El Stamford Bridge volvió a recibir espectadores tras meses en los que el fútbol y el Chelsea añoraron el apoyo proveniente de las gradas. Una cantidad limitada de los fieles seguidores blues pudieron volver a sus asientos en un atractivo choque con un Leeds United que volvió a este escenario tras 16 años.
La visita llegó a Londres en buena sintonía, luego de haber pisado fuerte en el Goodison Park cuando venció a Everton. Los dirigidos por Marcelo Bielsa demostraron capacidad para dar batalla contra los poderosos de la Premier League y buscaron mostrar otra vez ese espíritu valiente en su duelo ante un animador del campeonato.
Chelsea volvió a jugar en casa, igual que en el empate con Tottenham la jornada pasada. Con la localía y la ambición por disputar el primer lugar de la clasificación, los de Frank Lampard tuvieron como objetivo alimentar el sueño por el título y darle una alegría a los aficionados que se hicieron presentes en el estadio.
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Los goleadores decoraron un inicio intenso
El partido fue apasionante desde el comienzo. Antes del minuto de juego, los hinchas ya se levantaron de sus asientos cuando Hakim Ziyech casi grita el primero de una noche intensa luego de una fantástica habilitación de Thiago Silva. Apenas se puso en marcha el cotejo, la emoción se hizo presente. En el córner siguiente, el cabezazo de Olivier Giroud pasó cerca del poste.
Así arrancó Chelsea. De inmediato, fue hacia la portería de Meslier en la búsqueda del gol inicial. Otra vez el capitán buscó con un pase largo asistir a un compañero, pero Leeds dio una respuesta fulminante.
Un mal retroceso de los blues fue bien exprimido por los visitantes. Kalvin Phillips, sobre la banda izquierda, tuvo la brillante idea de lanzar un pase en profundidad para Patrick Bamford, que le ganó la carrera en velocidad a Zouma y Silva, eludió a Édouard Mendy, y empujó el balón contra la red para firmar el 0-1. El intratable delantero de los whites volvió a convertir de visitante y sumó su octavo grito en el certamen.
Un tanto sorprendido por el inesperado gol recibido, Chelsea prosiguió con toda su caballería hacia la meta visitante. Intentaron Timo Werner y Olivier Giroud, pero sus esfuerzos no alcanzaron. Los fanáticos ubicados en la tribuna detrás de la valla de Meslier estuvieron al borde de gritar el empate pero el larguero lo impidió. La arremetida blue luego se encontró con la reacción del visitante, que dio lugar a un vibrante partido de ida y vuelta.
Leeds intentó ser fiel al estilo que le inculcó su entrenador y apostó por ir en busca de más en Stamford Bridge. De esta manera el partido tuvo a dos equipos con el arco contrario entre ceja y ceja, fiel al estilo Premier League y atrapante para cualquier espectador. Similar a su visita a Everton la jornada pasada, Leeds protagonizó, junto a Chelsea, un choque con muchas emociones.
Tras algunos intentos sin éxito, Giroud encontró el gol que buscó desde el principio y equilibró el marcador. Ziyech leyó rápido que James subía por la derecha, le cedió el balón y el lateral lanzó el centro para el delantero francés, que durante la semana por Champions fue héroe con un póker ante Sevilla. La intensidad continuó, pero ambos equipos se marcharon al descanso 1-1.
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Chelsea dio otro paso de candidato
Tras el regreso del vestuario los blues insistieron con su pretensión de imponerse en el partido y pudieron doblegar a su rival. Aunque Leeds no buscó resignar la posesión ni quiso ceder territorio, la jerarquía del Chelsea entró en juego con más peso y la balanza se inclinó a su favor.
Illan Meslier estuvo sólido en la valla white, tapó un intento de Werner y el rebote de Mount, pero luego no pudo responder en el siguiente córner. Kourt Zouma gano el duelo aéreo y puso en ventaja al local, que encontró algo de alivio con la diferencia a favor.
A partir de allí Leeds intentó volver a igualar el resultado, se adelantó otra vez y disputó más el balón, pero le costó llegar al área de Mendy. Chelsea, en cambio, fue más directo y aprovechó los espacios que su adversario dejó atrás, pero no tuvo eficacia y Meslier continuó firme en su trabajo.
En los minutos finales de la historia, el local tomó recaudos ante la necesidad del Leeds por ir a por la igualdad. Chelsea hizo lo posible para que corriera el reloj, intentó "enfriar" el partido y así conservar el 2-1 a favor. Pero no solo protegió su propia valla, sino que hasta ratificó su victoria con un tercer tanto sobre el final. Kovacic impulsó el contragolpe desde su propia mitad, lanzó un pase perfecto a la carrera de Werner, que cedió el balón raso al medio del área para que Pulisic sellara el 3-1 definitivo.
Chelsea cumplió con el objetivo y sumó los tres puntos que buscó desde el primer minuto. Tuvo enfrente a un rival valiente, que volvió a mostrar que es capaz de luchar contra cualquier oponente, pero con el correr del juego supo ponerse por encima y obtener el resultado deseado. Con este triunfo escalaron a la primera posición con 22 puntos, uno más que Tottenham y Liverpool, y estiraron su racha invicta a nueve partidos. Los blues extendieron su gran momento de cara al choque con Everton el próximo fin de semana. Si los resultados de esta fecha los ayudan, incluso pueden cerrar la jornada en lo más alto de la Premier League.
Los aficionados que volvieron a sus asientos en el Stamford Bridge fueron testigos de un apasionante cotejo, que tuvo a un justo vencedor que sueña con luchar por el título.