Anuario VAVEL FC Barcelona Lassa 2017: un año difícil de olvidar

El Fútbol Club Barcelona Lassa vive una época difícil, con pequeños intentos de mejora que no llegan a provocar ningún cambio, el de volver al éxito o al menos llegar a intentar algo grande. Toca analizar lo que ha dado de sí el 2017 para un Barcelona de baloncesto que entre la temporada pasada y lo que lleva de la actual solo ha hecho que acumular decepciones para sus aficionados. Lo que la temporada 2016/2017 fue un bochorno insufrible, esta temporada parece que también va por ese camino. Pero solo queda pensar en una cosa, en esta vida todo cambia.

Anuario VAVEL FC Barcelona Lassa 2017: un año difícil de olvidar
Fotomontaje: Amit Gayà Salat (VAVEL.com)
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Por Amit Gayà Salat

El año 2016 también fue un año difícil para el Barcelona, aunque no fuera tan grave como lo que ha ocurrido este 2017. En el tiempo transcurrido durante la temporada 2016/2017 y en el tramo ya disputado de la temporada 2017/2018, se han vivido de los peores momentos en el club blaugrana.

El fin de una era histórica

Con Xavi Pascual todavía en el banquillo, el equipo consiguió llegar a los cuartos de final de la Euroliga, aunque acabó eliminado por el Lokomotiv Kuban y llegó a la final de la Liga Endesa donde fue atropellado por un Real Madrid muy superior. El equipo blanco, remontó el 1-0 que impuso el Barcelona en el primer partido. Y en Copa del Rey, Bilbao Basket superó al conjunto blaugrana en cuartos por un punto, 72 a 73.

El verano de 2016 supuso un verano muy movido. En octubre, arrancaba una temporada en la que Xavi Pascual dejó el banquillo. El entrenador catalán, que llevaba 8 años en el cargo, hizo las maletas hacia Grecia fichando por el Panathinaikos dejando un palmarés importante en la entidad catalana. 4 ligas, 4 supercopas, 3 Copas del Rey y la Euroliga en 2010, fue lo que se consiguió con Pascual en 8 años. En total 12 títulos.

Tras dos temporadas sin ningún título, parecía que en Barcelona se necesitaba un cambio. Junto a Pascual se fueron jugadores muy importantes como Satoransky y Abrines, que pusieron rumbo a la NBA porque creyeron que el proyecto se había acabado.

 

Bartokas en su presentación como entrenador del Barcelona. | Fuente: FC Barcelona.
Bartokas en su presentación como entrenador del Barcelona. | Foto: FC Barcelona.

 

Por ello se aposto por el primer entrenador griego que entrenaría al Barça. Se trata de Georgios Bartzokas, quien llevó a un modesto Lokomotiv Kuban a los playoffs de la Euroliga, precisamente eliminando al Barcelona. Aunque no consiguió ganarla, hizo una gran gesta. Muchos de los jugadores de esa plantilla pusieron rumbo a mejores equipos de Europa y de la NBA. Por ejemplo, Delaneey o Randolph quienes fueron los mejores de ese equipo, uno se fue a la NBA y el otro fichó por el Real Madrid.

Se apostó por Bartzokas por el carácter fuerte que se le veía y por la convicción en su juego. Por ello se ficharon jugadores del mismo estilo como Tyrese Rice o Victor Claver, ambos procedentes del baloncesto ruso. Junto a Petteri Koponen, parecían fichajes ilusionantes, tanto entrenador como los jugadores, pero no ocurriría así.

Bartzokas contra el Fc Barcelona

La temporada empezó con un Barcelona superando al Real Madrid en la Supercopa Endesa en semifinales, aunque perdió frente a Gran Canaria en la final. Seguidamente, con una racha muy buena de resultados, concedió solo tres derrotas en once partidos y el equipo parecía estar motivado. Pero un cúmulo de lesiones desanimaron al equipo, sobre todo la de Pau Ribas. El jugador catalán se rompió el tendón de Aquiles y sería baja toda la temporada 2016/2017. Las lesiones empezaron a trastocar los planes de Bartzokas, aunque hay que decir que eso no estaba en sus manos. Además de la de Pau que era de larga duración, a medida que avanzaba la temporada se iban lesionando jugadores. A 25 de enero de 2017 el Barcelona ya sumaba diez lesiones y esto se empezó a palpar en el juego.

El equipo se encontró con un panorama nada cómodo. Un equipo sin ideas, con jugadores jóvenes y de poca experiencia en Europa liderando al equipo, quienes acabaron superados por la presión. Hablamos de Stefan Peno y los bases que llegaron. Tras la lesión de Rice, se ficho a Alex Renfroe. Después se lesionó Renfroe y se fichó a Xavier Munford. Dos incorporaciones forzadas y necesarias a causa de las lesiones. Ninguno de los dos, a los que se incluye Rice, dieron la talla. En un principio Stefan Peno, un joven base de la casa, iba a ser quien tuviera más minutos pero no dio el rendimiento que se esperaba y Alex Renfroe le quitó el sitio. En el equipo también hubo un jugador que tuvo mucho protagonismo, se trata de Vezenkov. Este sí que fue uno de los que se salvó y pudo demostrar su calidad, algunas veces incluso echándose el equipo a las espaldas.

