Muchos temían que tras el fracaso de la Final Four el Real Madrid repitiese el playoff de hace tres años. Un equipo desconcentrado y anímicamente roto. La primera impresión es precisamente la contraria.
Cambio rápido de chip
Por supuesto, como dijo Pablo Laso en rueda de prensa, no es un momento fácil para el equipo. “Mi equipo es un equipo feliz, pero un poco menos desde el viernes”. Lo importante, sin duda, fue la actitud con la que salió el conjunto el miércoles ante su afición.
Los blancos salieron muy concentrados y listos para hacer su juego. Dominaron absolutamente todos los apartados del juego: rebotes, asistencias, robos, contras, juego en la zona…
Sergio Llull, fundamental para ese cambio de chip, mostró su mejor versión generativa al irse hasta las 15 asistencias. Récord personal y de la ACB en playoff. Junto a él, Jaycee Carroll y Anthony Randolph, con 14 puntos en un cuarto, levantaron a un Madrid que necesitaba arrancar de esta manera la postemporada de la competición doméstica.
El Real Madrid debe seguir esta línea, cerrar lo antes posible su pase a semifinales y prepararse para asaltar un nuevo título en cuestión de días.
Un partido muy diferente
Si bien el Madrid se marchó a los 31 puntos de ventaja final, tercera más elevada en la historia del playoff, el segundo encuentro será bien distinto.
El MoraBanc Andorra defiende su feudo. Un feudo que tan solo dos equipos han penetrado de 16 posibles, siendo uno de ellos precisamente el Madrid en la última jornada.
Los de Peñarroya se sienten muy cómodos en casa, muy fuertes. Un equipo con una gran afición detrás. Un equipo que llevó a este Real Madrid, uno de los más fuertes de la historia, a tres prórrogas en tres partidos (el de Copa y los dos de Liga). El primer partido apunta a espejismo y el Andorra quiere despejar toda duda.
Desde luego no fue un buen partido para ellos. Aparte del gran nivel del Madrid no le complicaron demasiado las cosas a los de Laso. Salvo Shermadini, con presencia irregular, el resto del equipo no estuvo a la altura en la ofensiva. Ya en la defensa no se puede salvar nadie, ni el especialista Thanasis Antetokounmpo.
El Andorra necesita mostrarse más atrevido, sin miedo. El resto de partidos de la temporada se caracterizaron por un equipo muy valiente. Sin embargo en el primero de playoff parecían otro muy distinto, completamente a merced de la superioridad merengue.
Parte de bajas
El Real Madrid llegaba con todos los jugadores disponibles para el primer partido. El descarte para los playoff es Trey Thompkins, por el cupo de extracomunitarios, y al americano se juntaba el habitual Álex Suárez.
Sin embargo ahora Pablo Laso se ve obligado a cambiar la rotación e introducir a Suárez en ella. Jeff Taylor, que arrastraba problemas en la clavícula, tendría un esguince y se perdería el segundo partido.
El propio Laso habló sobre esto en rueda de prensa, ya que Taylor se dio un golpe al inicio del encuentro. No es nada grave y su ausencia se debe más a precaución que a verdadera necesidad.
Por parte del Andorra, Peñarroya tiene a todos sus jugadores disponibles salvo las dos bajas conocidas de Nacho Martín y Beka Burjanadze. El resto, listos para forzar el tercer partido de la serie.