Recuperado de sus dolencias, y tras un febrero movido: mes en que Omri Casspi ha sido traspasado desde Sacramento Kings a New Orleans Pelicans –en donde, posteriormente, ha sido cortado por la misma franquicia de Luisiana-, el embajador israelí en la NBA se ha convertido en una de las piezas más cotizadas del mercado de agentes libres. Franquicias como Memphis Grizzlies y Boston Celtics -dos equipos que tienen “casi asegurada” su presencia en los Playoffs- se habían mostrado interesadas en reclutar al ala-pívot para completar su plantilla de cara a la postemporada. Sin embargo, Casspi ha optado por recalar en los Wolves de Karl-Anthony Towns, Andrew Wiggins y Ricky Rubio, a pesar de que las opciones de estos para entrar en Playoffs sean muy remotas.

El hecho que ha decantado la balanza a favor de los Wolves ha sido que Tom Thibodeau – entrenador y a su vez General Manager en Minnesota- tiene la intención de dar minutos de calidad a Casspi, en substitución del lesionado Nemanja Bjelica. El serbio, que se perderá lo que resta de temporada por una lesión en el pie, ha dejado un hueco en la posición de ala-pívot. Sin embargo, este movimiento seguramente deje al israelí esta temporada, y por enésima vez en su carrera, fuera de los Playoffs: algo que todavía no ha logrado en ningún equipo desde que llegara a la competición en el año 2009, momento en el que se convirtió en el primer israelí en jugar en la NBA.

Aprovechándose de esta situación, Omri Casspi tiene ahora catorce partidos por delante con los que espera demostrar ser merecedor de una renovación de contrato –de cara a la temporada 2017/2018- con los mismos Timberwolves. Curso en el que, esta vez sí, los Wolves podrían volver a disputar unos Playoffs de la NBA.