Partido muy atractivo en una Fonteta llena hasta rebosar. Espectacular ambiente para recibir un partido dominado desde el inicio por los blancos. Buenos puntos a media distancia de un eternamente iluminado Sergio Llull. Respondía Guillem Vives entrando en la zona rival y aprovechando bloqueos, pero la maquinaria merengue funcionaba mejor, con transiciones muy rápidas. Tras el triple asesino de Rudy Fernández, la ventaja madridista se estiraba hasta los 10 puntos, e inmediato tiempo muerto de Pedro Martínez.
Primeras rotaciones en los taronja, entraban en pista Diot y Will Thomas, intentado cambiar el ritmo del partido. En las siguientes jugadas hubo un festival de triples por ambos bandos. Anthony Randolph demostraba su calidad dando un pase al más puro estilo NFL y encontrando a Ayón de palomero. A pista Bojan Dubljevic, un auténtico revulsivo, que una vez más demostró su excelsa calidad en la pintura. El primer parcial culminó 17-23, ventaja visitante pero con todo muy abierto.
El Valencia aguanta
Los locales apretaban las tuercas y acechaban a los capitalinos. Martínez ponía en pista a otras dos de sus nuevas incorporaciones, como son los rocosos Oriola y Jankovic. El Madrid volvía a buscar las cuatro esquinas y el pase extra para encontrar al hombre liberado, gracias a su paciencia Carroll encontraba el triple y Hunter el tiro en suspensión. Draper daba minutos de refresco a Llull y se notó porque los blancos perdieron velocidad. Esto, sumado a la antideportiva que le caía a Carroll, ponía todo en un pañuelo.
Los taronja plantaba cara, pero también eran los primeros en llegar al bonus de personales. Muy intenso Hunter luchando en la pintura y dando segundas oportunidades a sus compañeros. Bonitas jugadas individuales en pista como el alley-hoop de Vives culminado por Luke Sikma. Más cambios, demostrando ambos entrenadores que tienen un fondo de armario muy largo en sus banquillos. Un ejemplo era el veterano Nocioni, que la primera que tuvo en las manos la enchufó sin piedad. Final de la primera parte con 35-42, se mantenía el pulso.
Apisonadora blanca
Comienzo de la segunda mitad con Luka Doncic de titular. El genio adolescente no hace prisioneros y en su primera jugada le puso un gorro impresionante a Van Rossom. Abría de nuevo diferencias el Madrid gracias a las canastas de Randolph y Ayón. Gracias a su juego interior poderoso, los madridistas hacían sangre en la pintura valenciana. Respuesta de un Will Thomas en gran estado de forma, más fino que nunca. Con Doncic como base, Llull ocupaba la posición de falso escolta y enchufaba otro misil desde el 6.75, espectacular el de Mahón.
A base de calidad y jugadas individuales los capitalinos recuperaban la ventaja de +10. Seguía el castigo de los pupilos de Laso, perfectamente situados en las marcas defensivas y muy eficaces en los porcentajes de tiro. El parcial aumentaba a un lapidario 16-4, con Doncic doblando bien los balones y muchos hombres ofreciéndose para el tiro. Los blancos estaban rompiendo el partido, y Rudy ponía más clavos en el ataúd taronja con otro triple venenoso. Tras el pase picado de lujo de Randolph y la canasta a tabla de Ayón el tercer parcial culminaba con un demoledor 54-76. Los capitalinos imparables.
Ganar y ganar
Tras el vendaval madridista en el anterior cuarto, los del Turia reaccionaban con parcial de 7-0. Al mismo contribuía Romain Sato, disputando sus primeros minutos en el partido. Aunque la ventaja blanca todavía era significativa, fue lo suficiente para espolear al siempre caliente público de la Fonteta, que animaba con más vehemencia que nunca. Como siempre ante los casos de duda apareció el increíble Llull, en un estado de gracia insultante para todos sus rivales. Canastas de ensueño entrando en la zona, fintando y lanzando en suspensión: un espectáculo.
Pedro Martínez pedía otro tiempo muerto y seguía rotando piezas, pero los suyos ya estaban en el bonus de personales y el panorama se mostraba aciago. Laso tiene la posibilidad de poner una doble combinación de sus hombres altos, y cuando coinciden en pista Hunter y Reyes juntos, literalmente se comen al rival a base de intensidad y rebotes ofensivos. Por mucho esfuerzo de los valencianos, el Madrid se llevó el duelo con una solvencia aplastante. Tras el maquillaje final, victoria madridista por (75-94). Los vigentes campeones de Liga ponen el 2-0 en la competición.