
La salida de Néstor Gorosito y la apuesta por un hombre de la casa como Juan Carlos Blengio había despertado algunos resquemores, teniendo en cuenta la inexperiencia del Chimi y lo difícil que resulta la categoría buscando el objetivo mayor, que es el ascenso a la máxima división del fútbol argentino. No obstante, el estreno no pudo haber sido mejor.
En la mañana tucumana, ante el rival que iba líder de la Zona B de la Primera Nacional antes del párate por el Coronavirus, Tigre hizo gala de su efectividad y venció a San Martín de Tucumán por 1-0, gracias al gol de cabeza de Sebastián Prediger, tras el centro preciso de Diego Becker. Si bien el Ciruja tuvo más la pelota, en ningún momento el Matador se sintió presionado y jugó con la tranquilidad de la ventaja tempranera, a los 15 minutos de juego.
Hay que recordar que en esta Zona Campeonato de ocho equipos todo arrancó de cero. La ventaja de 16 puntos que el Santo le llevaba a Tigre en el torneo regular ya no tienen valor, porque juegan todos contra todos y solo el que saque más puntos de este grupo tendrá derecho a jugar la final. Por ello, el éxito de este domingo tiene gusto doble: por ganar (cosa que Tigre no lograba desde febrero, pasando en el medio la prestigiosa pero decepcionante participación en la Copa Libertadores) y por hacerlo de visitante ante uno de los rivales directos. En la Primera Nacional no hay margen de error, y cada punto cotiza en oro.
Blengio puso en cancha a Gonzalo Marinelli en el arco, una línea de tres zagueros en el fondo (Abel Luciatti, Néstor Moiraghi y Facundo Giacopuzzi), dos laterales/volantes (Martín Galmarini y Sebastián Prieto), tres mediocampistas (Seba Prediger, Cristian Zabala -debut- y Diego Becker) y arriba la dupla delantera (Enzo Díaz y Pablo Magnín). Un 3-2-3-2 (o 5-3-2) para estar bien resguardados en el fondo y aprovechar las bandas para generar peligro, teniendo dos referentes de área. Tigre sacó rédito de la pelota parada y hasta pudo haberlo liquidado antes.
En definitiva, Tigre no "jugó lindo", pero tuvo concentración y sumó de a tres en una cancha muy complicada, y eso es lo que importa. Con un plantel renovado, con espacio para los referentes y los nuevos refuerzos, la era Chimi tuvo un comienzo ideal, pero no se puede relajar, ya que viene otra dura visita: Atlético Rafaela.
El Perro, dueño del medio
Sin dudas, Prediger fue la gran figura del encuentro. No solo por su cabezazo a la red (también le había convertido a Gimnasia de Jujuy por esa vía), sino porque siempre estuvo bien ubicado para marcar, para ser opción de salida limpia y tener buen manejo de la pelota. Hace dos años se mantiene firme en el puesto, ganado con creces.
Asimismo, fue para destacar la tarea de Becker, quien usó la 10 en lugar de Diego Morales (lesionado). Dio la asistencia con un zurdazo preciso y mostró su habilidad con buenos desbordes y hasta lujos, aunque le faltó mejor resolución.
Para completar el podio, destacamos al Patito Galmarini. Con 38 años y casi 20 años de experiencia como jugador profesional, demostró por qué el DT puede contar con él. Correcto en la marca, atento para anticipar, manteniendo la misma intensidad que siempre. El capitán, relegado en el último tiempo, se adaptó bien al nuevo esquema y está listo para seguir sumando más batallas.
