La pelota siempre al 14. Cuando Walter Montillo toma el esférico, levanta la cabeza y avanza, algo va a pasar. Esa sensación de tener a un distinto en cancha, que soluciona problemas y que además, es referente, hacía mucho que no se veía en Victoria. La Ardilla claramente se ganó el puesto este año, con sus gambetas, asistencias y goles determinantes que son la llave que puede abrir la puerta a la gran ilusión de quedarse en Primera cuando todo parecía perdido.
En la fecha pasada, Tigre fue el único equipo que sumó de a tres de todos los que pelean en la zona roja de los promedios, y todavía restan cinco jornadas para jugarse a todo o nada. Montillo sabe que debe mantener su nivel y en diálogo con TyC Sports, el enganche primeramente agradeció a Tigre y a los hinchas por el apoyo: "Tuvieron la paciencia de esperar sin saber lo que iba a pasar. Yo estaba convencido. La verdad estoy contento, disfrutando de cada partido y entrenamiento. El cariño con la gente es mutuo. Estamos haciendo las cosas bien tanto adentro como afuera de la cancha".
Respecto a los números rojos, lamentó los empates y derrotas al comienzo de la Superliga, que tienen al equipo muy comprometido, pero revitalizado con el regreso de Néstor Gorosito: "Es una lástima que no hayamos sumado puntos antes, estamos a 5 puntos de San Martín de San Juan cuando faltan solo 15. Lo más difícil en el fútbol es hacer goles. Pipo vino a ordenar al equipo del desorden que teníamos. Estábamos desequilibrados, mal parados y nos convertían mucho. Pudimos mantener el cero en cancha de Central; el otro día con Patronato, más allá de que nos hicieron un gol, tampoco sufrimos sobresaltos y hasta pudimos haber convertido algún gol más. Estamos todavía lejos de nuestro objetivo. Primero tenemos mañana la Copa Argentina, pero nuestro objetivo mayor es ganarle a Vélez".
Asimismo, llenó de elogios a Pipo, aunque tuvo como DT en sus inicios en San Lorenzo: "Primero subí con Pellegrini, luego tuve a Insúa y Pipo me dio una gran mano en San Lorenzo, con él pude jugar de titular. Sabe mucho, es un entrenador y formador. Los más chicos lo tienen que disfrutar, tiene chapa. Al fútbol argentino le faltan formadores de chicos, que son el futuro. A los grandes nos quedan poco. Ojalá los chicos lo puedan aprovechar".
Por último, el volante aseguró que la decisión del retiro fue apresurada y que a sus 34 años, está disfrutando este presente en Victoria: "Me estoy sintiendo muy bien. En Botafogo me apresuré, me pasaron cosas juntas, estaba lejos de los familiares y amigos, reaccioné en caliente. Ahora quiero seguir jugando y aportar adentro de la cancha, Hacía mucho tiempo no me sentía así, lo estoy disfrutando pero de una manera egoísta, porque todavía no logramos el objetivo. Después de una lesión de rodilla pude volver, disfruto cada momento que toco una pelota".