ÁMSTERDAM. Sergio Fernández tiene 23 años; Bruno Hortelano, 24; David Bustos, 25, Toni Abadía y Adel Mechaal, 26; Ilias Fifa, 27. De oro, plata o bronce, seis de los ocho medallistas de España en el Europeo de Ámsterdam que terminó este domingo no superan la barrera de los 30 años. Una novedad tras campeonatos en la que única infalible era Ruth Beitia, de 37. La juventud tomó el poder y eso fue lo que más le gustó a Ramón Cid, el director técnico de la Real Federación Española de Atletismo, un hombre “satisfecho sin caer en la exaltación, en el triunfalismo” que destacó especialmente a la sangre fresca. “Este campeonato nos ha valido para ver que bastantes jóvenes y promesas han estado brillantes. El cambio generacional está asegurado”, anunció. Con miedo a dar nombres, destacó a sub23 como Fernández, Álvaro de Arriba o Marc Alcalá. “Incluso gente que se ha quedado fuera ha estado sensacional”, subrayó.
Cid dijo que antes del Europeo ya le gustaba el perfil del equipo por su juventud, con casi la mitad con menos de cinco internacionalidades, y por su diversidad de especialidades, “algo muy europeo”. Destacó las pocas eliminaciones en primera ronda, que fueron 24 de 57 posibles, y, fuera de los números, otros intangibles como la competitividad. “Me gusta que la gente que no lo ha hecho bien lo ha dado todo. A partir de las actitudes vienen los resultados. No intentarlo es lo que no se puede aguantar. Me gusta que cuando no salen las cosas no estén satisfechos y no he visto prácticamente ninguna actitud así”, destacó.
La unión que vive el equipo también entusiasmó a Cid. “Me encanta esa sensación de pertenencia a un grupo, el ambiente es excelente, estamos parcelados pero los fondistas están en el estadio animando a los de peso, por ejemplo. Y luego su cualificación. En la Blume hay 5 estudiantes de Medicina y 23 universitarios. De eso sí que estoy orgulloso. Demuestran que pueden ser olímpicos y con un nivel académico muy alto. Pueden ser unos excelentes modelos para nuestra juventud”, presumió el vasco.
De entre los nombres propios del Europeo ninguno ha recibido más eco mediático que Bruno Hortelano, oro en 200 metros y 4º en los 100. “Tiene un talento natural descomunal y este año ha seleccionado muy bien el calendario, no se ha lesionado y posee una gran confianza. Hace dos semanas hablé con él y estaba convencido de esto, aunque no lo podía decir”, desveló sobre el madrileño. Cid destacó que el atletismo “compensado” de España no luce sin estrellas y cree que el reto de un velocista blanco de bajar de 10 segundos “tiene una carga histórica enorme”.
Hortelano, sin embargo, no corrió el sábado la calificatoria del relevo 4x100m, que se quedó fuera de la final. Cid explicó que estaba exhausto. “Se habló por la mañana y desgraciadamente no podía. Recurre al sistema nervioso y se le bajó a cero, tenía agujetas y estaba muy cargado. Después de competiciones de este tipo no se duerme”, justificó y cree que casos como el de Churandy Martina, con el mismo calendario de Hortelano, son diferentes por edad y resistencia.
Mirando a Río
El final del Europeo marca el inicio de la cuenta atrás, un mes exacto, para el inicio del atletismo en los Juegos Olímpicos de Río. Cid subrayó rápidamente que las dos competiciones “no tienen nada que ver”. “El atletismo es cuantificable y en los JJOO hay un plus para todos, pero creo que con esta actitud estaremos mejor de lo que se preveía hace un año o dos”, aventuró queriendo marcar la distancia de nivel. Allí serán candidatos claros a medalla Ruth Beitia en salto de altura, Miguel Ángel López en marcha y Orlando Ortega en 110 metros vallas. Preguntado por ellos, Cid afirmó que “ellos se señalan solos por ranking y trayectoria”, pero abrió la puerta a alguna posibilidad más. Sin dar nombres habló de “algún saltador o marchador”.
Sobre si el último, Ortega, podrá finalmente competir (según el reglamento de la IAAF no habría cumplido tres años desde su nacionalización pero según la Carta Olímpica sí desde su última competición con Cuba en el Mundial de Moscú), Cid explicó enrevesadamente que “a priori” cumple el plazo. “Sabemos que no hay un no, leyendo la normativa, cumple. No tenemos que pensar que pueda pasar otra cosa”.
El periodo de mínimas para Río se ha cerrado este mismo domingo y ahora toca esperar a que los que se han quedado cerca de lograrlas puedan ser repescados. Cid explicó que, como en el Mundial de Pekín, su política será la admitir todas las recalificaciones porque “es un método que se hace para garantizarse números clausos, por tanto, son mínimas deliberadamente más duras y los que se quedan cerca tienen marcas dignas”. En esa situación están, por ejemplo, Nuria Fernández en 5.000 metros o Javier Cienfuegos en lanzamiento de martillo.
Marcas en altura
No tendrán que esperar Patricia Sarrapio en triple o Jean Marie Okutu en longitud. Ambos compitieron lejos de su nivel en el Europeo y cogieron un avión a España para lograr las mínimas olímpicas en un control en la altura de Sierra Nevada, donde la geografía empuja a favor en las pruebas explosivas. A Cid este método le parece “legítimo”, aunque reconoce que “en muchas ocasiones no sale bien” porque en las grandes competiciones no se acercan a estas marcas. “Los Juegos Olímpicos tienen un valor añadido. Ser olímpico en atletismo es un título, es lo que queda”, justificó. Aclaró, eso sí, que el control de Sierra Nevada lo pagaron Suecia y Catar y apuntó que algunas calificaciones son mortales. “Si Okutu se hubiera metido en la final estoy seguro que es medallista”, pronosticó al recordar que el subcampeón, el sueco Michael Torneus, subió al podio sin lograr la mínima olímpica que, por fin, consiguió el domingo sobre la bocina en las alturas granadinas.
Sin ganas de continuar
Tras los Juegos llegarán las elecciones a la Federación. Los candidatos apuestan por la continuidad de Cid, pero él anunció el domingo que en este momento no quiere seguir como director técnico. Y puso un símil atlético. “Si esto es un 400 metros ahora mismo estoy por el 380 con una pájara enorme intentando llegar a meta”, bromeó. “Estoy muy cansado, lo he pasado mal estos cuatro años, pero tendremos que hablar cuando pasen los Juegos y me dé un par de baños”, reflexionó.
Cuatro años que empezaron con una enorme crisis y de los que Cid está satisfecho, no por él, aclaró, sino por todo el atletismo. “Ha tenido su punto bueno, nos ha obligado a generar recursos y a ir a motivaciones más primarias como el gusto por el deporte y las ganas de ser el mejor. Nos ha obligado a estar juntos, estoy muy satisfecho. Al entrar se me dijo que el atletismo estaba muerto y yo veo que está muy vivo. El recorrido hasta Tokio es excelente”, anunció.