En todo partido de fútbol ocurren situaciones llamativas y en una copa del mundo las posibilidades de que esto suceda aumentan drásticamente. En el partido disputado entre Bélgica e Inglaterra para decidir quién se alzaría con el bronce había varios jugadores belgas cuyos clubes son británicos: Courtois, Lukaku, De Bruyne, Hazard por nombrar a algunos.

El futbolista que utiliza la camiseta número diez de su selección, viste los colores azules del Chelsea desde hace varias temporadas: Lleva un total de 494 juegos, y 128 goles convertidos hasta el momento con los de Stanford Bridge.

El pasado sábado, Eden se convirtió en el séptimo jugador que le convierte a la selección inglesa jugando en un equipo de dicho país y es el segundo que lo hace vistiendo la camiseta del Chelsea. El primero fue Dan Petrescu en el mundial de Francia 1998 cuando defendiendo su seleccionado (Rumania) venció en el partido correspondiente a la segunda fecha de la fase de grupos 2-1 a los británicos. Su anotación llegaría en el minuto final del partido para desencadenar la alegría en los suyos y quedarse con el liderato del grupo.

En un mundial en donde las principales figuras no tuvieron grandes niveles, se destaca la actuación de Hazard, siendo uno de los candidatos a quedarse con el premio al mejor jugador de la competición. Mostrando carácter, siendo figura de su equipo se ha ganado el respeto del mundo del futbol. Fue el dueño absoluto del balón cada vez que pasaba por él, amagando a los rivales como si fueran conos, generando situaciones de peligro de la nada, y además convirtiendo en tres oportunidades. El mundial que ha realizado el futbolista es para destacar y quedara en el recuerdo de todos los apasionados a este deporte.

Esta Bélgica hizo historia y por primera vez termina entre las tres mejores selecciones del mundo, gracias a un gran trabajado colectivo, y también por las individualidades de un volante creativo que hizo soñar a un país.