Debutaban dos de los mejores equipos de esta NBA y lo hacían con muchas ganas de empezar a demostrar de qué son capaces. Por un lado, los San Antonio Spurs, un ganador innato pero que había sido criticado por no haber realizado algún traspaso ilusionante, y por otro lado, Minnesota Timberwolves, que por fin tiene un equipazo y se le exige que empiece a ganar de una vez por todas. Había muchas ganas de ver la puesta en escena de estos dos equipos y no han decepcionado.

Muchos jugadores inspirados

Gregg Popovich no pudo contar con su gran estrella, Kawhi Leonard, pero el laureado entrenador no se cansa de sorprender y consiguió que el resto de aleros, conjuntamente, consiguieran suplir con bastante soltura a la estrella. Entre Kyle Anderson, Danny Green y Rudy Gay sumaron 43 puntos, 18 rebotes y cinco asistencias. Números realmente buenos de estos jugadores que deben cubrir una baja tan sensible.

En el equipo local también cumplieron los bases, que deben minimizar la ausencia de Tony Parker, y lo hicieron tan bien que no se debería descartar que Dejounte Murray (16 puntos y cinco asistencias en 25 minutos) acabe teniendo más importancia que el base francés, ya que es un joven muy prometedor, y eso que fue un número 29 del Draft de 2016. Se puede convertir en el enésimo robo del Draft de Gregg Popovich. Además, Paty Mills y Manu Ginobili no destacaron en cuanto a números, pero se nota que sí destacan en el juego y en el ball movement. Son los típicos jugadores que siempre destacan en la aportación intangible. Por último toca destacar el partidazo de LaMarcus Aldridge, que tras firmar un nuevo contratazo, quiso demostrar su valía y anotó 25 puntazos, atrapó diez rebotes, repartió cuatro asistencias y colocó dos tapones. Pau Gasol jugó 28 minutos y aportó siete puntos, siete rebotes, cuatro asistencias y tres tapones. Actuación más que correcta del español.

A pesar del gran partido que realizaron varios jugadores de Spurs, los Minnesota Timberwolves fueron capaces de plantar cara y les pusieron las cosas muy difíciles a los discípulos de Gregg Popovich. El quinteto titular jugó realmente bien, dando una sensación de seriedad que no se había visto en la franquicia en muchísimos años. La suma del 'Big 3' de los Wolves (Andrew Wiggins, Jimmy Butler y Karl-Anthony Towns) consiguió 56 puntos y 22 rebotes, pero destacó sobre todo Andrew Wiggins, con un gran acierto en el tiro (9/14 en tiros de campo y 4/6 en triples). El pívot, con 13 rebotes, estuvo muy dominador, pero falló algún que otro tiro bajo el aro. En cuánto afine esa muñeca, Towns se irá a los 25 puntos en cada partido casi sin pestañear.

En el banquillo wolf, uno de los grandes quebraderos de cabeza desde hace años, tuvo como protagonistas de Jamal Crawford y Nemanja Bjelica. Del veterano escolta era bastante predecible (diez puntos, tres rebotes y cinco asistencias), pero la aportación del serbio fue una grata sorpresa (nueve puntos, tres rebotes). El resto de la segunda unidad no tuvo un papel muy destacado.

Spurs maneja mejor los finales apretados

Al final, con tanto jugador inspirado sobre la cancha, se llevó el gato al agua los Spurs, que fueron por delante en el marcador casi todo el partido y tuvieron más templanza en los minutos finales cuando estaba todo por decidir. Los Wolves llegaron a ponerse por delante a falta de cinco minutos para el final, pero ahí los Spurs son especialistas y empezaron a ejecutar grandes jugadas con un ball movement exquisito. Victoria spur para empezar bien la temporada, pero buenas sensaciones de unos Wolves, que de jugar así el resto de partidos, va a ganar muchos partidos.