Ha llegado la temporada decisiva para Jürgen Klopp en Liverpool. El alemán ha podido incorporar todas las piezas que se propuso este verano y ha mantenido a sus estrellas, algo que estaba costando en los últimos veranos. Con la necesidad de ganar la primera Premier League de su historia, el Liverpool entra en la competición liguera con más opciones, a priori, que nunca.
Klopp cambia el espectro
La falta de títulos es la única marca que le está quedando a un Liverpool que ha cambiado su cara desde que se deshicieron de Brendan Rodgers en octubre de 2015. Sin un trofeo en sus vitrinas desde 2012 (la Copa de la Liga), se ha convertido en una obsesión y un problema que ha llegado el momento de solucionar. Con el nuevo entrenador, llegó una nueva manera de gestionar el club y una era de aperturismo económico que ha logrado mejorar la plantilla a base de apuestas económicas grandes.
Klopp logró en su primer año llevar al club a dos finales (Copa de la Liga y Europa League, en 2016), después a participar en la Champions League en dos cursos consecutivos (2017/18 y 2018/19) y la final de la máxima competición continental en 2018. Estos éxitos, con una plantilla que tendía a vender más que a comprar grandes jugadores, han volteado la situación. Ahora el Liverpool se encuentra en una situación de fuerza que le permite negociar por estrellas del mercado.
Durante la campaña 2017/18, el Liverpool quiso soñar muy alto. Los fichajes de verano y la continuidad de Coutinho, dejó grandes momentos durante los cinco meses que tardó el brasileño en abandonar el club. En enero, con la clasificación a las rondas eliminatorias de la Champions ya asegurada, Klopp dio luz verde a la salida de Coutinho y la compra de Van Dijk, el defensa más caro de la historia.
La plantilla, totalmente hermanada, empezó a labrar el camino en Premier y Champions, dejando por el camino los dos torneos coperos demasiado pronto. Fueron el primer equipo capaz de ganar al Manchester City, también les superaron por dos veces en competición internacional y se consolidaron como un grupo incombustible capaz de desarrollar un fútbol de altas velocidades.
En mayo, los chicos de Anfield recogieron sus frutos. Primero lograron la clasificación para la nueva edición de la Champions, tras superar al Brighton en la última jornada con claridad. Después les llegó el turno de disputar la final de la máxima competición internacional. Ante el Real Madrid, se presentaron con poco que perder y mucho que ganar. Pero nada les salió bien en aquella final. Las circunstancias dejaron a Salah sin final antes de lo esperado y al Liverpool sin opciones de disputar de tú a tú el partido clave. El resultado final (3-1) dejó claro para los Reds que su ambición debía recuperarse pronto.
La Champions, un trampolín de mercado
Con el último golpe ya encajado, los de Jürgen Klopp se plantaron en la temporada 18/19 antes de que arrancara. Pero si ya aprovecharon para fichar la temporada anterior tras asegurar la participación en Champions (Oxlade, Robertson, Salah, Solanke y Van Dijk), este curso esto se multiplicó. Solo dos días después de caer en la final ante el Madrid, anunciaron la llegada de Fabinho, que se sumaba a la ya asegurada de Naby Keita. Antes de que se abriera, oficialmente, el mercado de fichajes, el Liverpool encontró un recambio para la salida inevitable de Emre Can y reforzó la faceta defensiva de un centro del campo que había dado muestras de quedarse corto tras las lesiones de Oxlade, Lallana y el propio Can.
El siguiente paso en el mercado de traspasos fue el intento de incorporar un recambio de Philippe Coutinho. El brasileño dejó vacío el puesto de centrocampista de calidad; Klopp y Michael Edwards -director deportivo- se fijaron en Nabil Fekir y rápidamente buscaron asegurar la incorporación. Con todo cerrado, en el último momento intentaron reconstruir el trato desde Anfield, algo que no gustó en el Olympique de Lyon. Los galos cortaron las relaciones anunciando públicamente que el francés no ficharía por los Reds.
