Un gran verano devolvió la ilusión a los Oklahoma City Thunder. Paul George y Carmelo Anthony llegaban para formar un Big-Three temible junto a Russell Westbrook. Sin embargo, superado el primer cuarto de la temporada, el pesimismo y la decepción rodean a la franquicia.
Tras 20 partidos presentan un récord de 8-12. Un balance que no se acerca, ni por asomo, al mínimo exigible para un equipo que cuenta con tres superestrellas de este calibre. En defensa son de los mejores de la liga, pero el ataque no fluye, son los que menos pasan el balón y los que más aclarados se juegan.
Son predecibles e inconsistentes en el aspecto ofensivo. Cuando llega el clutch-time las defensas rivales les tienen tomada la medida. No encuentran el aro y acaban sucumbiendo de manera incomprensible, desperdiciando ventajas considerables. ¿Situación frustrante? De eso mismo ha hablado Carmelo Anthony.
"Esto no es frustrante", asegura el ex de los Knicks. "Sabemos lo que tenemos y lo que podemos ser", reafirmando la hipótesis de que cuando encuentran su juego los resultados llegan. Lo hicieron hace una semana dominando a los Warriors, pero luego acaecieron tres derrotas consecutivas.
Han perdido en sus últimos siete partidos como visitantes. De hecho, los más recientes han sido contra Mavericks y Magic, rompiendo así la mala racha de los de Orlando, que sumaban nueve encuentros sin conocer la victoria.
"Estamos molestos, enfadados, por no estar consiguiendo los resultados que queremos. Estamos trabajando pero los resultados no llegan". Tras el último tropiezo se pudo ver a un Westbrook abatido, atormentado por seguir perdiendo, pero Melo insiste: "He estado en equipos en los que hemos perdido tres, cuatro, diez o doce y el nivel de frustración iba creciendo. Pero aquí (en OKC) nadie se siente frustrado".
Preguntado por la escena que protagonizó el cabizbajo y pensativo Russell, Carmelo insistió: "Está enfadado, no creo que esté frustrado". Y es que el base de los Thunder se ha mostrado muy crítico consigo mismo, tomando toda la responsabilidad de la situación, y dando la razón al señalado Billy Donovan de que no están moviendo lo suficiente el balón, tal y como se les pide.
"Como líder uno siempre quiere cargar con todo en cualquier situación. Yo lo he hecho durante 14 años de mi carrera y sé lo que se siente. Pero esto es distinto. No podemos permitir que él (Russ) cargue con todo. Estamos en esto juntos. Ganamos juntos, perdemos juntos y esto volverá a ser divertido para nosotros", declaró un Anthony que, desde su llegada, se ha mostrado muy comprometido con el proyecto.
De hecho, también está encantado con su nueva afición y el apoyo que le está brindando. En la cabeza del equipo ronda una palabra: consistencia. Al ser preguntado por posibles cambios en el quinteto inicial negó esa posibilidad, puesto que para él la cuestión está en ser consistentes: "Es nuestro mayor problema, no somos un equipo consistente".
Hasta el momento, Carmelo Anthony está promediando 19'7 puntos (career-low) con un pobre 41'8% de acierto en tiros de campo. Las tres superestrellas no acaban de conectar, parecen olvidarse de que ahora tienen ayudas de su mismo estatus, y eso está afectando a sus números y, sobre todo, a su acierto en el tiro.
Los tres han tenido varios partidos horribles a la hora de lanzar a canasta. Por ahora, en encuentros decididos en los últimos instantes presentan un balance de 0-9. "Pienso que es el momento de decidir qué clase de equipo queremos ser", sabiendo que ya no están en los primeros cuatro partidos de la temporada.
Aparte, se mostró esquivo al ser preguntado por una posible marcha para jugar con LeBron James y Dwyane Wade. Y es que tanto él como Paul George acaban contrato y, de seguir así, pinta a que no renovarán con OKC. Aun así, Carmelo insiste: "Resolveremos esto. Creedme, lo resolveremos".