Martin Schmidt y su Wolfsburgo esperaban en su feudo, a unos de los equipos más en forma de Alemania, el Gladbach de Dieter Hecking. Viniendo  de una derrota la jornada pasada ante el Augsburgo por 2-1 y marcada por la temprana expulsión de Maximilian Arnold, el conjunto del técnico suizo, no hizo modificaciones notorias de esquemas ni de intérpretes  con respecto al once que visitó el WWK-Arena en la jornada anterior. Solo Gerhardt, que saldría de su posición de extremo/lateral por izquierda para coger el testigo del suspendido Arnord en la medular. Mientras que el joven Gian Luca Itter de 19 años ocuparía el carril zurdo vacante.

En la vereda del frente  se encontraba Hecking, que desde su llegada, implantó en los “potros” un sistema de orden y dinamismo muy de estilo “alemán” plasmadolo  en un 4-4-2. La novedad del técnico alemán era la de Matthias Ginter en lugar del lesionado Kramer en el mediocentro acompañando al jugador suizo Zakaria, mientras que Jantschke volvería a la alineación titular ocupando el lateral diestro.

Contundencia que inclinó la balanza

Los primeros compases del partido mostraban al Gladbch intentado obtener el control de mismo, con una presión alta y elaborando circuitos de pases, pero llegando a los 4 minutos Malli desde zona de gestación salta la presión de Ginter con un control de balón educado y envía el esférico a  zona derecha, donde Mario Gómez aparecía por sorpresa derivando en un centro razante y potente donde volvería a encontrar al gestor de dicha jugada para que,  con su remate esquinado  y un poco defectuoso batiera la red del pórtico de Sommer. Con la ventaja en él luminoso, los “lobos” encontraron la serenidad necesaria para dominar el juego. La posición de Gerhardt en la medular le otorgó coberturas y un respaldo constante a Malli y a Didavi quienes a las espaldas de los medios del Gladbach estaban desatando un caos marcando pases entrelíneas. Sin embargo, el ímpetu de los pupilos de Hecking  podían equilibrar el dominio total que ejercían los locales sobre el verde. Un remate lejano de Ginter y un posterior tiro libre de Vicencio Grifo, pondrían a dudar por momentos el arco del belga Casteels.

Casi como automatismo del plan inicial de Martín Schmidt, donde una vez más los jugadores diferenciales del Volkswagen arena, Didavi y Malli, triangularan  y sortearan  la presión rival, para que en un último toque, Malli deje mano a mano a Didavi frente a Sommer para definir con una brillantez digna de un jugador de la élite mundial. El tablero marcaba el 2-0, y denotaba el semblante de preocupación en el banquillo forastero, ya que se promediaba la media hora de juego y el Borussia no encontraba respuesta.

En el minuto 30 ocurre un incidente, que marcaría en menor medida el devenir de la contienda. El defensor visitante Jantschke saldría lesionado por un fuerte choque en la disputa del balón con un rival, lo que derivó en su inmediata sustitución. En su lugar ingresó el mediocampista francés Cuisanse, lo que movería un par de piezas en el dibujo táctico de Hecking. Ginter volvería a su posición habitual de primer central  acompañando a Vestergaard, desplazando así, al suizo Elvedi a cubrir el carril diestro, mientras que el joven Cuisanse respaldaría en el centro del campo al muy apagado Zakaria.

La ecuación cambiaría a favor del Gladbach ya que la movidad del francés y el no figurar  en el catálogo de marca rival, generó una chispa de arranque para meterse  en el juego. Hazard empezó a interactuar más por derecha y haciendo más continuas las subidas del lateral derecho, Elvedi. Las embestidas de los “potros” sacudían el jardín de Casteels y provocaron una anarquía total en el libreto del entrenador suizo. Las coberturas de Gerhardt/Guilavogui  no eran tan solventes por lo cual, el trabajo de los centrales Brooks y Uduokhai se presentaban más frecuentes y de mayor riesgo. La movilidad y regate indescifrable de Hazard, puso en evidencia la juventud y el nerviosismo de Gian Luca Itter por la cal, lo que propiciaba y un ahogo permanente y los contantes errores del lateral del 19 años.

Tenencia, dominio, agresividad y llegadas, no tuvieron premio para el visitante, que cerró mejor el primer acto.

Madurez del “lobo” para contener

El complemento inició con una intensidad menor a la de la pretérita. El Borussia intentaba conducir el cuero a zonas de peligro enemigo, pero ya sin la frescura mostrada en el inicio. En el minuto 55 cómo fue la tónica del partido, Yannick Gerhardt quien volvería a tomar el cetro de la elaboración, comanda un contraataque para asistir a Origi por derecha y quien finalmente rematara a portería, pero sería Sommer quien pondría manos firmes al disparo.

La poca experiencia y la nula colaboración de Itter, conllevaría a Schmidt a sustituirle por William en el minuto 63. La modificación permitió más seguridad por izquierda (en que Hazard era influyente) ,al blindar dicho flanco, el Wolfsburgo anuló completamente al Gladbach, convirtiéndolo en un equipo plano y de mucha impresicion en el último pase. Los minutos pasaban, y Hecking no daba con la tecla para revertir la situación. El juego de atractivo en la primara parte, se transformó en desaciertos, pocos pases, infracciones y un control territorial por parte del Wolfsburgo.

La estocada final llegó al minuto 70, cuando en una acción de peligro al mando de Mario Gómez por izquierda, concluye en un remate controlado a medias por Sommer y en un rechazo incompleto de Ginter, para que el mediocentro Guilavogui con un misil teledirigido y con un leve rebote en Zakaria, decretara el 3-0, que sería la lápida a las aspiraciones del Gladbach. A partir de ahí, Hecking daría entrada a Drmic y  a Bobadilla en lugar del incansable Hazard y Raffael, pero la historia estaba escrita a favor del Wolfsburgo.

El Borussia Mönchengladbach dejó escapar una oportunidad de oro para dormir en solitario en la segunda posición del fútbol alemán. Ya que sus contenedores Leipzig y Schalke en esta jornada, firmaron pinchazos. Mientras que el Wolfsburgo mantiene el orden y equilibró que logró desde la llegada de Martin Schmidt, lo que en números se reflejan 2 victorias,6 empates y 1 derrota, que lo mantienen en el ecuador de la clasificación.