Después de un comienzo de temporada con carreras importantes, en las que infinidad de corredores han conseguido brillar con luz propia, le llega el turno a los clasicómanos, ese tipo de ciclistas que hacen acto de presencia para brillar sobre su territorio favorito, las piedras. Las clásicas están a la vuelta de la esquina y toca hacer balance, ese en el que los números muestran que por historia la retirada de Fabián Cancellara deja un importante vacío que sin duda alguna quedará muy bien cubierto por los Sagan, Van Avermaet, Boonen y compañía, siendo la última campaña del corredor belga, lo cual hace que los alicientes sean muchos este 2017. Pero sobre todo, y por encima del resto, el que tiene que defender el gran año realizado en 2016 es el eslovaco Peter Sagan, quien después de coronarse dos temporadas de forma consecutiva ganando los Mundiales de Richmond y Doha, tan solo ha disputado una carrera este curso y llega en las mejores condiciones al pavé.

Sagan, el hombre a batir

Espectacular es la palabra que define la temporada que realizaba la pasada temporada Peter Sagan. El ciclista eslovaco tenía ante sí su gran oportunidad de agrandar su leyenda, y es que vistiendo el maillot de campeón del mundo tenía que intentar romper la maldición que dice que quien se corona campeón del mundo al año siguiente consigue muy pocas victorias.

Sagan durante la temporada de clásicas | Foto: Zimbio

A las primeras de cambio, Sagan hacía buena su pretemporada en el Tour de San Luis, llevándose cuatro puestos de renombre, sin ser capaz de alzar los brazos, siendo a continuación segundo en la Omloop Het Nieuwsblad Elite, séptimo en la Kuurne-Bruxelles-Kuurne y cuarto en la Strade Bianche, continuando la temporada de clásicas donde tan solo podía ser duodécimo en la Milán San Remo después de tener problemas en los últimos metros, para cobrarse la venganza en la E3 Harelbeke, donde era segundo antes de conseguir alzar los brazos por primera vez en la temporada en la Gent - Wevelgem in Flanders Fields, conquistando seis después también la Ronde van Vlaanderen / Tour des Flandres, para abandonar en Scheldeprijs y ser undécimo en la París-Roubaix.

Ante sí Peter Sagan tenía un reto mayúsculo para cerrar la pasada campaña: reeditar la corona conseguida en Richmond un año atrás. Lo que sucedió en Estados Unidos ya era pasado, y el presente caía en Doha, donde el calor y el viento eran los principales enemigos para que Peter no siguiera el camino de Rik Van Steenbergen, Georges Ronsse, Rick Van Looy, Gianni Bugno y Paolo Bettini, los únicos corredores que en la historia del ciclismo profesional habían conseguido ganar dos campeonatos del mundo de forma consecutiva, un hito al alcance de muy pocos corredores, y donde Sagan entraba por la puerta grande al dar una nueva exhibición de superación alzando los brazos en la línea de meta para no desprenderse del maillot de campeón del mundo.

Sagan durante la temporada de clásicas | Foto: Zimbio

Sagan llega con ganas al 2017

Tras consumarse su incorporación al Bora - Hansgrohe, dejando atrás años de gloria en el Tinkoff Team, Peter Sagan arrancaba la presente temporada disputando el Santos Tour Down Under, cita en la que se llevaba tres segundos puestos para comenzar así el año con buen pie, descansando y realizando buenos entrenamientos para que este fin de semana llegue su especialidad del año: las clásicas. Peter Sagan es el hombre a batir y un año más no le faltarán rivales al eslovaco, que deberá jugar sus cartas a las mil maravillas si quiere poder alzar los brazos más de una vez este curso.

VAVEL Logo
Sobre el autor
Diego Blanco Taladriz
Gijón. Moderador de contenidos de VAVEL. Coordinador en las secciones de Tenis y Ciclismo. Puedes leer mis opiniones en @DiegoBlanco93 | E-mail de contacto: [email protected]