El Barça Lassa no levanta cabeza

El FC Barcelona cae contra Gran Canaria en un partido que vuelve a demostrar los males del equipo y hunde a los de Sito aún más en una racha que va de mal en peor.

El Barça Lassa no levanta cabeza
Gran Canaria hunde aún más al Barça. | Fotografía: Noelia Déniz
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Por Santiago Arxé Carbona

El FC Barcelona debía recibir, tras la enésima derrota en Euroliga, a un Gran Canaria que está dando mucha guerra en esta edición de la Liga Endesa. Después de caer contra el Real Madrid en un partido que dejó muy tocados a los azulgranas, tocaba volver a poner la cabeza en la competición local.

Pese a un buen inicio por parte de ambos equipos y unos primeros 15 minutos muy competidos, el Barcelona volvió a sus malos hábitos y echó por tierra cualquier opción de luchar por el encuentro. El equipo volvió a mostrar la falta de confianza a la hora de finalizar jugadas sencillas o de tomar decisiones y los canarios no lo desaprovecharon. Con una buena defensa, Gran Canaria desarboló el ataque azulgrana, mientras ellos sacaban petróleo de manera constante.

De nuevo, la imagen de los locales dejó mucho que desear en un encuentro en que volvieron a quedar patentes los males del equipo. La mala racha parece estar consumiendo el ánimo de unos jugadores que cada vez se ven, ellos mismos, menos capaces de remontar la situación.

Una de cal y otra de arena

Sabedores de la importancia de esta doble jornada que se avecina en Euroliga, el Barça saltó a pista con muchos cambios en un quinteto realmente renovado. Con la intención de dar algo más de descanso a algunos de los más habituales, Sito decidió comenzar el encuentro con Heurtel, Ribas, Sanders, Moerman y Tomic, dejando a Hanga y Séraphin en el banquillo.

Este quinteto tan poco habitual necesitó de unos minutos para adaptarse al inicio del partido. Unos minutos que aprovechó Gran Canaria para marcar el ritmo del partido de manera momentánea, liderados por un gran Mekel que anotó nueve minutos en los primeros cuatro minutos y medio.

Sin embargo, los canarios nunca fueron capaces de poner más de cinco puntos de por medio entre ambos conjuntos, dejando siempre la puerta abierta para que los azulgranas luchasen por el liderato. Los de Sito pudieron mantenerse cerca, en ese periodo, gracias a un Moerman que estuvo muy activo sin la presencia de Séraphin en pista.

Pese a eso, es imposible negar la importancia del pívot francés y cómo cambió el partido cuando  Sito decidió darle sus primeros segundos en pista. Y es que Kevin Séraphin fue vital para el gran final de primer cuarto que vivieron los locales. Una importancia del pívot francés que queda más que demostrada con las últimas jugadas de ese primer periodo.

Y es que Séraphin se encargó de echar por tierra las opciones de Gran Canaria de anotar con su última posesión del cuarto con un grandísimo tapón mientras, al otro lado de la pista, terminó el periodo con una genial bandeja. Freno y acelerador, Séraphin definió el juego desde que saltó a pista.

Heurtel fue el mejor jugador del Baça. | Fotografía: Noelia Déniz
Heurtel fue el mejor jugador del Baça. | Fotografía: Noelia Déniz
 

El segundo cuarto comenzó con la dinámica del primero. El Barça continuó su pequeña remontada aprovechando la inercia del parcial anterior y demostraron ser capaces de controlar el tempo durante ciertos momentos del partido.

Sin embargo, los locales fueron también capaces de mostrar su peor cara. Con uno de esos pésimos parciales que empiezan a caracterizar a este Barça, los locales echaron por tierra todo lo trabajado en la primera mitad. Ataques predecibles y pésimas rotaciones defensivas fueron lo que acabaron por destrozar la primera mitad.

