En un partido en el que la idea de juego de ambos equipos quedó plasmada en el terreno de juego de principio a fin, los de Martin Schmidt se llevaron el gato al agua con un gran gol de Clemens.
Mimando la pelota
Tanto el Mainz 05 de Martin Schmidt como el Borussia Mönchengladbach de André Schubert, saltaron al terreno de juego del Coface Arena con las ideas bien claras. Ambos conjuntos trataron de dominar la posesión de balón y de evitar rifar balones. Predominó el juego por abajo y combinativo salvo en contadas ocasiones en las que fue inevitable.
Los dos conjuntos trataron de llegar a portería contraria mediante combinaciones largas pero ninguno conseguía atravesar la barrera de los últimos metros. Aunque el primero en avisar fue el Mainz 05 con un disparo de Jairo que se marchó por poco fuera, Bussmann tuvo que emplearse a fondo para bloquear el disparo de Ibrahima Traoré en la jugada anterior.
El partido era pobre en ocasiones, ninguno de los dos conjuntos conseguía crear y mucho menos finalizar ocasiones. De modo, que el gol llegó con un disparo lejano. Clemens con un disparo de empeine total y con un efecto de dentro a fuera logró un auténtico golazo para poner por delante a su equipo. Nada o poco pudo hacer Sommer ante semejante disparo.
Al margen de un remate de Bell en un saque de esquina, no sucedió nada más en el partido hasta que se llegó a los últimos diez minutos de la primera parte. Los potros pisaron el acelerador con la intención de lograr el empate antes de enfilar el túnel de vestuarios. Con los de Schubert en su mejor momento del partido, emergieron las figuras de Karius y Balogun. En una contra rapidísima y tras una pared entre Hofmann y Raffael aparecía el portero local para desbaratar la ocasión del atacante. Stindl fue el siguiente en intentarlo internándose en el área pero el central nigeriano del Mainz 05 se cruzó en el último momento para taponar el disparo.
El primer envite terminó con una última ocasión para cada equipo. Tras una combinación en el borde del área, Yunus Malli disparaba a la cepa del palo largo pero Sommer se empleó a fondo para despejar el balón. Antes tuvo el empate en sus botas Lars Stindl, que remató demasiado cruzado el servicio de falta lateral de Ibrahima Traoré.
Sin sobresaltos
El segundo tiempo empezó como el primero con un único matiz. El Mainz 05 no arriesgó tanto a la hora de sacar jugada la pelota. Además, su modo de presionar la salida de balón rival también cambió. En lugar de adoptar un sistema 4-4-2 a la hora de presionar como en el primer tiempo, se vio el mismo 4-2-3-1 que utilizó durante todo el partido en fase ofensiva.
En una contra Clemens ganó línea de fondo tras ganarle la espalda a Wendt pero su centro lo atrapó sin problemas Sommer. André Schubert movió el banquillo en busca de soluciones, Hazard sustituyó a Traoré en un cambio de cromos. Schmidt por su parte previendo un partido roto y de contragolpe respondió dando entrada a Córdoba por Muto. El entrenador local buscó explosividad y más capacidad de aguantar el balón que la que tenía con el japonés.
Con Hazard en el campo los potros ganaron en fluidez y velocidad en la transición de balón. Hofmann lo intentó desde fuera del área con un disparo que se marchó ligeramente cruzado. En el minuto 72 llegó la mejor ocasión del partido, que además fue doble para el Borussia Mönchengladbach. Wendt evitó la salida de Karius y centro al punto de penalti. La defensa bloqueó el cabezazo de Stindl en la misma línea y Karius regresó a tiempo para realizar una de las paradas de la temporada salvando el rechace que no supo aprovechar Raffael.
Con el Borussia Mönchengladbach buscando el empate fue el Mainz 05 quien gozó de más oportunidades. Mediante contras o balón parado los de Schmidt pudieron aumentar su ventaja pero ni Clemens ni Balogun acertaron en el remate. Los locales se llevaron el partido y tres puntos muy valiosos que los mantiene en los puestos europeos.