El partidazo de la jornada traía el derbi de la Comunidad de Madrid entre el Real Madrid y el Estudiantes. Los dos equipos llegaban al partido en un gran estado de forma y querían demostrar a su rival regional quien era el equipo que mandaba en la capital. Un partido que se prometía apretado y en el que ambos equipos traerían intensidad, garra y lucha a la cancha.

El Movistar Estudiantes llegaba a esta jornada tras conseguir cinco victorias en seis partidos y querían seguir con esta buena racha en la competición nacional ganando nada más que a su máximo rival y al líder de la Liga Endesa. El equipo de Salva Maldonado quería seguir, además, con el buen hacer en la faceta ofensiva que consiguió en la última jornada con los 118 puntos anotados en la victoria en la pista del Obradoiro.

Por su parte, el Real Madrid llegaba, al igual que su rival en el día de hoy, en un gran momento de forma ya que había conseguido eliminar al Panathinaikos 1 – 3 en una serie de Euroliga en la que no tenía factor de cancha y selló, así, su pase a la Final Four de Belgrado. 

Además, el equipo de Pablo Laso quería seguir manteniendo a raya al Estudiantes y seguir con la racha de seis partidos consecutivos ante el conjunto colegial y seguir, así, como líder de la Liga Endesa con cinco victorias de ventaja sobre sus rivales

Inicio lento

Las más de 10 pérdidas en la primera mitad del Real Madrid permitieron al Estudiantes comenzar algo más concentrado, aunque ese buen hacer no duró mucho. El creciente acierto del equipo de Pablo Laso en ataque y los sucesivos fallos de Silven Landesberg, el máximo anotador de la Liga Endesa, hizo que el equipo de Salva Maldonado perdiera energía progresivamente.

El poco acierto de los titulares del Estudiantes de cara al aro hizo que el Real Madrid se despegase en el marcador y pudiera acabar el primer cuarto con cinco puntos de ventaja.

Diferencia clave en el rebote

La concesión de muy pocas segundas oportunidades por parte del Real Madrid y la diferencia en el rebote, 13 por parte del Estudiantes y 27 por parte del conjunto de Pablo Laso fue diferencial del porqué de la abultada diferencia que el equipo visitante tenía en el marcador al descanso.

El Real Madrid gracias al acierto de Trey Thompkins en ataque con su efectividad en el triple y la intensidad en defensa con dos tapones permitió que el Real Madrid se fuera en el marcador. Sin embargo, el Estudiantes no dio su brazo a torcer y pese a que Goran Suton y Silven Landesberg no estaban acertados en el triple, pudieron acercarse en el marcador.

Pero un momento de desconexión del equipo colegial le sirvió al Real Madrid para endosar un parcial de 2 – 11 e irse al descanso con una ventaja de 13 puntos

Salida explosiva del Real Madrid

El Real Madrid salió en tromba del descanso sin dar ninguna opción al Estudiantes. Un parcial de salida de 2 – 8 del equipo merengue fue una declaración de intenciones de lo que sería el cuarto. 

El acierto desde el triple, las segundas oportunidades concedidas en el rebote ofensivo y los continuos fallos del Estudiantes en el tiro fueron las claves del porqué de la abultada diferencia con la que el Real Madrid terminó este tercer cuarto en el que la reacción del Estudiantes se quedó en una idea.

Un cuarto sin historia

Período en el que el Real Madrid disfrutaba de una ventaja muy grande en el marcador y en el que Pablo Laso se dedicó a dar minutos a los menos habituales y en el que los jugadores de Salva Maldonado se dedicaron a hacer la guerra por su cuenta.

Tanto Landesberg como Brizuela como Suton estuvieron mucho más acertados en el tiro debido a que el Real Madrid se relajó en defensa y permitió que estuvieran más liberados para realizar sus tiros