El Arsenal ha tenido que caminar poco (y mucho a la vez) para pescar finalmente en el mercado. Tras el 'no' rotundo del Brighton por Moisés Caicedo, los gunners han derrumbado la puerta de su vecino y se han llevado a Jorginho Frello, centrocampista que finalizaba contrato en menos de seis meses.
El Chelsea necesitaba soltar cuerda tras su frenético mercado y el continuo zumbido de Enzo y el principal damnificado es el italiano, que cambia de barrio por diez millones de libras más dos en variables y llega hasta 2024, con opción de ampliar el contrato un año más.
El factor clave se llama Mikel Arteta. Según apunta David Ornstein, el técnico español ha insistido en el fichaje y esto habría acelerado la resolución final. Con esto, el Arsenal gana un tipo curtido y con experiencia en el medio. Encaja como guante en el ideario de un cuadro que consigue profundidad de banquillo de mucha calidad.
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Caicedo, todavía en la cabeza
Pese a la negativa del Brighton, los londinenses todavía se ven con posibilidades para fichar a Moisés Caicedo. El corto precio por Jorginho permite soñar por un último esfuerzo en este Deadline Day. Y es que el ecuatoriano te permite sumar una pieza de presente y futuro al proyecto. Sin embargo, la llegada del italiano es un fichaje que hace un club que quiere pelear por la Premier League.
En ese doble pivote, el ex del Chelsea actúa más como Thomas. Es ese rol con criterio para dirigir e instaurar el tempo de su equipo, pero también con la suficiente velocidad mental como para romper la tranquilidad y lanzar un ataque agresivo y eficaz.
Lo que está claro es que el Arsenal gana. Se lleva por una buena cifra a un ganador de Champions League o The Best entre otros, un jugador con jerarquía y presencia en el campo. Un centrocampista que recuerda a esa última etapa de Mikel Arteta, es decir, el nuevo director de orquesta del norte de Londres.
