Es bien sabido en la NBA que Oklahoma City Thunder es sinónimo de reconstrucción. Desde hace varios años, el plan de Sam Presti continúa su curso, pero dejando ciertos destellos de calidad en el desarrollo de sus jóvenes.
Shai Gilgeous-Alexander, su jugador franquicia, ha dejado atónita a la liga. Es conocido desde el inicio de su carrera por su talento, pero nunca ha llegado a explotar de la manera que lo está haciendo la presente campaña. No solo recuerda a Kobe por su instinto anotador y la variedad de sus recursos, sino que sus números rozan los históricos registros del MVP unánime de Stephen Curry. La línea que sigue desde que aterrizó en la NBA es claramente ascendente. Desde su debut en Los Angeles Clippers en 2018 (10.8 puntos) hasta hoy (31.1 puntos) se observa una evidente mejoría.
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Un diamante en bruto
El base de 24 primaveras es actualmente el tercer máximo anotador de la competición, por detrás de Doncic (34) y Curry (31.6). Del mismo modo, en este momento se encuentra rozando el selecto grupo 50-40-90. Esto es, promediar al menos dichas cifras en tiros de campo, tiros de tres y tiros libres respectivamente (51.9%-38%-91.7%).
Shai Gilgeous-Alexander es el líder del vestuario. Por su parte, Mark Daigneault (sin ser destacable tácticamente) parece haber acertado con el estilo de juego, con el que Shai es el gran beneficiado. La temporada pasada sufrieron en el tiro exterior con uno de los peores porcentajes tanto en volumen de intentos como de acierto desde las esquinas. Sin embargo, el ataque estático de OKC se fundamenta en aclarados que le otorgan a su joya perimetral libertad creativa. Tratan de abrir la cancha lo máximo posible, debido a que carecen de una referencia interior clara.
El entrenador quiere exprimir el potencial de su plantilla mientras el canadiense esté en pista. Es muy pronto para afirmar nada, pero tanto él como su compañero Jalen Williams (elección número 12 del Draft) han comenzado con muy buen pie. El rookie ha aportado 13.8 tantos en los últimos 5 partidos. El small ball puesto en práctica por Daigneault ha logrado aumentar el porcentaje de triples convertidos. Shai es un extraordinario ejecutor del 2x2 (tanto pick&roll como pick&pop) y a su vez ha crecido como generador de juego (6 asistencias por encuentro). También, su explosividad a la hora de penetrar genera desajustes defensivos y provoca cuantiosas faltas. Al atacar el aro, alterna entre la creación de su propio tiro o de mover el balón a sus compañeros.
Pese a ello, prefieren optar por un mayor número de transiciones rápidas. Este curso, Oklahoma es el equipo que más lanzamientos realiza por cada 100 posesiones, aunque solo convierten un 47 % de ellos. Su ataque no es ni mucho menos el más fructífero de la asociación (111.4 puntos por cada 100 posesiones), aunque tampoco el peor, dado que se sitúan en la mitad de la liga (16°). Atrás tampoco están para muchas celebraciones. Ni siquiera Lu Dort puede elevar su defensa, que es la octava empezando por la cola (22°) y permite 113.1 puntos por cada 100 posesiones.
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A la espera de Holmgren
Los Thunder han dado un paso hacia delante para competir por el Play-In. A la espera del regreso de su reciente número 2 del Draft, Chet Holmgren, parece que el tanking no es una opción a pesar de tener a un atleta generacional como Victor Wembanyama a la vuelta de la esquina. Además del talento, sonríen en las oficinas, ya que cuentan con una gran gama de futuros picks interesantes (hasta 17 en los próximos 3 años). Cabe destacar que la misión del cuerpo técnico es analizar y desarrollar a sus jugadores por encima de lograr éxitos a corto plazo.
En Oklahoma evalúan a sus piezas y a sus respectivos procesos de cara al futuro. El actual récord de 7-11 los sitúa decimosegundos en la Conferencia Oeste. Ahora mismo en tierra de nadie, la tendencia al alza de la franquicia apunta a pelear una clasificación para las eliminatorias, puesto que dispondrán de un ala-pívot como Holmgren para complementar a Shai, el cual posee cualidades similares al ya mencionado Wembanyama.