Pues ya está. Ya se sabe. La decisión que llevaba preocupando a todas las franquicias durante varias temporadas, ha sido tomada. El siguiente equipo que acogerá a 'El Rey' será Los Angeles Lakers. Una franquicia histórica, la segunda más laureada de toda la historia de la NBA, y un auténtico gigante que siempre ha competido, a excepción de esta última mala racha que están sufriendo. 'El elegido' marcha así hacia el lejano Oeste, donde siempre le han dicho que allí no tendría tantas facilidades, para quizá, tratar de agigantar su leyenda.
Se va a los Lakers, que no son, ni mucho menos, un equipo fácil. En el centro de todas las miradas siempre, una de las masas mediáticas más grandes de todo el mundo, que solamente tienen en mente un verbo: ganar. Todo lo que no sea eso genera críticas infinitas, ya sea a sus jóvenes rookies o a tus veteranas estrellas.
Además es un gran triunfo de Magic Johnson en el reclutamiento. El ex-jugador de la franquicia es presidente de operaciones. Él mismo ha reconocido en multitud de ocasiones que no tiene ni idea de gestión financiera, por lo que su función principal es esta, atraer agentes libres. Su carisma sigue siendo infinito, y en esta ocasión ha demostrado ser además un gran gestor. Ha conseguido probablemente a uno de los mejores agentes libres de todos los tiempos, y solamente eso ya le sitúa en la parte más alta de los directivos de la franquicia.
Otro triunfo de la franquicia californiana, es además el contrato. El de Akron firmará 154 millones de dólares por cuatro temporadas, siendo la última opción de jugador. Durante su última estancia en Cleveland, el jugador ha ido firmando contratos de poco en poco, de año en año, lo que convertía cada verano en un mar de dudas a sus jefes. Este contrato asegura a los Lakers al menos tres años para montar un proyecto alrededor de LeBron, aunque cada año que pasa será más difícil por que James sigue sumando años, que en algún momento, debería empezar a notarse.
Además, LeBron no va sólo a los Lakers. A falta de algún agente libre de renombre, los angelinos han empezado a traer piezas complementarias para ayudarle a él y a los jóvenes. JaVale McGee , KCP y Lance Stephenson (su gran rival) irán también a los Lakers para mejorar esa plantilla.
Sin embargo, todavía queda lo más difícil, para LeBron y para Lakers. Aunque el equipo está lleno de jóvenes promesas, estos jugadores no son una realidad, y deberían dar un salto gigantesco o convencer a alguna otra estrella para que se una a su proyecto. En una conferencia con Golden State Warriors, Houston Rockets, necesitará algo más de ayuda si quiere tener al menos, posibilidades de llegar a las finales.
Las reacciones a la noticia no se han hecho esperar. El mundo del deporte en general, con el del baloncesto en particular, ha reaccionado a la noticia, y en Twitter no se hablaba de otra cosa.
Uno de los primeros en usar esta red social fue Kyle Kuzma, haciendo notar su inmensa alegría por compartir vestuario con el jugador más determinante de la liga. El jugador de segundo año ha compartido dos tweets: el primero, celebrando la llegada de LeBron y el segundo, abrazándose a su nuevo compañero.
También otras leyendas de los Lakers, como son Kobe Bryant y Kareem Abdul Jabbar, daban la bienvenida a Los Angeles Lakers a su nueva estrella.
Mientras, otros usuarios de las redes sociales preferían hacer burla y escarnio del estado en el que se quedaban los Cleveland Cavaliers tras la marcha del rey. Comentarios sobre las finales seguidas que podrían alcanzar los Celtics, de cual era el nivel en el que se quedaba la conferencia Este tras la marcha del LeBron. Chistes de los Cavaliers desintegrándose se sucedían sin parar, y menciones de todo tipo al nivel monstruoso que puede tener la conferencia Oeste.
El movimiento del año de la liga, sin duda, dejará un reguero de comentarios a lo largo de varias semanas. Las implicaciones de este movimiento son innumerables, y en su mayoría impredecibles. Lo que si es seguro es que la historia de la liga, lo que podría haber sido y no será para muchos equipos, ha cambiado para siempre.