El "Peque" no dejó ninguna duda

El argentino Diego Schwartzman dando una muestra de superioridad total, derrotó sin contemplaciones al proyecto chileno Nicolas Jarry por 6-3 y 6-1, por la segunda ronda del Masters 1000 de Miami. En la próxima ronda enfrentará al ganador de la llave entre Milos Raonic y Mikael Ymer.

El "Peque" no dejó ninguna duda
El peque le dio una leccion de tenis a Jarry. Imagen: Zimbio
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Por Rodrigo Desmedt

El “Peque” que jugó en muy buen nivel presionando por el lado del revés al trasandino, lugar por donde verdaderamente hace agua, empujando por momentos la pelota y no sabiendo elegir el modo de pegarle a la bola, se quedó con un fácil acceso a tercera ronda donde ahora si seguramente tendrá un rival de fuste.

Hoy Diego lo apabulló, lo sacó de partido desde el comienzo y salvo un momento en que el argentino se desconcentró, se fue en la mitad del primer set, y tras ello hubo un solo jugador en la cancha, donde supo marcar la diferencia entre un profesional y un posible jugador de la nueva generación.

En el primer set Diego, al que le gusta esto de las rivalidades, silenció a la masa de chilenos que se habían trasladado a ver su nueva “joya”. En el primer juego del set aprovechó la cantidad de errores no forzados de Jarry y se quedó rápidamente con el servicio del chileno. Luego tras ganar muy bien el suyo, desperdició una nueva oportunidad de quiebre y de pasar a estar 3-0. Jarry sostuvo el servicio y fue en ese momento donde pudo desplegar su derecha, hizo que el argentino jugase incómodo y así fue que el chileno logró quebrarle al “Peque” en el sexto juego para igualar en tres la primera manga.

Desde ese momento y hasta el final del partido hubo un solo jugador en la cancha y fue el argentino, eso fue gracias a sus virtudes y también a la innumerable cantidad de errores no forzados que cometió el chileno. Jarry nunca estuvo a la altura de las circunstancias, no podía sostener su saque y en esto del tenis cuando el tren se va no lo encuentras nunca más.

Fue así que tras ganar ocho juegos consecutivos, desde el tres iguales, el argentino anuló todas las posibilidades de juego del chileno, lo torturó sobre el revés y fue así que se quedó con la primera manga por 6-3 y con el segundo parcial por 6-1. Una paliza descomunal a un chico que está recién comenzando, que en su país lo están apurando, presionando y que estos golpes son muy duros.

Los chilenos deben entender que este proyecto es a futuro, que le falta mucho para que sea ese jugador que se destaque dentro del circuito mundial.