En el popular juego de encontrar las siete diferencias, deberíamos aumentar esta cifra de siete a cien (mínimo) si comparamos el primer partido con el segundo de esta semifinal entre el Real Madrid y el Unicaja de Málaga. Si en el primer duelo se vio un partido muy igualado con emoción hasta el final, en este segundo, nada más lejos de la realidad. Los blancos ponen el 2-0 en la serie por todo lo alto, con un recital de juego sencillamente apabullante, imparable y espectacular para el público. Una de las mayores exhibiciones de esta temporada, si no la mayor.
Reñido durante diez minutos
En la previa, ya se percibía en el ambiente que iba a ser todo un espectáculo. En la grada, estrellas de este deporte como Facundo Campazzo, Lucas Nogueira y Serge Ibaka. El espectáculo se lo dividieron, en un principio, ambos equipos. El primer cuarto estuvo igualado y con ambos conjuntos muy enchufados, con muchos puntos desde el principio y poca intimidación en la pintura, pero el partido dio un giro de 180 grados y a partir del segundo cuarto, el Real Madrid se convirtió en algo parecido a los Harlem Globe Trotters.
Sergio Llull fue de lo mejor en el primer periodo (diez puntos), pero surgió otro hombre que ha sido, sin lugar a dudas, el mejor del partido. Jaycee Carroll empezó calentando con un primer triple punteado y le siguió Luka Doncic con un mate impresionante cruzándose toda la pista. El Madrid abría una brecha con el parcial de 7-0 y 34-23 en el marcador. Joan Plaza pidió tiempo muerto pero daba igual lo que hiciera, el Madrid estaba ya en modo “bestia” e iba a ser imposible de frenar.
El mejor Carroll no paraba de enchufar
Unicaja no dio ninguna sensación de reacción y el festival anotador de los merengues continuó sin piedad. Fue aquí, tras este tiempo muerto, que comenzó uno de los mayores recitales de Jaycee Carroll con la camiseta del Real Madrid. Volvió a enchufar un triple, después continuo con una canasta más adicional, otro triple lejano tras bote… Entre triple y triple del francotirador, los hombres de Pablo Laso también se lucieron con acciones como un alley-oop de Luka Doncic a Othello Hunter o un dos más uno del capitán Felipe Reyes. Con todo esto, la afición ya estaba exultante, pero lo que verdaderamente levantó al presentable fueron dos triplazo más de Jaycee Carroll: uno tras contrataque de Sergio Llull, que le encontró en la esquina y, sabiendo que tenía la muñeca calentita, se retiró del rebote, se fue al centro del campo y celebrando el triple sin que esté hubiera entrado aún. El tiro entró y el júbilo se contagió a absolutamente todo el mundo. Además, el escolta madridista volvió a meter un triple sobre la bocina para llegar al descanso. 21 puntos y 6/7 en triples para Carroll. Ridículo pero maravilloso. Segundo cuarto brutal con un parcial de 30-10 para los blancos y un resultado de 57-33 que parecía sentenciar el encuentro.
Efectivamente, la segunda parte del partido tuvo poca emoción y los locales continuaron con su recital ofensivo. El Madrid sumó otro parcial de 8-0 con triples de Llull y Maciulis, y con mate de Randolph. Jeff Taylor también la hundió con un mate muy visual. El Unicaja intentó acabar con la mayor dignidad posible, pero se vio superada de forma exagerada. Jaycee Carroll volvió a cancha y quiso engordar más todavía su marca personal, y acabó con 29 puntos.
El Madrid defiende su factor cancha y además, deja un partido espectacular y unas sensaciones muy positivas. Veremos como se levante Unicaja de esta derrota tan abultada por 101 a 72.