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Memorias de África

El final del parón de la Bundesliga está a la vuelta de la esquina, y con él, los equipos van poniendo fin a sus estancias invernales alejados de tierras patrias. Es el caso del Wolfsburgo, que tras una intensa semana en Sudáfrica, ha regresado ya a la Baja Sajonia a concluir su puesta a punto previa al regreso. Sietes días vibrantes de los lobos en Sudáfrica, donde los de Hecking han aprovechado para desconectar y empezar a recuperarse del terrible mazazo que supuso la muerte de su compañero Júnior Malanda.

Memorias de África
Minuto de silencio en honor a Malanda en el primer entrenamiento | Imagen: Wolfsburgo
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Por Pacoco Alarcón

No iba a ser un stage más. No podía serlo. Ni la platilla, ni el club… nadie realmente está preparado para asumir un hecho de la crueldad de aquel que marco aquella fatídica tarde del sábado 10 de enero de 2015. Un terrible suceso que, como era de entender, marcaría no solo el stage, sino también el año y la historia más reciente del club. Júnior Malanda, uno de los chicos más carismáticos y prometedores del Wolfsburgo, perdía la vida a sus 20 años en un trágico accidente de tráfico cerca de Hannover. El equipo estaba a escasas horas de zarpar a Sudáfrica, y una vez se confirmó la noticia, el estupor recorrió las entrañas, no solo de los jugadores del Wolfsburgo, sino de toda la Bundesliga. Los homenajes y mensajes de ánimo por parte de todos los sectores de Alemania se sucedieron. Un golpe muy duro para el club, que transcurridas unas horas, se situó en una difícil situación.

La recuperación del mazazo sería más fácil alejados de todo lo que pudiera recordar a Júnior

Viajar a Sudáfrica después de lo ocurrido o no. La plantilla, responsable de la decisión en última instancia, decidió viajar. Y es que, como bien afirmó Allofs en a través de un extenso comunicado, la recuperación del mazazo sería más fácil alejados de todo lo que pudiera recordar a Júnior. Siete días en Ciudad del Cabo en los que el Wolfsburgo debía reponerse, reconectar con la vuelta al trabajo y comenzar una puesta a punto que se presumía bastante complicada. Transcurrido ese periodo, los días alejados de Alemania parecen haber sentado bien a la plantilla, que regresa a Alemania tras haber vivido una enriquecedora experiencia.

Recuperarse paso a paso

En el plano deportivo, y dejando a un lado las continuas sesiones de trabajo, los lobos han disputado dos partidos en tierras africanas. El primero de ellos, y también el de mayor calado, enfrentó a los de Hecking con el Ajax de Amsterdam. Un partido de primer nivel pese a lo amistoso, en el que el Wolfsburgo se impuso por 4-1 al cuadro neerlandés. Caligiuri, Olic y Dost por partida doble, fueron los autores de los tantos de un choque que, más allá del resultado, dejó el debut del chino Xhize Zhang. El último fichaje de los lobos tuvo la opción de disputar los segundos cuarenta y cinco minutos, y su desenvolver agradó enormemente tanto a los espectadores que acudieron a la cita, como a Dieter Hecking.

Xhize Zhang, último fichaje de los lobos, tuvo un debut destacado

El segundo de los partidos disputados en este stage sudafricano tuvo lugar en Port Elizabeth, donde el Wolfsburgo se desplazó para disputar un choque frente al Chippa United, de la primera división sudrafricana. Pese a lo exótico del oponente, los lobos sudaron de lo lindo para vencer al borde del final, dejando el resultado final en un 4-3. Proud y el croata Perisic, con tres tantos, fueron los autores de los goles, en un partido con un tramo final vibrante, marcado por el detalle de Perisic. El croata, tras anotar su último tanto, puso la piel de gallina al estadio, enfundándose una camiseta con el 19 de Júnior Malanda y señalando al cielo, en honor al jugador fallecido.

En definitiva, dos victorias que, si bien carecen de valor por la amistosidad de los partidos y la evidente falta de ritmo y competitividad de los mismos, resultan fundamentales para permitir al equipo ir saliendo del mal momento anímico al que ha tenido que enfrentarse.

Live in África

No obstante, si hay algo que caracteriza las concentraciones invernales de los clubes alemanes fuera de sus fronteras, son las actividades extradeportivas. Con el incomparable marco que ofrecía Sudáfrica como telón de fondo, los lobos han aprovechado para realizar diversas actividades, que les han permitido nutrirse del espíritu de la nación africana. Fue el caso de Robin Knoche, Paul Seguin o Max Grün entre otros, quienes, aprovechando uno de los ratos libres, decidieron irse de safari por una de las reservas naturales de Ciudad del Cabo. “Fue increíble poder ver a todos esos animales de cerca, hemos experimentado lo que es Sudáfrica de primera mano”, afirmó Knoche al volver de la excursión.

Ese mismo día, mientras algunos de sus compañeros disfrutaban del safari, Jung, Ochs, Drewes y Arnold visitaron el modesto municipio de Imizamo Yethu, de unas 15.000 personas. “Fue una experiencia muy interesante, que te hace darte cuenta de lo afortunados que somos en Alemania”, explicaba Ochs sorprendido por la humildad y modestia reinantes en el municipio.

Para concluir, el Wolfsburgo, aprovechando su visita a Port Elizabeth, mantuvo una sesión de entrenamiento en las instalaciones del PeoplePavilion de Volkswagen con más de 60 niños de los programas deportivos de la Asociación Sudafricana de Fútbol. Una experiencia absolutamente enriquecedora para los jugadores, y sobre todo para los niños, que pudieron disfrutar jugando con sus ídolos y fotografiándose con ellos. Sin duda, un acto más que habla del tremendo proceso de expansión que los lobos vienen llevando a cabo los últimos años, y cuyo fin es situarles en el mayor escalafón europeo.

Vuelta a casa

Partidos amistosos, entrenamientos, safaris, vistitas sorprendentes, la tortuga de Dost… el Wolfsburgo cierra siete días absolutamente inolvidables. “Estamos encantados. Las condiciones, el hotel, todo el paquete era buenísimo. Hemos podido trabajar muy bien, a la par que disfrutar de esta tierra plagada de contrastes”, declaraba Allofs a su llegada al aeropuerto de Braunschweig. “Fuimos recibidos en todos sitios con los brazos abiertos. La gente ha sido muy amable y cortés”, añadía Hecking acerca de la estancia.

Pasado el stage sudafricano, el equipo volvió a reunirse el martes para rendir un último homenaje a Malanda en Bruselas, asistiendo en grupo a su funeral. Una actividad con la que el Wolfsburgo pone punto y final a uno de los periodos más intensos de su historia reciente. La segunda parte de la temporada está a la vuelta de la esquina, y el club confía en que estos días hayan servido al equipo para superar el terrible inicio de 2015. Malanda ya no podrá seguir ayudando a sus compañeros en el césped, sin embargo, éstos no lo olvidan, y seguro que andarán deseosos de poder celebrar todos los triunfos posibles por su compañero, por su amigo, por Júnior Malanda.