Tan pronto obtuvo la ventaja el Barça como la desperdició el permitir que Gran canaria terminase la primera mitad por todo lo alto. Y es que los visitantes aprovecharon la pasividad local para realizar un grandísimo parcial de 19-10 para marcharse con siete de ventaja a la media parte (37-44)

El drama continúa

Si bien puede ser complicado arrastrar rachas positivas, las negativas se enganchan como auténticas sanguijuelas al equipo. Algo así le pasó al FC Barcelona al inicio de la segunda mitad. Por mucho que intentasen y quisiesen cambiar, la mejora en el juego parecía imposible.

Una mejora en el juego que no aparecía ni en ataque ni en defensa, donde el Barça se mostró especialmente pasivo en los primeros minutos. Gran Canaria aprovechó el poco acierto de los locales de cara a la canasta, así como sus pobres decisiones defensivas, para forjar un parcial de 12-5 que los puso 14 puntos por delante en el marcador (42-56).

Tras ese parcial, el Barcelona se vio totalmente contra las cuerdas, e intentó reaccionar. Gracias a un pequeño parcial, se pudieron colocar a ocho, pero eso fue todo lo que lograron. Algo que lograron, sin embargo, gracias un cambio de mentalidad, sobre todo, en defensa. Una defensa que había sido prácticamente invisible al inicio de la segunda mitad, con la primera personal azulgrana llegando pasados los cinco minutos de juego.

Entra unas cosas y otras, el Barcelona se veía incapaz de recortar distancias reales con un Gran Canaria que frenaba cualquier intentona de los locales. Los canarios consiguieron marcharse, de tal forma, con 11 puntos de ventaja al último periodo, y no verían disminuir su renta en prácticamente ningún momento.

El Barça volvió a intentarlo al inicio del último periodo y, liderados por Heurtel y sus 17 puntos en la segunda mitad, consiguieron colocarse a ocho puntos de los canarios en cuestión de minuto y medio. Sin embargo, su gasolina pareció terminar ahí. Algo que notó Gran Canaria, que aprovechó toda debilidad azulgrana para controlar el partido de una manera magistral.

La mala racha del Barcelona comienza a pesar en sus jugadores. | Fotografía: Noelia Déniz
La mala racha del Barcelona comienza a pesar en sus jugadores. | Fotografía: Noelia Déniz

Un gran Eriksson, con ocho puntos en el último cuarto, terminó por derrotar a un Barça que no pareció nunca creerse sus opciones de remontar. Justamente cuatro puntos de Eriksson y tres de Balvin son los que dieron a Gran Canaria un parcial de 7-0 para colocarse 18 puntos por delante (68-86) a dos minutos y 15 segundos del final del partido.

Fue entonces cuando el Barça mostró su mejor versión, luchando cada jugada como si fuese la última. Pero es que eran las últimas. El gran esfuerzo de los locales en los instantes finales no sirvió para nada que no fuese maquillar el resultado.

Finalmente, el Barcelona acabó sufriendo otra victoria en casa, complicándose las cosas no solo en Europa, sino también en la liga española. Con tres derrotas en los últimos cuatro partidos de Liga Endesa en el Palau, los de Sito Alonso comienzan a descolgarse peligrosamente de la cabeza de la clasificación.

Tras este partido, catalanes y canarios igualan su balance en la Liga Endesa con ocho victorias y cuatro derrotas, empatando así en la cuarta posición de la tabla.

Ahora, el club azulgrana se encuentra delante de una de las semanas más complicadas y decisivas para su futuro más inmediato. Con dos partidos de Euroliga por delante, contra Unicaja en casa y contra Baskonia en Vitoria, los próximos cinco días pueden marcar la temporada.

Por su parte, Gran Canaria se enfrentará a Dolomiti el próximo miércoles 20 e intentará seguir en cabeza del Grupo D de la Eurocup. A su vez, deberán prepararse para recibir al Betis el próximo sábado 23 en esa peculiar jornada 13 de la Liga Endesa que se jugará en un lapso de semana y media.