Partido intenso en Miribilla, un pabellón especialmente conflictivo para los blancos. En cierto modo son su némesis los "hombres de negro", no porque luchen por los grandes títulos, pero sí porque les ponen en tremendos problemas cada vez que visitan tierras vascas. El duelo comenzó híperactivo, pero también plagado de fallos en el ataque. Los dos conjuntos se intentaban freir a base de triples, y el acierto iba por bandos.
Fomentado por la baja de Sergio Llull, el técnico Pablo Laso volvía poner en pista al genio esloveno Luka Doncic como base. El adolescente de 17 años se está saliendo en las últimas actuaciones, demostrando que su evolución es excelsa y su límite está en el cielo de la NBA, pero aún queda tiempo. Batalla de triples, en la que se lucraba un Gustavo Ayón clarividente y muy trabajador en la zona. Cuando todos tiraban como locos llegaba el Titán de Nayarit para ver aro con enormes movimientos en la pintura. Ventaja de +9 para los blancos al final del primer cuarto.
Batalla en el Norte
Seguía la locura en un partido tremendamente convulso, con una velocidad de crucero brutal. Por desgracia eso pasaba factura a Rudy Fernández, que sufrió un duro golpe en la rodilla. El genio mallorquín estaba tremendamente dolido y tuvo que abandonar la pista sin apoyar en el suelo. Respaldado por dos fisios del Madrid abandonaba el encuentro entre los aplausos de la grada. Deportivos y señores los bilbainos.
Los dos equipos rotaban, y se mantenía la lucha. Dos buenas noticias se acumulaban en la cuenta de los madridistas. La primera, que Rudy volvía pista. Algo tocado, pero lo suyo parecía un simple golpe en la rodilla y nada que afectara ligamentos. La segunda, el tremendo triple de Carroll que aumentaba la diferencia a +13 para los merengues. Pero faltaba mucho que disputar, y los "hombres de negro" se venían arriba con el tripe de Bamforth y el mate del incombustible Mumbrú. Dominio de los visitantes, pero mucha guerra aún. El descanso deparaba una ventaja de 10 puntos para los pupilos de Laso.
Ratificando liderato
Duro el reeencuentro en la cancha. Los locales se mostraban más acertados y concentrados. Gracias a ello doblaron balones al juego interior, buscando faltas. Intercambio de canasnas y jugadas parejas, con los dos conjuntos buscando los puntos débiles del rival. Grandes minutos de Doncic que seguía demostrando calidad y mando pese a su insulante juventud. Pero el Bilbao tiene mucha mecha, forzando hasta el final la lucha.
Pese al pundonor de los vascos, el Madrid se llevó un nuevo encuento en la Liga Endesa (77-85). Algo meritorio teniendo en cuenta la baja de Sergio Llull. El genio de Mahón sigue con molestias en la rodillla, por lo que Doncic, y (sobre todo) Draper tuvieron que tirar el carro blanco. Victoria relevante en un campo siempre difícil, que pone a los pupilos de Laso con un destacado 10-1 en la Liga Endesa. Líderes en solitario.