Si bien la victoria de lunes fue importante, el rendimiento del Once Caldas fue malo, continúa invicto, pero con poco fútbol, y también con muchas falencias que mejorar de cara al cotejo en Medellín contra el Independiente Medellín.

El equipo dirigido por Diego Corredor salió al terreno de juego demasiado impreciso, no fue la intensidad adecuada para el encuentro. Desde un comienzo, Águilas logró maniatar al local y este no reacciono en ningún momento.

El blanco blanco llega al gol en el minuto 25 del primer tiempo por medio de un penalti, que fue provocado por una mano clara en el área, después de un centro del jugador Nelson Quiñonez. Así pues, el conjunto albo llegaría al gol sin hacer méritos para conseguirlo, pues no había generado ocasiones de gol y mucho menos pateado al arco rival.

El segundo gol del equipo de Manizales llegaría al minuto 45+1 gracias a un error del contrario, quien ejecuto mal el saque de banda y regalaría el balón, que después Ayron del Valle asistiría de tacón a Robert Mejía y este sacaría un derechazo inobjetable al ángulo de la portería Sur.

Así finalizaba el primer tiempo de un juego raro, donde no se habían tenido ocasiones de gol y un equipo le había anotado dos goles al otro con solo patear una vez al arco rival.

El segundo tiempo se podría decir que sobró, pues fue un partido más de trámite, donde el local se cerró y retrocedió dándole la pelota al visitante, y este con el balón en todo el segundo tiempo no pasó de la intención a generar verdaderas ocasiones de gol. En general, fue un encuentro muy poco agradable para el hincha, de esos que no se disfrutan.

Finalmente, la sensación que deja el partido, es que el Once Caldas logra conseguir un resultado necesario con muy poco fútbol, pues pese a ganar el partido, los hinchas salen del Estadio Palogrande muy preocupados y con muchas dudas, por el pésimo juego del equipo.