Tras el escándalo que se ha ceñido sobre Dallas Mavericks estas últimas semanas, la franquicia ha decidido dar la oportunidad a una nueva CEO, Cynthia Marshall.

Esta, superviviente de un cáncer, tendrá que lidiar con los temas relacionados con la empresa de Mavs, a los que augura un gran futuro en los años que llegan poniéndose de meta el 2019 y declarando: “En un año los Mavs serán un estandarte de diversidad e inclusividad”.

Junto a Mark Cuban concedió en la tarde del lunes una rueda de prensa en la que estuvo respondiendo cuestiones relacionadas al futuro de la franquicia y al lío en el que se había visto envuelta esta durante 30 minutos. No dudó en declararse en contra de las acusaciones que salieron días atrás en prensa acerca de una posible conducta machista de Tederma Ussery, anterior CEO de la franquicia de Texas. “Cuando me enteré, estaba disgustada, me parece extremadamente triste que la violencia doméstica o el acoso sexual estén a la orden del día en la sociedad en la que vivimos”, admitió la Cynthia Marshall.

Mashall admitió haber rechazado la primera llamada de Mark, sin conocer aún la propuesta de este. Fue impulsada por sus hijos, que perplejos le cuestionaron si desconocía quién era el que estaba al otro lado del teléfono. Cuando por fin aceptó trabajar para los Mavericks e incluso buscó casas en la zona con su marido, las dudas volvieron a asaltarla. Tras una charla con su esposo decidió aceptar el puesto y conceder una imagen renovada a la empresa de la franquicia.

Cynthia se deja ver como una mujer que ha sufrido en la vida varios reveses y está dispuesta a que todo lo aprendido durante su carrera y en el ámbito personal pueda servirle de ayuda a la hora de manejar los altos cargos de la empresa. A los 11 años su padre disparó a otro hombre en defensa propia y ella fue testigo del tiroteo, llegando incluso el hombre a apuntar a la cabeza de la joven Cynthia. Además, en los siguientes años, cuando el padre las abandonó a ella y a su madre, ambas fueron víctimas de violencia doméstica.