El neerlandés cosechaba uno de sus mejores momentos. Virgil van Dijk tiene su propio asiento en la élite del fútbol y es considerado uno de los mejores defensas de la actualidad, habiendo sido nominado al Balón de Oro 2019. No solo es la pieza clave de su Liverpool, sino que es la esencia de una Premier League acostumbrada a reunir a los mejores futbolistas de Europa. En el punto álgido de su carrera, el central cayó lesionado de gravedad el pasado 17 de octubre en un importante encuentro contra los entonces líderes: el Everton de Carlo Ancelotti. En un duelo que finalizó con un empate a 2, el equipo de Klopp se iría con la baja de su jugador más importante: Virgil Van Dijk tendría que ser intervenido de los ligamentos de la rodilla derecha tras una entrada criminal del guardameta Jordan Pickford, lo que se traduciría en una baja de entre 7 y 8 meses. En otras palabras, el central estará de baja lo que resta de temporada.

Tras el encuentro contra el Everton, tres han sido los rivales que ha visto el Liverpool hasta el momento. El primero fue el Ajax en Champions. Ante el vacío defensivo que dejaba la estrella holandesa, la decisión de Klopp fue reinventar a Fabinho como defensa central, acompañado en el centro de la zaga a Joe Gomez. Este cambio significaba retrasar la posición natural del brasileño del centro del campo hasta la defensa. Dada la posición de mediocentro defensivo de Fabinho y sus  habilidades mostradas como “pivote”, ésta se presentaba como una aceptable apuesta para los “reds”. “Yo no soy Virgil Van Dijk, pero lo haré lo mejor que pueda”, declaraba Fabinho para la prensa inglesa ante la presión que suponía “reemplazar a un irremplazable” y añadía: “Tengo que mejorar, organizar al equipo, un poco lo que hace Virgil constantemente, hablar al equipo, intentar ser un líder”. El primer encuentro se saldó con victoria en el Johan Cruijff Arena por 1 frente a 0 goles en contra, lo que supuso un gran alivio ante la reconversión del nuevo central. Para terminar de afianzar la confianza de los de Anfield, el segundo y último encuentro disputado hasta la fecha desde la baja de Van Dijk, se saldó en una nueva victoria a domicilio por 2-1 contra el Sheffield United. Pero el drama resurgió en el tercer duelo del Liverpool, esta vez contra el Midtjylland, en el que la alegría de una victoria en Champions por 2-0 tomaría un sabor amargo con la lesión de un Fabinho que parecía ser el perfecto sustituto de Van Dijk.

Yo no soy Virgil Van Dijk, pero lo haré lo mejor que pueda

Es resaltable la labor de Virgil Van Dijk desde su llegada a Anfield. Los números hablan por sí solos: en la temporada 18/19, el Liverpool encajó 22 goles en 38 partidos; en la campaña 19/20, 33 goles en 38 partidos. El gran trabajo y la solidez de la defensa red, sin olvidar a un excelente portero, Alisson,  han hecho de este equipo una verdadera muralla defensiva. Sin embargo, todo ha cambiado en esta atípica temporada, y lo ha hecho con Van Dijk en el campo, pues en solo 5 partidos el Liverpool ha encajado 13 goles (no olvidemos que 7 de ellos pertenecen a un único encuentro frente a un aplastante Aston Villa). Pero no es una cifra de sorpresa, esto es la Premier League y aquí todo puede pasar. Lo que sí es una cifra esperanzadora, a pesar de solo haber disputado dos encuentros desde la lesión de Virgil, es el único tanto recibido en los últimos tres encuentros. Klopp ya pensaba en su “proyecto Fabinho”, pero todo se quedó en una desafortunada anécdota.

Fabinho, una alternativa frustrada.  | Fuente: liverpool.com
Fabinho, una alternativa frustrada. | Fuente: liverpool.com

Escasas alternativas

La marcha de Dejan Lovren en el pasado mercado veraniego se sumó al problema de la escasa oferta de centrales con la que cuenta Klopp. Fueron varios los nombres que se pronunciaron en esa búsqueda de una nueva pieza defensiva, entre ellos Ozan Kabak (Schalke 04), Kalidou Koulibaly (Nápoles) y el cotizado Dayot Upamecano (Leipzig), pero todas las opciones se quedaron en nada. Tal vez fue el costoso precio que tendría que abonar para reclutar a unos jugadores que, ante la indiscutible titularidad del holandés, no se llegarían a amortizar. También su compañero Joe Gomez tiene el puesto asegurado en Liverpool, por lo que buscar jugadores de primer nivel se tornaba más un error que una virtud.

A pesar de los resultados positivos de la reconversión de Fabinho en la zaga, su lesión representa para Klopp la necesidad de atender a otras opciones que, a diferencia del brasileño, representarían una alternativa más adecuada a la baja del holandés atendiendo a su posición natural. En ese puesto de defensa central se encuentran jugadores como Matip, opción más favorable pero que para peor suerte se encuentra de baja por lesión, y su compatriota Van de Berg, que con 18 años se encuentra disponible para el primer equipo pero aún no ha disputado ningún encuentro. Rhys Williams, canterano de 19 años, se suma a esta escasa gama de recursos de emergencia, habiendo disputado el pasado encuentro frente al Midtjylland ingresando en el campo tras la lesión de Fabinho. Nathaniel Phillips y Billy Koumetio terminarían de cerrar la lista de candidatos para el ofertado puesto.

Klopp: "La lesión de Fabinho es lo último que necesitábamos"

Es probable que ahora los de Anfield Road se arrepientan de no haber traído sangre nueva a Liverpool cuando pudieron. Hasta la llegada del próximo mercado invernal y sin posibilidad de buscar un sustituto por el momento, al Liverpool se le suma una nueva adversidad: la caída en picado de su apuesta por Fabinho, que a pesar de haber dejado buenas sensaciones para los “reds” en sus tres partidos disputados, su lesión llega en un momento comprometido que dará que pensar a un Jürgen Klopp que cuenta con escasos recursos para sacar adelante a una defensa afectada por las lesiones.