Antes del comienzo de los playoffs, la serie que enfrentaba a los Utah Jazz y Oklahoma City Thunder se presentaba como una de las más disputadas de primera ronda. Dos semanas después y con la victoria cosechada la pasada madrugada, los Utah Jazz consiguieron tumbar al conjunto de Oklahoma en una eliminatoria espectacular y repleta de momentos que quedarán en la retina de todos los aficionados.

El sexto partido

Los Jazz llegaban al encuentro con las dudas generadas en el quinto partido, en el que tiraron por la borda una ventaja de 25 puntos en el tercer cuarto. Los Thunder, en cambio, viajaban a Utah con la confianza de haber ganado un partido que tenían prácticamente perdido, y con un Westbrook que por fin había explotado. Desde el inicio se pudo sentir que el encuentro iba a ser largo, muy físico y que algún jugador de ambos equipos tendría que sobresalir para lograr llevase la victoria. Las cosas se torcieron para los locales cuando Ricky Rubio, magnífico durante toda la serie, se tuvo que retirar a vestuarios (no volvió) al resentirse de su lesión en el tendón de la corva. A partir de ese momento y hasta el descanso, los Jazz tuvieron un atasco considerable en ataque con ligeros ramalazos que terminó con un marcador empatado al descanso.

El tercer cuarto fue de auténtica locura. Donovan Mitchell salió como un ciclón y consiguió anotar la friolera de 22 puntos en dicho tercer periodo, superando la mayor marca histórica de los Jazz. Triples, bandejas imposibles, todo un repertorio de movimientos para darle ventaja a los suyos, que se pusieron con una renta cercana a la decena con el último cuarto por jugar. Sin embargo, ¿cómo se mantuvieron los Thunder cerca en el marcador? Gracias, otra vez, a Russel Westbrook. El vigente MVP lideró a los suyos y asumió toda la responsabilidad en la segunda mitad, sobre todo ante la ineficiencia de los suyos de cara al aro, y terminó el tercer periodo con 20 tantos.

La recta final del partido fue una montaña rusa de emociones. Los Jazz dejaron escapar una renta de once puntos a 5 minutos del final, con un triple de Westbrook que dejó el marcador con 92-91 a favor de los locales con minuto y medio por jugarse. Un tiro de dos de Derrick Favors aumentó la renta a tres puntos, y fue aquí cuando comenzó la locura. Los Thunder tuvieron varios tiros desde la línea de tres puntos gracias a que ganaron numerosos rebotes ofensivos, pero no consiguieron capitalizar y los árbitros no vieron una acción punible en un triple de Paul George, que hubiera empatado la contienda. Un par de tiros libres de Mitchell sellaron el triunfo, y el pase de los de Snyder a semifinales de conferencia. El rookie terminó con 38 puntos y una actuación que quedará para el recuerdo.

La serie de los Jazz, excelente

El pase de los Jazz a semifinales de conferencia ha sido, sin duda, completamente justo. Salvo el accidente del quinto partido (también mérito de los Thunder) y un primer encuentro en el que se les vio algo perdidos, Quin Snyder y los suyos han mostrado un nivel impecable a ambos lados de la cancha y se han impuesto a unos Thunder repletos de talento.

Por una parte, Donovan Mitchell ha completado una eliminatoria digna de los más grandes de este deporte, con números en anotación que no se veían desde el mismísimo Magic Johnson. Asumiendo responsabilidades en ataque y defendiendo a algunos de los mejores de la liga, Mitchell se ha consagrado como una estrella de la liga, y promete seguir brindando su mejor versión en lo que queda de playoffs. Por otro lado, no hay que olvidar a Ricky Rubio. A pesar de perderse el último encuentro por sus problemas en el tendón de lo corva, Ricky ha podido parar a Westbrook en la mayoría de partidos y además ha dirigido a su equipo de manera excelente. Su actuación en el tercer partido de la serie fue una de los mejores de su carrera al finalizar con un triple doble y una crucial victoria frente a su afición. Su recuperación será clave si los de Salt Lake quieren poner en problemas a los Rockets. En tercer lugar, imposible olvidarse del juego interior formado por Gobert y Favors, que defensivamente han demostrado que son una de las mejores parejas interiores de la liga.

Los Thunder, sin recursos

El problema principal de los Thunder a lo largo de la serie ha sido la falta de imaginación en ataque, y el recurrir constantemente al isolation con una de sus estrellas. Les fue bien en el primer encuentro gracias a un Paul George que lo metía todo, pero el resto de partidos han mostrado las carencias de los de Oklahoma en el aspecto ofensivo.

En lo referente a la figura de Russell Westbrook, muchos aficionados critican su actuación en los dos últimos encuentros de la serie, en los que tiró 81 veces a canasta (anotando 91 puntos). Es cierto que el vigente MVP no estuvo a su nivel en la primera parte de la eliminatoria, pero achacarle sus dos últimos partidos es demasiado duro viendo como se desarrollaron dichos encuentros. Carmelo estuvo desaparecido, y George se borró del sexto y definitivo partido, por lo que Westbrook decidió tomar el mando e intentar ganar por sus propios medios. Lo logró en el quinto, pero su acierto disminuyó la pasada madrugada. No hay duda de que podría haber tomado mejores decisiones, mejores tiros, en general podría haberlo hecho mejor para su equipo, pero fue el único en dar la cara en los momentos importantes.

De cara al futuro, el verano de los Thunder se presenta como uno de los más movidos en los últimos años teniendo en cuenta la opción de Paul George de salir al mercado. Sin embargo, y como indicaban ayer al finalizar el encuentro, aún es demasiado pronto para rumores y especulaciones.