Entre tanto se fichó a un Víctor Faverani que solo pudo decir hola y adiós a sus compañeros. Fichado con urgencias, como los dos otros jugadores, solo duró diecisiete partidos en el feudo blaugrana marchándose por la puerta de atrás. Igual que Jonathan Holmes que solo duró dos meses y jugó diez partidos.

Entre medio de ese mar de lesiones el Barcelona sufrió duras derrotas como la de la Euroliga frente al Real Madrid por un abultado 63-102. Una derrota que continuaría con el desastre tanto en Liga como en Liga Endesa, como en Copa del Rey.

Foto del final del partido entre Barcelona y Real Madrid que acabó 63 a 102. | Foto: FC Barcelona.

Las navidades de 2016 en Barcelona fueron de todo menos felices. Con la afición criticando al entrenador griego, a los jugadores y sobre todo a la directiva solo hacía falta desear para 2017 un regalo, un lavado de mente. Peró la vida siguió igual.

El año empezó al mismo ritmo, la primera derrota de 2017 se produjo en Bamberg. Además, se sumaron derrotas en casa como la paliza de Baskonia (79-93) o la en teoría inesperada victoria del Galatasaray, que en ese momento iba último en la clasificación. Y en Liga seguía con la misma tónica, derrotas frente a equipos inferiores y que eran más consistentes. Pero el Barça acabó la primera vuelta de la Liga Endesa, quinto en la clasificación, lo cual le daba acceso a la Copa del Rey, pero nada ocurrió fuera de la línea. Aunque ganara a Unicaja, un Valencia superior le pasó por encima y el Barcelona se quedó lejos de ese Real Madrid que acabaría ganando el título. Una copa que el Barcelona no gana desde la temporada 2013-2014.

Tal como iba la temporada, se pedía una cosa. Una palabra que se repetiría en la cabeza de todos los jugadores más de una vez. La regularidad. Algo que se pedía, al menos, en casa frente a su propia afición y que no se produjo. El entrenador griego era preguntado por su continuidad, debido a la mala temporada que estaban realizando, pero él creía que eso no era cuando acababan los partidos siempre fue preguntado por su continuidad, pero él creía que solo debían importar las circunstancias del juego.

La temporada acabó de la peor forma posible. En Euroliga en onceava posición con sólo 12 victorias en 30 partidos y en Liga Endesa el camino fue casi el mismo. Eliminado en cuartos por un Valencia que acabaría ganándola frente al Real Madrid. La eliminatoria no tuvo sorpresas y el Valencia ganó los dos partidos en casa para clasificarse.

“En ningún momento se notó la unión entre los jugadores y el entrenador.”

Durante la temporada, los jugadores no dieron el rendimiento esperado y se vieron con impotencia en muchos momentos de la temporada. Es verdad que las lesiones no ayudaron en la planificación, pero el equipo no tenía las cosas claras. Haciendo más o menos este balance, Nacho Rodríguez y Albert Soler decidieron rescindir el contrato de Bartzokas y se marchó con muchos menos aplausos que halagos. El objetivo era cambiar de estilo para conseguir nuevos retos, pero no se consiguió.

Sito alonso: ¿la nueva esperanza?

Cuando lo que pasaba la temporada pasada parecía un problema de planificación, parece que en la situación de esta temporada el problema es el juego. Pero la maldita irregularidad sigue imperando a sus anchas en los partidos del Barcelona. Mientras hay partidos que se ganan con mucha claridad y contundencia, hay partidos que se pierden con mucha inferioridad.

Tras el desastre de la temporada pasada, la directiva acabó decidiéndose por la contratación de Sito Alonso, quien ha tenido una pequeña trayectoria entrenando a los tres mejores equipos vascos. Guipuzkoa Basket, Bilbao y Baskonia.

Sito Alonso en su presentación como entrenador del Barcelona. | Foto: FC Barcelona.

Junto al entrenador madrileño, llegaron: Adam Hanga, Thomas Heurtel, Adrien Moerman, Pierre Oriola, Phil Pressey, Rakim Sanders y Kévin Seraphin a los que se añadieron los canteranos Rodions Kurucs y Marc García que volvía de cesión. Diez incorporaciones que suplieron a ocho bajas que se fueron del equipo. Solo hacía falta creer que con los jugadores fichados la temporada sería mucho mejor que la anterior y que el equipo respondería bien. También sigue en el equipo un Tyrese Rice que se niega irse aunque no haya disputado ni un minuto.

“Sito Alonso debía ser la esperanza y la solución”

Pero tras un pleno en el arranque competitivo con cinco victorias consecutivas, el equipo de Sito Alonso se empezó a deshinchar. Y este inicio de temporada ha sido muy negativo. En liga, con ocho victorias y cuatro derrotas y en Euroliga, en decimotercera posición con 4 victorias (solo conseguidas en el Palau Blaugrana) en 14 partidos, a uno de terminar la primera vuelta, demuestran la situación en la que está el equipo. Habrá que ver como acaba, pero de momento, el balance de la nueva temporada al final de año es bastante decepcionante.

Tras lo que el equipo ha demostrado, hay que preguntarse: ¿cuál es la solución? Porque, un equipo como el Barcelona, actualmente, lleva sólo tres títulos en ocho años.