Un intratable Bamford tumbó al Aston Villa

El Villa Park volvió a encender sus luces para una imperdible cita de Premier League de viernes por la noche. A semejante escenario, le sumó atractivo el contexto: el impresionante inicio de liga del local, con cuatro victorias en igual cantidad de juegos, y la visita de un rival conocido, recién ascendido, con hambre de llevarse una buena cosecha.

Aston Villa y Leeds United volvieron a cruzarse, pero esta vez en la máxima categoría. No lo hacían, por este certamen, desde febrero de 2004. Muchos de los integrantes actuales ya se habían visto las caras dos temporadas atrás, cuando los dos clubes todavía militaban en el Championship.

Cambiaron las cosas desde aquel 28 de abril de 2019, la última batalla entre ambos equipos, hasta el presente. Los Villans pisaron fuerte, sorprendieron y comenzaron de manera perfecta la temporada 2020-21. Los Whites regresaron en buena forma a primera división luego de 16 años, con dos victorias, un empate y dos caídas.

El local, con ganas de no despertar del sueño, y la visita, en busca de reponerse de la última derrota ante Wolves, abrieron la fecha 6.

Un ida y vuelta de acción

Desde el principio, un juego caracterizado por la dinámica cumplió con la expectativa que existía desde la previa. El cuadro de Bielsa, fiel a su estilo, de inmediato asumió una vocación puramente ofensiva y empujó a los de Dean Smith hacia dentro de su área. Apenas a los cuatro minutos, Bamford mostró su deseo por estirar la racha goleadora, pero su cabezazo se fue lejos.

Con el correr de los minutos, los locales se acomodaron y adelantaron en el campo, para generar un vibrante partido de ida y vuelta. Desde los dos lados propusieron ataques directos, transiciones rápidas, lo que generó un espectáculo entretenido, con llegadas en cada portería. Pero Leeds impuso condiciones primero. Una gran jugada entre Harrison y Alioski, terminó con un disparo de Rodrigo que desvió Konsa. Al minuto, Emiliano Martínez contuvo un remate del lateral izquierdo. Volvió a estar alerta el local tras una pifia del español, que otra vez pudo haber marcado el primero.

Los Villanos respondieron mediante un lanzamiento de Barkley, que no fue difícil de retener para Meslier. Poco después, el entrenador visitante protagonizó otra de sus locuras y sustituyó a Struijk, amonestado, apenas a los 21'. El juego brusco del volante comprometió su continuidad en el juego.

Como un ping-pong de ocasiones, primero Dallas probó desde lejos hacia la meta local, y después sucedió la más clara del primer tiempo. Una falla de Ayling en la salida generó una oportunidad para el Villa, que casi grita luego de una preciosa definición de Grealish, pero el propio defensor se redimió de su error con una salvada en la línea. El capitán y símbolo villano hizo una buena primera etapa. Más tarde acusó penal luego de caer en el área.

Los Blancos volvieron a acercarse con una rápida transición que su centro delantero no pudo concretar, y ambos equipos se fueron al descanso igualados en cero.

Un contundente Bamford sentenció el juego

Leeds regresó enfocado al campo. Ni bien se puso en marcha el complemento, Harrison, con su clásico movimiento de buscar hacia dentro desde la izquierda, volvió a intentar para su equipo, pero Martínez se quedó con el balón.

A pesar de la pausa, el partido pareció no perder el ida y vuelta que lo caracterizó antes del entretiempo: Grealish, desde el fondo, realizó una excelente carrera hacia el área rival, recortó por adentro, pero Meslier evitó el festejo. En el córner siguiente, nuevamente, el Villa casi se puso en ventaja, pero el guardameta visitante volvió a lucirse ante un exigente disparo de Konsa.

Pero apareció Patrick Bamford, el goleador, que sació su sed por volver a conectar con la red. Tras una rápida resolución colectiva, los de Bielsa llegaron al área, Rodrigo lanzó el remate, y el 9 capturó el rebote para romper la igualdad a los 55'. Convirtió por tercera vez consecutiva en los primeros tres juegos de visitante del Leeds, al igual que la campaña pasada.

Y no frenó ahí. Doce minutos más tarde, firmó un auténtico golazo, que inclinó la balanza a favor de su equipo para empezar a asegurarse la victoria. Recibió de espaldas en la puerta del área, se acomodó y apenas tuvo en la mira el arco, sacó un perfecto remate que rozó el travesaño y se metió en el arco de Martínez. Nada que hacer para el argentino ante semejante resolución, y ante un delantero en llamas.

Los dos goles cambiaron el curso del partido. El Villa sintió el primero, pero quedó desacomodado luego del segundo, como si hubiera derrumbado sus ilusiones por empatarlo. El insaciable Bamford se ocupó de cumplir con ese pesimismo local.

Enamorado de la red, volvió a conectar con ella a los 73', ni siquiera el estar marcado por cuatro rivales le impidió festejar el tercero personal y de su equipo: con otra sutil definición, esta vez al poste derecho de Martínez, volvió a gritar y fulminó al local.

Leeds United encontró la solución al partido gracias a su número 9. Había generado ocasiones y pudo percibirse una cierta superioridad, pero no dominó por completo a un Aston Villa que amenazó hasta el primer gol recibido. Luego de él, se cayó a pedazos y el visitante se impuso por goleada, resuelta en apenas pocos minutos. Se terminó la racha positiva de los villanos, con un golpe duro en una noche en la que Patrick Bamford convirtió un hat-trick y avisó que allí está, listo para tumbar rivales.