Iker Muniain Goñi

Iker Muniain Goñi

Football Player
Iker Muniain Goñi

1992 Pamplona, Navarra


Iker Muniain nació en Pamplona el 19 de noviembre de 1992 y dio sus primeros pasos en la Txantrea, club desde el que llegó a Lezama en edad infantil. A partir de entonces, fue subiendo rápidamente escalones del fútbol base para llegar a debutar con el primer equipo con tan solo 16 años, de manera oficial. 

Actualmente, es el capitán del equipo, en el que permanece desde hace 11 temporadas. Su relación y compromiso con el club se han plasmado a lo largo de todos estos años, pero sin duda, alguna se unieron, aún más cuando Iker renovó sin clausula de rescisión en la temporada 2018/2019.

Un ascenso meteórico

A su llegada a la factoría rojiblanca, ya vislumbraban su enorme potencial. Un jugador que actuaba por detrás del punta, más bien como segunda punta, y que hacía maravillas con el balón. Tanto es así que era un habitual de las categorías inferiores de la selección nacional. 

Asimismo, su precocidad y talento le condujeron a su primera pretemporada con el primer equipo con tan solo 14 años, cuando aún era cadete. Joaquín Caparrós, quien ya afirmo que no miraría el DNI de sus futbolistas fue el valedor de tal hazaña. Tras su stage en pretemporada con los "mayores", su talento no entendía de etapas y pronto saltó al juvenil rojiblanco, siendo aún un cadete. En la temporada 2008-2009 debutó con el Bilbao Athletic el 10 de enero, de la mano de Kike Lireño, en la victoria frente a la Cultural Leonesa por tres goles a uno. Asimismo, durante ese curso jugó 13 partidos con los "cachorros" y logró anotar un gol, frente al Racing de Ferrol.

Un diamante que se estaba forjando a pasos agigantados. De esta forma, en el verano siguiente, Joaquín Caparrós le dio la oportunidad de debutar con el primer equipo en un partido de Europa League frente al Young Boys suizo. Al igual que Piru Gainza, uno de los mayores mitos de este club, ambos debutaron con tan solo 16 años pero con la diferencia de 7 días que le otorgaba a Iker Muniain como el jugador más joven en debutar con los leones. Sin embargo, su heroicidad no quedó ahi, ya que en la vuelta frente al Young Boys marcó su primer gol como rojiblanco y dio el pase al Athletic a la siguiente fase. Una comienzo vertiginoso para el joven navarro que un más tarde, consiguió su primer tanto en la liga en el estadio de Zorrilla. Asimismo, mantuvo ese record de precocidad hasta que el camerunés Fabrice Olunga se lo arretabatase tres años después.

La evolución del talento

Con tan solo 27 años ya es uno de los jugadores más emblemáticos del club en los últimos tiempos. Por si fuera poco, a sus espaldas lleva 411 encuentros oficiales repartidos en 11 temporadas, desde aquel debut con 16 años.

Un futbolista con un talento natural, que se caracteriza por un centro de gravedad bajo que le permite conducir y driblar con rapidez, al mismo tiempo que destaca por su genuina destreza para encontrar espacios y asistir a los compañeros. Comenzó jugando en diferentes posiciones del ataque, tanto en la lanza de ataque como detrás del punta, sin embargo, Joaquín Caparrós le ubicó en la banda izquierda donde se adaptó con el tiempo. Una ubicación desde la que busca constantemente desestabilizar a las zagas rivales trazando diagonales hacia el vértice del área.

Varios han sido los entrenadores de los que ha sido discípulo. Siendo el entrenador utreraro, Joaquín Caparrós uno de los más recordados por ser el precursos de su precoz debut, no es menos trascendente el papel que desempeño Marcelo Bielsa como mentor de Iker. Asimismo, los dos años que el técnico rosarino estuvo al frente de los leones en las temporadas 2011/2012 y 2012/2013 resultaron ser cruciales en la carrera del navarro. Pues, más especialmente en la primera campaña, Iker mostró un nivel tan alto que ayudo a que su equipo estuviese en la final de la Europa League frente al Atlético de Madrid, que desgraciadamente perdieron en Bucarest.

De la misma forma, el 10 ha mantenido la confianza ciega de sus entrenadores que le han llevado a ser el decimocuarto jugador con más partidos en la historia de club, actualmente. Hoy en día, Iker es un jugador hecho, maduro, cuya trascendencia en el juego le ha hecho desempeñar varias posiciones a lo largo de la actual temporada. El técnico Gaizka Garitano le ha utilizado, concretamente, en tres posiciones: extremo izquierdo, media punta y extremo derecha. 

Desde sus comienzos en el primer equipo hasta ahora, siempre se ha ubicado a Iker Muniain en el costado izquierdo del ataque, donde él se elaboraba las jugadas trazando su clásica diagonal sorteando rivales. Sin embargo, la presencia del 10 en la zona media del ataque le permite desarrollarse en el mejor escenario posible, desde el cual puede darle pausa al juego y entrelazar con sus compañeros de ataque.

Su papel en las categorías nacionales de la selección

Un jugador de la capacidad de Iker no podía pasar desapercibido para nadie, de tal modo que al mismo tiempo que quemó etapas en el Athletic Club, lo hizo de la forma en el combinado nacional. Paso por todas las categorías inferiores de la selección nacional a pasos agigantados. Asimismo, fue incluido en la primera convocatoria de la selección española sub-21 con tan solo 18 años. Un comienzo que le aguardaba un exitoso futuro, pues ese mismo año, 2011, el combinado español logró la Eurocopa sub-21 al vencer a Suiza en la final. Un triunfo que no sería el primero, pues dos años más tarde, la selección sub-21 se alzaría con el europeo celebrado en Israel frente a la selección italiana.

En cambio, no tuvo tanta fortuna con el primer equipo nacional, ya que ha sido alistado en 2 ocasiones y dos técnicos distintos. Su primera llamada se produjo en 2012, de la mano de Vicente del Bosque frente a la selección Venezolana. En aquella ocasiones, Iker aún militaba en la selección sub-21, pero su extraordinario nivel mostrado en el Athletic Club le permitió disfrutar de su primer lista con el primer equipo.

Años más tarde, llamó la atención de Luis Enrique, actual seleccionador nacional, que le convocó para los partidos de Malta y Noruega, correspondientes a la clasificación de la Eurocopa de 2020. Finalmente, Iker disputó el encuentro frente al combinado maltés.