Salah aniquila la versión superlativa del Manchester City

El Liverpool hizo pedazos el sueño de los Sky Blue gracias a un gol de Salah en un rechace, y posteriormente otro de Firmino. El equipo local fue mejor en todos los aspectos, pasando por encima de los de Klopp en todo momento. Hubo polémica con Mateu.

Salah aniquila la versión superlativa del Manchester City
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Por Unai Valverde

La justicia en el fútbol es relativa, y más que nunca en momentos como el vivido en el Etihad. El mejor Manchester City de los últimos meses pasó por encima del Liverpool en todos los aspectos del juego, pero curiosamente, el equipo visitante terminó venciendo por 1-2. El Liverpool es equipo de semifinales, mientras que la gran temporada del Manchester City llega a su fin, bastante antes de lo que esperaban ellos, y todo el mundo.

El Manchester City y nada más en el primer tiempo

Gabrel Jesús celebra el gol. Foto: Getty Images
Gabrel Jesús celebra el gol. Foto: Getty Images

El fútbol salió al terreno de juego escenificado en el Manchester City de Pep Guardiola. El Liverpool, amedrentado por un inconmensurable equipo local, vio como nada más empezar el partido, Sterling recogía un pase filtrado para dejar en bandeja a Gabriel Jesús el primer gol de la noche. El estadio se caía, el aficionado al fútbol alucinaba, el Liverpool tenía miedo. Fue un auténtico baño del City, que no solo atacaba en masa a un Liverpool encerrado, sino que robaba, presionaba y tapaba espacios. Todo indicaba que podría ser una gran noche para el Manchester City.

Sané, Fernandinho, De Bruyne y Sterling estaban en modo estrella y el City lo notaba mientras el Liverpool de Klopp lo sufría constantemente. Hasta 13 remates realizó el equipo local además de centros y pases filtrados que no llegaron a terminar en disparos. El espectacular fútbol vistoso del equipo dirigido por Guardiola, sin embargo, se vio ensuciado por acciones antideportivas. Mané pudo haber sido expulsado tras participar en tres acciones peligrosas. Mateu Lahoz solo le mostró amarilla, igual que a Ederson, que protestó la jugada empujando al jugador senegalés. 

Protestas del City en el descanso. Foto: Getty Images
Protestas del City en el descanso. Foto: Getty Images

Se acercaba el final del primer acto y la ventaja del Liverpool se mantenía en dos goles. El equipo Skyblue seguía volcado y a punto estuvo en dos ocasiones de sumar otro gol en el marcador. Bernardo Silva disparó al palo un trallazo desde la frontal, mientras que Sané marcó al filo del descanso tras un mal despeje de Milner hacia atrás, pero fue anulado por fuera de juego inexistente, que costó a Guardiola la expulsión en el descanso, por protestar airadamente la jugada. Era el 2-0 con la ilusión y esperanza que conllevaba, pero el Liverpool salió vivo. Y lo aprovechó.

Salah vuelve a aparecer en el momento adecuado

La segunda mitad no fue lo mismo sin Pep. El City salió con todo de nuevo, pero tras una contra mal finalizada, y un falso blocaje de Ederson, Salah recogió el esférico en el área y, sin portero, picó la pelota para empatar el partido, sentenciar la eliminatoria e infartar a la afición Red, que enloquecía en la grada enfrente del egipcio. El máximo goleador de la Premier y hombre clave de la temporada en Inglaterra volvió a aparecer en el momento oportuno. La grandeza del otro MVP de la temporada, De Bruyne, quedaba eclipsada por la eficacia del faraón. La otra cara de la moneda era Pep Guardiola en el palco, cabizbajo y depresivo, sabiendo que la temporada estaba terminada para ellos, pese a tener los títulos de copa y liga en el bolsillo.

Celebración del 1-1. Foto: Getty Images
Celebración del 1-1. Foto: Getty Images

El partido, como era lógico, decayó. En ritmo, en emoción, y en fútbol. Lo único que subió fue la ansiedad de los jugadores del City, que dejaron de acertar. Salieron Agüero y Gundogan por los dos Silva, pero la cosa no varió. El Liverpool se empezó a sentir cómodo y Firmino, a falta de 15 minutos, puso la puntilla al partido, a la eliminatoria, al City de Guardiola y a la temporada del gigante inglés. La pérdida de Otamendi en salida de balón supuso que el delantero brasileño se quedase solo ante Ederson. A partir de ahí, con la afición del Liverpool absolutamente fuera de sí, llegaron los tres cambios de Klopp para terminar de cerrar el pase a semifinales. El Liverpool será el representante inglés en la última fase a doble partido de la competición reina del fútbol europeo.