La primera parte sirvió como tanteo para ambos equipos, ninguno tuvo un excesivo dominio del juego, pero el Arsenal gozó de las oportunidades más claras, todas ellas generadas por Bukayo Saka. En la primera, el joven inglés maniobró fuera del área y se sacó un disparo tremendo con su pierna mala que impacto en el larguero, la segunda fue un centro magnífico del canterano a la cabeza de Alexandre Lacazette que terminó en una gran parada de Ryan, y en la tercera le ponía de nuevo un balón franco a Lacazette, que le pegó al aire. En el minuto 35, a los gunners les sucedió lo peor que les podía pasar, Bernd Leno sufrió una lesión de gravedad que seguramente le apartará todo lo que resta de temporada más gran parte de la próxima. El alemán fue sustituído por Emi Martinez, que pronto fue probado con un sensacional disparo de Aaron Mooy, al que respondió de manera perfecta atrapando el balón.

 Tras el descanso, el Arsenal buscaba la victoria, pero seguía sin encontrar fluidez y verticalidad, más allá de intentos individuales de Saka y Aubameyang, hasta que Nicolas Pépé despertó con una magistral acción en la que tras una buena diagonal desde la derecha, terminaba con un disparo sensacional a la escuadra para hacer el primer gol del partido. A partir de ahí, todo se le vino abajo a los gunners, solo 5 minutos después empataba Dunk en una jugada con 3 rebotes en el área tras el saque de un córner. La reacción de Arteta en el partido fue tanto tardía como polémica, haciendo unas sustituciones bastante difíciles de explicar y volviendo a dejar sin un solo minuto a Mesut Özil y a Gabriel Martinelli. En el último minuto, un gran gol de Maupay a la contra, aprovechando un magnífico pase de Connolly y picando el balón por encima de Martínez decidía el partido.

Al final los puntos se quedaron en el Amex y le sirven al Brighton para distanciarse de la zona de descenso y tener un importante margen para la recta final de la temporada. Por su parte, el cuadro del norte de Londres se olvida definitivamente de la Champions League después de ganar tan solo cuatro de los doce partidos que ha dirigido Mikel Arteta desde que se hizo cargo del equipo el pasado mes de diciembre.