Victoria "in extremis" para encarrilar la salvación

Movistar Estudiantes ha logrado la victoria en un partido muy ajustado frente al cuadro manresano para certificar la salvación y hundir más si cabe, al equipo catalán.

Victoria "in extremis" para encarrilar la salvación
Edwin Jackson desborda para acabar anotando (ACB photo/ E.Candel)
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Por Nacho Mata

Este partido lo encaraban ambos equipos en situaciones muy distintas. El conjunto madrileño con un amplio colchón sobre los puestos de descenso, y el conjunto barcelonés con una gran desventaja respecto a los equipos que a dia de hoy mantendrían la categoría. A pesar de ello ambos equipos persiguen el mismo objetivo, la salvación.

Se juntaba el hambre con las ganas de comer en el centro de la capital en el domingo de resurrección. A pesar de ello el partido empezó muy frío, les costó mucho entrar en el partido, pero en cuanto lo hicieron se pudo ver un partido frenético.

Los manresanos comenzaron con un parcial de 0-6 que pronto afrontarían los colegiales poniéndose por delante. A partir de aquí vimos mucha igualdad en el encuentro, las defensas no eran del todo malas, pero sobre estas imperaba el gran acierto de ambos equipos. 

El cuarto inicial finalizó con un canastón de Jaime que evitó que el colista acabase por delante al final de este, que concluyó con los estudiantiles ganando por cuatro puntos.

Al tercer minuto del segundo periodo apareció el nuevo jugador del conjunto local para meter cinco puntos seguidos y abrir brecha en el marcador, aunque esto no sirvió de nada, ya que los de Ibón volvieron rápido a apretar el marcador.

Así los de Maldonado consiguieron irse al descanso por delante, aunque en el palacio se respiraba un sentimiento de insatisfacción, ya que la grada no estaba contenta con que su equipo estuviese sufriendo ante el farolillo rojo.

Como no podía ser de otra manera a la salida de los vestuarios nadie conseguía escaparse, jugadores como Cook o Grimau lo intentaban, pero cuando en el sexto minuto del tercer parcial el conjunto azulón quería romper el partido aparecía Auda para evitarlo.

El miedo en la grada iba creciendo cuando el cuarto definitivo empezaba con los catalanes a tiro de ponerse por delante. Como se vio en el tercer cuarto las defensas se habían puesto en serio y se estaba notando en la anotación, que si no descendió más fue por el acierto que se pudo ver desde la franja de tiro libre.

Cuando ya se habían jugado los primeros 120 segundos del cuarto periodo los de Maldonado lo volvieron a intentar. Se pusieron seis arriba, pero esta vez el jugador que lo evitaba con un triple muy meritorio era Machado.

Los de rojo se lo empezaban a creer, entraban a lo que en Estados Unidos se llama clutch, ya que el marcador reflejaba un empate a 76 y restaban cinco minutos de juego.

Salva decidía en este momento dar entrada a un jugador que ha vivido muchas situaciones similares a esta, al señor Savané. La jugada le salió muy bien, ya que el senegalés se marcó dos defensas sobresalientes y encestó dos canastas consecutivas para poner un ligero colchón a falta de tres minutos.

El Manresa no bajó los brazos, Cvetkovic volvió a apretar la contienda y en la capital española se temían lo peor. Suton no fallaba desde la franja, 4/4 en tiros libres en dos jugadas consecutivas para seguir defendiendo la pequeña ventaja que ostentaban en ese momento, que parecía insalvable, seis puntos a falta de poco mas de un minuto.

A pesar de ello los del norte tiraron de tesón, Jaime hizo una falta estúpida en bonus para que Cvetkovic recortara distancias. El serbio quería más, y robó el pase de Jackson en la salida de presión para meterse de lleno en la que podía haber sido su quinta victoria.

Durante los siguientes 15 segundos hubo un intercambio de tiros libres entre Auda y Fernández, por lo que la ventaja del conjunto local seguía siendo de dos puntos, y a falta de 45 segundos tendrían el balón.

El siguiente en visitar la línea fue Alec Brown, que a pesar de su partidazo y su bárbara muñeca falló uno de lo tiros libres, por lo que los de Ibón Navarro estarían a un tiro de tres de forzar la prórroga cuándo aún quedaban unos 40 segundos.

Los Barceloneses jugarían para acercarse a otra victoria para seguir soñando, pero la jugada acabaría con una falta de Cook sobre Machado, que tendría que ganarse los puntos de tiro libre.

El alero metió tan sólo el primer tiro libre, el segundo lo falló y Grimau capturó un rebote crucial para el devenir del partido a falta de 27 segundos. Inmediatamente recibió una falta que canjearía al no fallar desde la recta del 3,25.

Con un marcador de 92-88 el estudiantes cometería otra falta tonta a Cvetkovic, que les metería en el partido, ya que el ex del estrella roja metió los dos para forzar un 92-90 a falta de 20 segundos.

La falta intencionada que tenían que hacer los visitantes la recibió el veterano Omar. Les salió bien la jugada, ya que el neoyorquino solo anotó el segundo.

El antiguo “TDK” tendría una posesión de unos 13 segundos en la que un triple les habría valido para forzar un desempate en la jornada matinal. Por suerte para los aficionados que estuviesen hambrientos, a Pere Tomás se le salió de dentro, por la impotencia Jackson recibiría una antideportiva que aprovecharía el escolta francés para añadir dos puntos a su cuenta particular.

PlayOff, ¿sueño o objetivo?

Tras esta jornada el Movistar Estudiantes está posicionado a dos partidos y medio de la postemporada que ahora mismo delimita el Morabanc Andorra. Al calendario solo le quedan cinco partidos por disputarse, uno de ellos es de descanso para el cuadro colegial y los otros cuatro son muy exigentes. Es difícil, pero aún es pronto para saber si estar entre los ocho mejores es un sueño o un objetivo.

¿Es la salvación una utopía para el Basquet Manresa?

El equipo de Ibón Navarro esta completamente contra las cuerdas. Muchos han sido los partidos que ha disputado hasta que ha sonado la bocina, pero muy pocos los que se han saldado con victoria. Cinco partidos por delante, cuatro de desventaja. Es casi imposible, pero no tengan duda de que los catalanes lucharán hasta que las matemáticas dejen de apoyar.