Entrevista en colaboración con: Juliana Florez Alfonso. 

 

Verónica Charlyn Corral Ang, mexicana nacida el 11 de Septiembre de 1991 en Tepexpan y el claro ejemplo de que para crear una obra de arte no se necesita siempre un lienzo y un pincel, por el contrario, demuestra que, con un balón y un corazón de valentía, logra convertir el fútbol en algo más que un simple deporte.

Inaugurar nuestro paso internacional femenino no podría tener mejor nombre ni apellido, hoy, en nuestras letras la vehemencia, ímpetu y fortaleza de la mujer mexicana para romper récord en tierras europeas.

Pregunta. ¿Qué llevó a una niña tan pequeña a encontrar en el fútbol su pasión?

Respuesta.  Siempre lo he dicho, las cosas pasan por algo. Recuerdo cuando mi papá me metía a jugar con mi hermano, no me gustaba tanto, yo prefería irme a jugar con amigas, no sentía un amor, pero me empecé a dar cuenta que se me daba muy rápido aprender las cosas. Siempre me gustó la escuela y cumplir con mis tareas, y fue clave tener las bases sólidas de la responsabilidad para que a la hora de ir a entrenar no me costara tanto trabajo.

Pienso que lo que me gustó del fútbol fue que me ayudó a sacar mi carácter y me fue abriendo puertas desde muy niña. Esa parte de empezar ser alguien y que la gente me respetará por el fútbol me gustó y fue cuando dije quiero ser mejor porque eso la gente lo aplaude y lo ve bien.

P. ¿Cuál ha sido la clave para lograr tan significativa cantidad de reconocimientos?

R. Mi clave es mi familia, tengo un hermano  futbolista y un padre muy aficionado a este deporte. Desde chiquita siempre me gustó el exigirme y el marcar diferencia. En mi casa, mis padres siempre nos dieron el mismo trato y apoyo a mi hermano y a mí, eso fue muy importante. Siempre he sido muy inquieta, soy muy perfeccionista, no tengo llenadera y siempre quiero más y creo que es algo bueno; por momentos es malo, hay veces no saboreo los triunfos y siempre voy por más, pero creo que eso a lo largo de mi carrera ha sido lo que me ha mantenido en el nivel alto.

P. ¿Cuál es el gol que recuerde que haya sentido mucha felicidad y que lo llevará siempre marcado en su mente?

R. Uno que marqué en un Pre-Mundial en el 2014 para ir al Mundial de Canadá, anoté el 2-1 y 3-1 ante Jamaica. Es una volea que va al ángulo, lo celebré con mucha euforia, era un gol muy complicado, porque son balones que se van al cielo o son golazos y afortunadamente entró, para mí era mi regreso después de un tiempo a la selección, fue muy eufórico por lo que significaba para mí y porque le dio el triunfo a mi país.

Hugo Sánchez y Charlyn Corral han sido los únicos mexicanos en la historia en obtener el premio Pichichi, esto quiere decir consagrarse como máximos anotadores de España.

P. ¿Qué se siente ser representante de su país en territorio europeo?

R. Es una satisfacción muy grande, también es un reto, siempre que me despierto lo veo así en mi cabeza, gracias a Dios hice lo que me propuse que fue dejar huella. Cuando llegué acá era una desconocida, tenía en mente que la gente en Europa supiera quien es Charlyn Corral y creo que hoy en día lo saben, es algo muy bonito para mí porque eso habla bien de mí, de mi país, de las jugadoras latinoamericanas y yo sé que estoy acá porque quiero, porque me quiero exigir más y he trabajado mucho para estar donde estoy.

El ganar un Pichichi me costó muchísimo, fue muy complicado, cuando lo gane sentí un respiro de decir que valió la pena el esfuerzo, desde el primer gol hasta el último. Han sido bajones y momentos de alegría, pero al final te das cuenta que todo vale la pena, siempre lo he dicho soy una afortunada de vivir lo que estoy viviendo, representar las mujeres mexicanas y latinoamericanas es un honor, espero seguir haciéndolo de la mejor manera.

P. ¿Qué es lo que más extraña de su tierra y cómo suele manejar el echar de menos tantas costumbres?

R. Cada año es más duro, al principio era muy joven y me quería comer el mundo, ahora voy madurando y extraño más las costumbres y el tiempo con la familia. Últimamente se me pasa muchas veces por la cabeza el estar con mi familia y amigos, cada vez que voy a mi país lo atesoro y lo aprecio mucho e intento disfrutar al máximo mis días con mis seres queridos y el calor de las personas latinas.

P. ¿Usted a qué mujer admira y por qué?

R. Siempre he admirado a Frida Kahlo por todo lo que pasó, y la fuerza que mostró. Fue una mujer que nos marcó, y siempre intento leer sus frases. Además, cuando era niña, admiraba a Ana Gabriela Guevara, corredora muy exitosa; y claramente, admiro a mi madre, que, sin ser futbolista, siempre está ahí conmigo, apoyándome y vive al máximo este deporte. A ellas las admiro mucho, son mi inspiración y ejemplo.

P. ¿Qué tanto se asemeja esa Charlyn solidaria, vocera y pujante de la vida fuera de las canchas a la personalidad de la Charlyn que es jugadora profesional y goleadora en el Atlético de Madrid?

R. Siempre intento manejar la misma imagen, soy una mujer transparente y luchadora, así lo afirman las personas que me conocen. Muchas veces que he tenido que alzar la voz lo he hecho, pero no con la intención de resaltar mi nombre, siempre ha sido porque considero que lo tenía que hacer por el bien de muchas mujeres y del fútbol femenino. No soy una jugadora que suele gritar mucho, trato de mantener la serenidad en la cancha, y dar ejemplo de trabajo, sacrificio y compañerismo.

P. ¿Cómo es su relación con Leicy Santos y Carolina Arias?

R.  Muy buena, entre latinas nos entendemos. A Carolina la conozco desde hace poco, pero desde el primer día hubo mucha química, nos entendemos perfectamente porque tenemos una edad similar, y hemos pasado por muchas cosas. Y con Leicy también tengo una linda relación, es una gran amiga. Con las dos me llevo bastante bien, son dos personas que valen muchísimo.

P. ¿Cuáles son sus hobbies o en que otro ámbito se desempeña muy bien?

R. Me gusta mucho andar en moto, escuchar música y leer, siempre debo tener un libro conmigo.

P. ¿Qué consejo les daría a las niñas que sueñan con seguir sus pasos para que no se dejen abrumar por los comentarios negativos?

R. Como mujeres tenemos un ADN luchador y guerrero, no nos gustan las cosas fáciles. Así que les diría, que no dejen de intentarlo, y hagan ese extra que muchas veces en los equipos no les enseñan.