Después de que el Mundial impidiera el acceso a las grandes estrellas, el Liverpool volvió a moverse rápido, incorporando a sus filas a Xherdan Shaqiri desde el Stoke City, descendido de la Premier. Uno de los más destacados de Suiza en Rusia 2018, Shaqiri es el sustituto ideal para un Salah que, si quiere repetir su gran temporada, tendrá que contar también con algunos días de descanso.
El cuarto movimiento fue, quizá, el más esperado por la afición Red: Alisson Becker. La final de Champions dejó muy tocado a Loris Karius, tanto psicológicamente, como en los planteamientos de los seguidores. El paso que faltaba para competir era poder disfrutar de un portero de primer nivel. Tras muchos rumores, y sonar muchos nombres, el Liverpool logró cerrar a Alisson, desde la Roma.
Además, en los despachos el Liverpool no quiso dejar nada en el aire y renovó a Salah, antes de que otros grandes clubes se lanzaran a por él. Los jóvenes también reafirmaron su lealtad al club asegurando el futuro. Entre ellos Harry Wilson, Ryan Brewster, Taiwo Awoniyi, Allan Rodrigues y Ovie Ejaria aseguraron los próximos años de su carrera deportiva.
Los jóvenes buscan minutos
Pero igual que llegaron nuevos futbolistas, salieron muchos otros. Los primeros en dejar el club fueron Emre Can y Joe Flanagan. Ambos, tras no renovar, quedaron libres el 30 de junio. Después les tocó el turno a Ejaria (Glasgow Rangers), Bogdan (Hibernian) y Wilson (Derby County), todos ellos cedidos. Otras cesiones que se llevaron a cabo fueron las de Kent (Glasgow Rangers), Awoniyi (KAA Gent), Allan (Eintracht de Frankfurt) y Ben Woodburn (Sheffield United), para tener minutos competitivos y empezar la adaptación tanto física como técnica al fútbol profesional.
En cuanto a los traspasos, Danny Ward abandonó la disciplina tras confirmarse la llegada de Alisson. El galés, que no disputó ningún partido con los Reds en la temporada 17/18, se unió al Leicester City por 12,5 millones de libras en busca de minutos en un equipo de Premier League. Esta venta empezó a reducir el gasto neto, ya que los cuatro incorporados costaron alrededor de 177 millones de libras, una cifra sorprendente para lo que había sido el Liverpool en los mercados anteriores.
Nombre | Posición | Club de origen | Club de destino | Tipo de fichaje |
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Fabinho | Mediocentro | AS Monaco | Liverpool FC | Traspaso |
Naby Keita | Mediocentro | RB Leipzig | Liverpool FC | Traspaso |
Xherdan Shaqiri | Extremo | Stoke City | Liverpool FC | Traspaso |
Alisson Becker | Portero | AS Roma | Liverpool FC | Traspaso |
Harry Wilson | Extremo | Liverpool FC | Derby County | Cesión |
Ryan Kent | Extremo | Liverpool FC | Glasgow Rangers | Cesión |
Ovie Ejaria | Mediocentro | Liverpool FC | Glasgow Rangers | Cesión |
Taiwo Awoniyi | Delantero | Liverpool FC | KAA Gent | Cesión |
Adam Bogdan | Portero | Liverpool FC | Hibernian FC | Cesión |
Allan Rodrigues | Mediocentro | Liverpool FC | Eintracht Frankfurt | Cesión |
Ben Woodburn | Mediocentro | Liverpool FC | Sheffield United | Cesión |
Herbie Kane | Mediocentro | Liverpool FC | Doncaster Rovers | Cesión |
Danny Ings | Delantero | Liverpool FC | Southampton | Cesión + Traspaso |
Danny Ward | Portero | Liverpool FC | Leicester City FC | Traspaso |
Ragnar Klavan | Central | Liverpool FC | Cagliari | Traspaso |
Emre Can | Mediocentro | Liverpool FC | Juventus FC | Libre |
Jon Flanagan | Lateral | Liverpool FC | Glasgow Rangers | Libre |
Jordan Williams | Mediocentro | Liverpool FC | Rochdale | Libre |
Análisis del equipo | La hora de la verdad |
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Jugadores a seguir | Salah quiere superarse |