El Real Madrid recibía al Delteco GBC en una nueva jornada de la Liga Endesa. El partido se sabía que iba a ser descafeinado, ya que la temporada regular de ambos equipos estaba concluida de forma satisfactoria. Con los vascos salvados matemáticamente y los merengues como primeros, la único narrativa del encuentro fue cómo iba a administrar Pablo Laso los minutos de los menos habituales.
El Madrid entró en el partido con un quinteto que sigue indicando que la cabeza de Pablo Laso ya está pensando en Belgrado y el CSKA de Moscú. Lo preocupante de los primeros minutos fue que los jugadores también parecían desconectados de un partido contra un rival complicado que ha hecho las cosas muy bien durante toda la temporada. En los primeros cuatro minutos el GBC se puso 0-9, pero Tavares fue capaz de anotar con un mate. Prácticamente, acto seguido, Swing anotó una bandeja al contraataque tras una nueva pérdida.
Tras un triple de Van Lacke, el pívot caboverdiano del Madrid y Chasson Randle sacaron la cara por el equipo y lo colocaron a tres posesiones de distancia. Los blancos pudieron reducir la diferencia con el paso de los minutos gracias a la intimidad en la zona del exjugador del Herbalife Gran Canaria. Pero, a falta de un minuto y medio, los jugadores visitantes empezaron a evitar la zona y a anotar cómodamente desde la media y larga distancia. Al final de los primeros diez minutos, Delteco GBC iba por delante en el marcador por diez puntos (12-22).
Con la salida de los jugadores madridistas de más rendimiento, los locales se metieron de lleno en el partido. Carroll, Ayón, Felipe y Llull remontaron hasta ponerse cuatro tantos arriba. Lo hicieron mezclando el acierto desde la zona y con los lanzamientos de tres puntos del escolta americano sobre todo. El parcial de 31-11 del segundo cuarto, los trece puntos de Carroll, y los once de Llull colocaron a los líderes de la Liga Endesa en una posición envidiable para encarar los siguientes veinte minutos de encuentro.
Los siete puntos consecutivos de Daniel Clark no le sirvieron demasiado a su equipo para reducir el déficit en el electrónico. Su triple y un posterior 3+1 no le dieron alas a los donostiarras y pasado el umbral de los cinco minutos, la diferencia se amplió a los trece tantos. Las pérdidas del Delteco les penalizaron de gran manera, y el partido se les empezaba a escapar. La dirección de juego del Madrid tampoco era especialmente buena, con Randle en pista, el balón no recorría las manos de todos los jugadores en pista. Sin embargo, esa pequeña deficiencia en el juego la sustituía el ex de los Knicks con agresividad en las penetraciones y un acierto aceptable desde la línea de triple.
Tavares completó su partido más completo en su carrera en el Real Madrid en la Liga ACB. A su habitual intimidación y facilidad para el tapón, añadió acierto en el ataque y no solo con mates. Cuando su par le dio unos metros de distancia desde fuera de la pintura, el pívot de casi 2,20 de estatura anotó dos tiros con bastante solvencia, Si consigue hacer esto consistentemente, prácticamente nadie en Europa podrá detenerle.
Ayón fue protagonista de una jugada muy fea. Hizo una falta en ataque, que bien podría haber sido antideportiva. Le realizó un placaje digno de lucha libre o de rugby. Una acción completamente injustificable en un choque que ya estaba decidido. Con la salida de los jóvenes del GBC, los vascos se acercaron en el marcador. Llull, que acabó rondando los veinte puntos, se encargó de responder las buenas acciones de sus rivales. El 87-75 fue el resultado final.