El escolta del Baskonia cumplirá su segundo año de contrato con los azulgranas después de que firmara hasta el 2018. Posteriormente de que enamorara a la afición vitoriana con su intensidad defensiva, iniciará otro año con el club de Zurbano con un diferente entrenador y prácticamente una nueva plantilla. El jugador de 26 años nacido en Jesenice (Eslovenia), estadísticamente no hizo una gran temporada, pero en este caso los números engañan. El ex jugador de la Estrella Roja, en la competición nacional promedió 6.8 puntos, 2.6 rebotes (uno ofensivo) y casi una asistencia para 5.4 de valoración. 

El "maldito overbooking"

Llegaba la parte final de la anterior campaña con un Baskonia dolido tras el palo recibido en la Final Four de Berlín. Ese triple de Adams que no quiso entrar y esa prórroga... aunque fue un momento bonito y duro al mismo momento, muchos aficionados vitorianos siempre tendrán que llevar esa cicatriz en el cuerpo. Tras el batacazo, tocaban jugar los playoffs de la Liga Endesa, y Perasovic y Querejeta-el entrenador y el presidente-veían la plantilla alavesa con cosas por mejorar. Entonces decidieron fichar a Michael Roll, jugador que juega en la misma posición de Blazic, de escolta. 

Esto trajo un "overbooking" en el Baskonia. Tenían que seleccionar 12 jugadores para poder jugar la parte final de la temporada y desafortunadamente estaban 13 como para jugar-Causeur sería el decimocuarto, pero por las molestias en la espalda no podía disputar-. Al final, Peras decidió que dejar fuera de la lista al esloveno sería la mejor ocasión para los suyos, cosa que no funcionó. He aquí la etapa de Roll como jugador del Baskonia: breve y decepcionante.

¿Qué se espera de él?

Lo menos que se la va a pedir a Blazic es defender, puesto que antes de dar la orden está en campo contrario con el culo bajado, la espalda recta y las manos activas. Quizás al esloveno le faltará calidad en algunos aspectos ofensivos pero nunca la actitud. Aunque solo estuviese un año a la disposición del conjunto patatero, enamoró a toda la afición y se convirtió en uno de los ídolos de los aficionados alaveses. Resumiendo, seguro que se le verá a Jaka defendiendo "su casa"-la canasta-como un perro de presa.

A pesar de que no sea un gran tirador, cuenta con otros fundamentos básicos ofensivos. Como está citado anteriormente, promedió prácticamente un rebote ofensivo por encuentro. Lee perfectamente estas situaciones ofensivas y dar una oportunidad más al equipo para meter canasta siempre suele ser del agado del "coach". 

Una de las cosas que más se le pidió el año pasado fue leer el momento de atacar. Muchas veces se comía tapones por penetrar contra "17 jugadores", como le reprochaba su antiguo entrenador croata. Además, parece que deberá echar una mano subiendo la bola de un campo a otro.