateral derecho Torrent, el centro al segundo palo, y la definición de Pons, al primer palo en la primero, y al segundo palo en la segunda. Además de en los goles, los dirigidos por Rondína, utilizarían mucho esa vía de ataque en el primer tiempo, el extremo derecho. En el medio de los dos goles, uno de los mejores jugadores del partido, Necul, reventó el travesaño de un zurdazo colocado.
Una reacción que no dio resultado
Pasada la turbulencia para Quilmes por los dos primeros goles, el partido se dio vuelta de los 15 minutos hacia adelante. El Cervecero comenzaría a ser el dueño de las acciones con numerosos ataques, principalmente por las bandas. Imbert, Ortíz y Anselmo tendrían un importante número de ocasiones que de haber aprovechado, hubieran cambiado significatívamente las cosas. Pero, sin embargo, esa fue la principal diferencia entre ambos, que marcó por que el partido lo terminó ganando el Arse: no aprovechar las ocasiones de un lado, lo cual genera que te conviertan del otro lado. Y así fue, ya que en la última jugada de los primeros 45 minutos, Álvarez Suárez recibió en el área, se giró y definió alto y potente para poner el 3-0 al entretiempo.
Empate que reavivó las cosas
El descanso le sirvió a Quilmes para aumentar su tendencia a atacar e intentar ir a buscar el partido, a pesar de que el resultado ya en ese momento, mostraba que las cosas estaban definidas. Al igual que lo fue durante gran parte del primer tiempo, el equipo quilmeño fue dueño de las situaciones en el comienzo del complemento, encontrándo rápidamente el descuento con su jugador más insistente, Federico Anselmo. Centro, control y definición rasa con derecha para superar a Gagliardo. Tras esto, Quilmes tendría alguna que otra chance más clara, sobre todo con un Imbert muy metido en el partido y siendo el generador de las jugadas.
La sentencia
A medida que la segunda mitad iba avanzando, Quilmes perdió un poco el control del partido, Arsenal lo recuperó, y logró volver a volcarse en el área del Cervecero con mucha más frecuencia. De todas formas, no pudo materializar las jugadas que surgían del mediocampo con sus jugadores más habilidosos, Necul y Lomónaco. Hacia el final del partido, cuando la visita ya estaba totalmente resignado y negado, Cardozo derribó al talentoso Necul y concedió una nueva oportunidad de gol para el local. Oportunidad que el ingresado Cérica aprovecharía para sentenciar el 4-1 definitivo.
Derrota que deja muchas dudas en Quilmes, sobre todo en su entrenador Marcelo Fuentes, sobre quien recae la principal culpa del actual momento del equipo, y del cual se especula una pronta salida. Por el lado del Arse, felicidad e ilusión de seguir sumando, y llegar a lo más alto del campeonato.
Síntesis:
Formaciones:
Arsenal(4): Gagliardo; Torrent, Pereyra, Leguizamón, Papa; Soraire, Méndez, Álvarez Suárez(Antilef; ST 32'), Necul; García(Cérica; PT 22') y Pons(Lomónaco; ST 18'). DT: Sergio Rondina.
Quilmes(1): Bilbao; Lozano, Larrea, López(Ortíz; PT 26'), Cardozo; Max(Verón Lupi; ST 26'); Lluy, Bellone, Imbert, Noble(Blanco; ST 0'); Anselmo. DT: Marcelo Fuentes.
Goles: PT 5' Pons(A), 11' Pons(A), 47' Álvarez Suárez(A)
ST 10' Anselmo(Q) y 45' Cérica, de penal(A)
Amonestados: Bellone (Q), y Soraire y Álvarez Suárez (A)
Árbitro: Pablo Dóvalo
Líneas: Hugo Páez y Federico Cuello
Cuarto árbitro: Gonzalo Beloso.
Cancha: Estadio Julio Humberto Grondona.