Jeff Astle, el ex futbolista inglés del West Bromwich y una de las figuras históricas del mismo club, murió el 19 de enero de 2002 a la edad de 59 años. El juez de instrucción dictaminó que había muerto a causa de un daño cerebral causado por “accidente laboral”. Concretamente por culpa de cabecear el balón. La repetición de esta acción le causó una enfermedad degenerativa en el cerebro que le acabó provocando la muerte.

La leyenda del West Bromwich, que marcó 174 goles, era un especialista en el remate de cabeza. Los seguidores del club inglés le llamaban “The King”. De hecho, los hinchas le cantaban en las gradas: "Astle is the king, Astle is the king, the Brummie Roaders sing this song, Astle is the king". Quien se acerque en la actualidad a The Hawthorns, el estadio del West Bromwich, aún oíra este canto en las gradas cantado por los supporters. Astle llegó a jugar cinco veces por la selección de Inglaterra, pero en ninguna de ellas consiguió marcar un gol.

Aunque quizá no lo parezca, golpear con la cabeza el balón es peligroso. De hecho, un equipo de médicos neurológicos en Estados Unidos ha llegado a la conclusión que esta acción afecta a las partes del cerebro responsables de la memoria, la atención y la capacidad visual. Estos daños se producen especialmente al cabecearlo más de 1000 veces durante la infancia (etapa en la cual el cerebro se está desarrollando).