Clásico nacional pero en escenario europeo. Los vitorianos asaltaron el Palacio (con triple sobre la bocina de Blazic) en la primera vuelta, y los madridistas querían dar la réplica en el Buesa. Sin embargo, llegaban al partido con dos bajas muy relevantes: Rudy Fernández y Felipe Reyes. El duelo comenzó con posesiones rápidas y los dos equipos volcando mucho juego a la pintura. Ayón y Voigtmann eran los referentes de los dos conjuntos. Bastantes errores en los tiros y mucha intensidad en la lucha por el rebote. Dentro de la batalla, los vitorianos llegaban muy rápido al bonus de personales.
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Tras otra canasta de Ayón en medio gancho, la ventaja de los madridistas alcanzaba los ocho puntos, por lo que Sito Alonso pedía inmediato tiempo muerto. En los siguientes minutos se reajustaron las marcas defensivas y los locales pudieron frenar la puntuación del Madrid. Adam Hanga daba fuerzas renovadas al Baskonia, demostrando su poderío físico y entrando en la pintura merengue con contundencia. Final del primer cuarto (15-16), con mucha igualdad y gran cantidad de fallos en tiros liberados.
Igualado pulso
El segundo parcial amanecía con jugadas eléctricas por ambos conjuntos. El base argentino Laprovittola (repescado de los San Antonio Spurs de la NBA), veía aro desde el perímetro, pero le respondía con otro misil Thompkins. Muchos cambios en pista, con los dos técnicos comenzando su guerra táctica. Othello Hunter le daba un plus de agresividad a los capitalinos, partiéndose la cara en los rebotes ofensivos. Gracias a ello y al segundo triple consecutivo de un afilado Thompkins, el Madrid abría de nuevo diferencia.
Pese a ello, era una pésima noticia la 4ª falta personal de Hunter, al que los árbitros acribillaron de forma excesiva en apenas cuatro minutos. El pívot norteamericano tenía que marcharse al banquillo, y sumado a la baja de Reyes, el juego interior blanco se resentía. Ponía más carne en el asador el microondas Ronnie Beaubois, con un triple desde ocho metros. Los capitalinos respondían con canastas individuales de finos estilistas como Doncic y Randolph. Precisamente el ala-pívot fue el protagonista de otro tremendo mate. Tras el triple sobre la bocina de Laprovittola, final de la primera mitad con un apretado 36-39.
El Madrid tira de calidad
Tras el descanso el Madrid salió muy concentrado en las marcas defensivas. En ataque jugaban con frecuencia el pick&roll para Ayón y Randolph, así como la puerta atrás para que hombres como Taylor pudieran remontar la línea y colgarse del aro. La ventaja merengue superó la barrera psicológica de los diez puntos, pero los vitorianos aprovechaban cualquier error en el pase para lanzar la contra y correr la pista, como la jugada culminada con mate por el ex-NBA Budinger.
Seguía la lucha en las dos pinturas, y Laso se arriesgaba metiendo de nuevo en pista a Hunter pese a estar tan cargado de personales. El veterano pívot respondía con una excelsa canasta a tabla para mantener la ventaja de los madridistas. Subía el nivel defensivo de los baskonistas, forzando al rival a malas selecciones de tiro, por lo que el porcentaje anotador de los merengues descendía. Minutos para Draper, dejando a Doncic en la posición de falso escolta. El genio adolesceste daba toda una exhibición de intensidad y lucha en la pista. Final del disputado parcial (52-57).
El verbo se hizo carne y habitó en Luka Doncic
El último parcial comenzaba con la baja de Dontaye Draper. El base tenía que visitar el banquillo con problemas en la muñeca. Ello hizo crecerse aún más a un Luka Doncic imperial, que firmaba una jugada de ensueño, pasándose el balón entre las piernas para irse de dos defensores y dejando una bandeja de fantasía sobre la parte superior del tablero. Wonder Boy está a un nivel estratosférico con tan sólo 17 años. Pero los vitorinaos no se iban del partido, y el cañonero Beaubois aportaba puntos a los suyos con otro misil desde el 6.75.
Le llegaban las prisas a los locales, que no encontraban forma de minorar la diferencia. Los capitalinos jugaron con inteligencia, obligando al Baskonia a agotar la posesión en varias ocasiones. Ello, sumado a las buenas jugadas de corte por la línea y dobles bloqueos interiores, permitieron a los pupilos de Laso seguir sumando. El finiquito lo rubricaron desde la línea de libres. Luka Doncic fue el Alfa&Omega del encuentro, dando otra exhibición de como jugar a este bello deporte. Gracias a la gran victoria a domicilio (71-79) el Madrid es ya líder en solitario de la Euroliga.