En un equipo donde parece que algunos veteranos, como Zoric, Nachbar o Triguero, van a tener mucho peso, destacan la juventud y el talento de Marc García, de tan solo veinte años. El alero catalán llega desde Barcelona para crecer y ser un jugador importante en el panorama español y, si es posible, internacional. Nadie duda de su calidad. La ha demostrado durante los últimos años. No en vano, es una de las promesas más firmes de nuestro baloncesto para continuar con la generación de Oro, para seguir repitiendo éxitos.

García acaba de llegar a Sevilla con intención de ser importante en las dos temporadas que, en principio, el Betis Energía Plus podrá disfrutar de él, ya que es propiedad del Barça. El club culé confía en su proyección y, por ello, espera que crezca lo máximo posible durante su ausencia. Prueba de su calidad es el hecho de que lleva desde los 16 años acudiendo a las categorías inferiores de la selección española, con la que ya tiene tres medallas (bronce en el Europeo sub-18 de 2013, y plata y oro en los Europeos sub-20 de 2015 y 2016) y también reconocimientos personales. Este mismo verano fue nombrado MVP del Eurobasket sub-20 tras ser uno de los baluartes del equipo español después de anotar 14 puntos por partido y 21 en la gran final.

Oriundo de Manresa, el alero comenzó a jugar al baloncesto impulsado por su padre, aficionado al deporte de la canasta, que también había practicado. Tras destacar en su ciudad natal, fue reclutado con 16 años por el Barça como juvenil. No obstante, en su primera temporada en la capital catalana ya llegó a debutar con el filial culé, en LEB Oro, plantilla en la que fue un fijo al año siguiente. Convencido de su potencial, fue cedido al Manresa con tan solo 18 años. Sin embargo, en su primera experiencia en ACB no tuvo demasiada continuidad. Disputó 28 partidos a la categoría a la que ahora vuelve, jugando poco más de diez minutos por encuentro y anotando un promedio de 3,8 puntos. De vuelta a la entidad blaugrana, volvió al segundo equipo, en el que la pasada temporada sí disfrutó de minutos para desarrollarse al ser un jugador importante. En casi media hora de juego, superó la decena de tantos de promedio.

Ahora, demostrada su calidad, quiere plasmarla al más alto nivel. Excelso tirador desde distancias largas, llega con más madurez que cuando estuvo en Manresa y ese es un factor a tener en cuenta. García está ilusionado en Andalucía, convencido de que “es una gran oportunidad”. Si todo marcha bien, el Sevilla disfrutará del rendimiento del joven alero y el Barça recibirá en un par de años un jugador listo para jugar al más alto nivel.