Francisco Medina Luna, más conocido como "Piti", es de ese tipo de jugadores que llegan a un equipo humilde y gracias a valores como el trabajo, el esfuerzo o la sencillez conquistan a toda una afición. En su trayectoria, ha recalado en el Hércules, Ciudad de Murcia y Zaragoza, pero donde ha dado un paso hacia adelante y ha demostrado el gran jugador que es ha sido en el equipo madrileño. Muchos de los que realmente le conocen, le definen como un "gran rival, y mejor compañero", y alaban su gran capacidad de liderazgo como capitán de un Rayo que viaja rumbo a Europa en una temporada histórica para equipo y afición rayista. Actualmente, el equipo entrenado por Paco Jémez marcha octavo a tres puntos de un Betis que esta jornada visita el Camp Nou.
Piti, leyenda rayista
Una de las razones por las que se ha convertido en una de las señas de identidad del club es sin duda la gran cantidad de partidos jugados en 2ªB, y Segunda División, habiendo conseguido dos meritorios ascensos en los que él fue algo más que una pieza clave. Podemos decir que Piti es de esa clase de jugadores con un gran carácter, que no se arrugan en las dificultades y se crecen en la adversidad.
En tiempos en los que el equipo era noticia por temas extradeportivos más que por las asombrantes hazañas conseguidas, supo dar la cara por un vestuario hundido. En una temporada tan complicada como la anterior, con problemas de impagos a los futbolistas y la entrada a la "ley Concursal", fue uno de los nexos del vestuario, y con un gran merito colectivo se consiguió una nueva hazaña deportiva con la salvación final gracias al gol de Raúl Tamudo cuando el Rayo tenía pie y medio en Segunda División. A pesar de que no fue una de las mejores temporadas del extremo catalán, era indiscutible en los esquemas de Jose Ramón Sandoval, al igual que en los de Pepe Mel, con quién empezó su aventura vallecana.
El año del ascenso a Primera División, tal fue su reconocimiento y cariño de la afición, que fue creada una peña con su nombre. Esta temporada está siendo una de las revelaciones de la Liga, con quince tantos, haciendo la que es de largo su mejor temporada. Su perfecta asociación con jugadores como Leo Baptistao o Delibasic, ha sido fundamental para obtener esta enorme cifra goleadora. A falta de cinco jornadas para la conclusión del campeonato, está a tan solo un tanto de ser el máximo goleador del conjunto franjirrojo en una temporada en Primera División, logro que actualmente es compartido por Hugo Sánchez y Michu con 16 tantos. Récord que tratándose de un extremo, cobraría aún más importancia si cabe, y que no haría más sino que agrandar su leyenda como jugador vallecano. Con todo esto como un resumen breve de sus facultades técnicas y psicológicas, es por lo que es considerado el "Alma y corazón" de este equipo.
En el siguiente gráfico podemos observar una comparativa de los goles anotados por Piti durante sus años en el Rayo Vallecano en la que se puede apreciar una clara mejoría respecto a sus anteriores temporadas.
Con las importantes ausencias de Lass, Leo y Delibasic
El equipo de Paco Jémez llega a la ciudad del Ebro, tras arrancar un valioso empate en Pamplona con un Osasuna (2-2), ante un equipo que se juega la salvación como también es el caso del Real Zaragoza. El equipo llega con las importantísimas bajas de Lass y Baptistao por lesión, y la de Delibasic por acumulación de tarjetas amarillas, lo que hace que por salvo sorpresa sea Tamudo la referencia ofensiva franjirroja. El extremo guineano fue duda hasta última hora, y se pensó que llegaría al encuentro pero al final no ha sido posible.
Estos contratiempos han hecho que el técnico canario haya echado mano del filial madrileño para completar la convocatoria. Alberto Perea, el lateral izquierdo Nacho Martínez, y Adrián Saballs. Éste último ha entrenado toda la semana con el primer equipo, y se presenta como el mejor posicionado de los tres canteranos para debutar ante los maños. La importancia del duelo, y la intensiva lucha por Europa, pueden ser los contratiempos que hagan que los canteranos tengan que posponer su debut para otro enfrentamiento.