Tras su llegada a Madrid en agosto de 2016, el base estadounidense de Movistar Estudiantes, Omar Cook, se ha convertido en uno de los pilares fundamentales del equipo. A pesar de las dudas que surgieron en octubre del mismo año por una posible marcha al Panathinaikos, ha continuado desde entonces con un inmensurable compromiso y aportando siempre tanto en defensa como en ataque.
Pero si hay algo que destaque de este jugador en los cuadros de estadísticas son las asistencias. La temporada pasada, en ACB, repartió más de ciento cincuenta en treinta y cuatro jornadas. Este año, está promediando siete por encuentro en la competición europea, lo que lo ha llevado a ser el máximo asistente de la Basketball Champions League. En cuanto a la Liga Endesa, cuenta, hasta la fecha, con siete asistencias por partido, con serias amenazas de aumentar esta cifra en las cinco jornadas restantes. Fue el fin de semana pasado, en el Multiusos Fontes do Sar, y tras una jugada perfecta en la que le entregó el balón a Dago Peña para que finalizase a aro pasado, cuando alcanzó las mil asistencias en la Liga Endesa. Se trata del 38º jugador que lo logra en toda la era ACB, y el décimo entre los que se mantienen en activo en la competición.
Muestra de su compromiso con el equipo y su intensidad en el juego son los más de sesenta rebotes que ha capturado en lo que va de temporada, algo nada fácil para un base de 1,86 metros. Y es que, además de aportar tanto en ataque, es el engranaje que permite la comunicación total en la defensa del Movistar Estudiantes. En cualquier momento difícil se le puede ver empujando a sus compañeros a no rendirse jamás.