El Real Madrid está completamente contra las cuerdas. El actual campeón de la competición continental ha perdido los dos primeros encuentros de la serie ante un Fenerbahce Ulker que se encuentra muy cómodo sin una de sus estrellas, Jan Vesely.
Los turcos pueden sellar este mismo martes su pase a la Final Four, donde cayeron el año pasado ante el Madrid, y cerrar unos cuartos de final en los que hasta el momento han arrasado a los blancos.
El Real Madrid busca el milagro
Perfectamente pueden los merengues alzarse con una gran victoria mañana que les mantenga vivos, más jugando en casa. Y perfectamente también puede el jueves ganar el Madrid para forzar el quinto encuentro.
Desde luego la dinámica de la serie no es positiva. Los blancos pueden mostrar una versión que aún no han mostrado durante más de cinco minutos en los dos primeros partidos y tratar de buscar soluciones, sobre todo en el ataque, su punto fuerte y que no está funcionando.
Suponiendo que el Real Madrid gane los dos partidos de casa, que ya es mucho suponer, el domingo viajan a Barcelona para medirse al eterno rival en un partido importantísimo de Liga y el martes tendrían el encuentro definitivo en Turquía. Precioso calendario.
Un Fenerbahce descansado, no han tenido partido los fines de semana, con confianza y sin presión, ya que el que más tiene que perder ahora mismo es el equipo de Laso. Un mal cuarto de los blancos es todo lo que necesita el Fener para empezar a pensar en la Final Four. El Madrid, consciente de la dificultad de la gesta que se presenta, morirá jugando su estilo.
Esta temporada los campeones de todo ya salvaron dos match-ball en fase regular y otro tercer match-ball ante el Khimki. Se puede dar el caso, pero tres match-ball seguidos se presentan como demasiados para esta versión del Real Madrid.
La presión de jugar en el Barclaycard
Pablo Laso ha declarado que el Fenerbahce debe sufrir en el Barclaycard la misma presión que sufrió el Madrid los dos primeros encuentros. Algo desde luego impensable y que no entra en ninguna cabeza.
Sería ideal observar como miles de personas se visten de blanco para dejarse la piel y celebrar cada canasta como un gol, pero a eso no están acostumbrados en la capital española. Más bien es una descripción de lo que ha vivido el Madrid en los dos primeros partidos. Ambientes infernales ante 13.000 personas dejándose la voz. Ambientes en los que el Madrid se viene abajo fácilmente.
En cambio el martes, y el jueves si es que sigue viva la serie, el Madrid contará con la ventaja de jugar en casa, sí, pero no la misma ventaja que ha ayudado al Fenerbahce a dejar la eliminatoria prácticamente cerrada en Turquía.
Obradovic sigue imponiendo su juego
El dominio del técnico serbio en los cuartos de final está siendo apabullante. En el enfrentamiento Obradovic contra Laso, el primero, maestro del segundo, ha sacado el rodillo y ha aplastado sin miramiento alguno al que fuera su jugador. Dos partidos y un diez de nota para la leyenda de los banquillos europeos.
Una de las principales y más específicas armas del Real Madrid era su capacidad de asistir y sobre todo la calidad de las asistencias. En el ratio asistencias por pérdida el Real Madrid es el mejor equipo de la Euroliga, además de tener a los dos mejores jugadores en dicha clasificación: Sergio Llull y Sergio Rodríguez.
En cambio en los dos primeros partidos la defensa del Fener ha dejado a los blancos en tan solo 21 asistencias y 29 preocupantes pérdidas. Obradovic ha dejado claro a sus jugadores lo que deben hacer para frenar a los de Laso.
Otro momento donde se aprecia el hecho de que los equipos ya saben a lo que juega el Madrid y saben cómo pararlo están siendo los carretones a Carroll. Lo que busca el Madrid con este recurso es o bien el tiro del asesino mormón o bien un cambio defensivo que permita un desajuste en la pintura. El Fenerbahce está evitando ambas opciones haciendo un dos contra uno al americano y colocando un hombre en el medio de la pintura. Control total de Obradovic.
Jugadores a seguir
Pocos, por no decir ningún, jugadores del Madrid se pueden destacar positivamente. Laso necesita, ante todo, que sus bases rindan para poder empezar su juego ofensivo. Pero además el Titán Ayón se está viendo hasta ahora como uno de los jugadores más negativos, completamente fuera en ataque, donde tiene que darlo todo, y como un agujero defensivo en la zona.
El Fenerbahce por su parte tiene dos figuras principales en estos dos partidos: Bogdan Bogdanovic y Ekpe Udoh. El escolta serbio es la extensión de Obradovic en pista y está destrozando las débiles defensas blancas. Lanza triples desde donde quiere, clarísimo rango de tiro NBA, penetra con facilidad y asiste y crea juego como pocos. Intachables series de una de las perlas jóvenes europeas. Udoh por su parte está dando más que defensa, intimidación y tapones, controla el rebote y está encontrando con facilidad espacios en la pintura. Estos dos nombres prácticamente solos están devorando al actual campeón de Europa.